Postal escrita por Pepe a Amparo en el año 1907 / Archivo Municipal de Toledo
De él solo sabemos que se llama Pepe, que estaba enamorado y que, quizás, fuera uno de los soldados que pasaban largas temporadas en la Academia de Infantería de Toledo, o al menos así se puede interpretar por la imagen que presenta la postal -la zona de los Alijares- que posiblemente enviara a través de algún amigo o conocido a su Amparo, que vivía en el barrio valenciano de Grao.
No era el Día de San Valentín sino el de San Isidro, del año 1907, cuando dicho galán escribió a su amada una copla, con puño y letra a través de una postal, que se recoge en el libro 'Mis amores son del monte. Coplas de la costa colombiana del Pacífico', una recopilación realizada por Víctor Manuel Patiño, aunque desconocemos quién pudo ser su autor original.
A mi Amparo:
Quisiera ser ruiseñor
y hacer el nido en tu pecho
y vivir de tus caricias
y respirar con tu aliento
...tu Pepe (15 mayo de 1907)
Imagen de la postal que Pepe envió a Amparo en el año 1907 / Archivo Municipal de Toledo
Reverso de la postal que Pepe envió a Amparo en 1907 / Archivo Municipal de Toledo
La manera de poder entregar estas postales a su correspondiente destinatario, según explica el director del Archivo Municipal de Toledo, Mariano García Ruipérez, a toledodiario.es, podía ser en mano al regreso del viaje -por lo que no iban selladas, como esta de Pepe- o podían ser remitidas dentro de sobres de correos para no perder la intimidad del mensaje. No obstante, la inmensa mayoría circulaban sin ninguna protección, estando expuestas por lo tanto a la curiosidad de los empleados de Correos.
Esta postal es solo un ejemplo de los miles de documentos de estas características que se encuentran en el Archivo Municipal de la capital regional y que, tras un laborioso trabajo de selección y digitalización realizado por Raúl Perezagua Bautista, alumno del Curso de Postgrado de Especialista Universitario en Archivística (UNED) y por Carlos Vega Hidalgo, alumno del Grado de Humanidades de Toledo (UCLM), se encuentran ahora en una exposición virtual bajo el título 'Desde Toledo con amor'.
Esta muestra recoge una selección de 157 postales con texto, redactadas en Toledo y enviadas a principios y mediados del siglo XX a diferentes puntos de España y del mundo. En la web del Archivo Municipal, que tiene como postal más antigua una que data del año 1898, las han clasificado según el idioma en el que estuvieran escritas -incluso hay una en esperanto- y al lugar y la fecha en la que fueron enviadas.
Imágenes del puente de Alcántara, las riberas del Tajo, el Alcázar, los típicos patios o cualquier recoveco de las callejas toledanas eran una buena muestra con la que ilustrar -junto a palabras de amor, amistad o de añoranza- el paso por la ciudad de tantas personas que, en ese momento, no disponían de una cámara fotográfica con la que retratar estos lugares o de un teléfono con el que relatar a sus seres queridos las impresiones, emociones y experiencias de su estancia.
“Te amo tanto que si quiero vivir, solo es por verte”
Otro ejemplo de este quehacer fue la postal que Paco escribió a su amadísima Eloisa el 12 de septiembre del año 1933. En ella se puede observar la fotografía de un rincón de un patio toledano -realizada por Luis A. Alonso- y, en su reverso, las palabras del enamorado a su esposa, residente en la calle Benito Pérez Galdós de Madrid.
Oh mi amadísíma esposa
Me despido de ti, y el sufrimiento
que mi alma siente al observar tu llanto
solo me hace pensar en el momento
de volver junto a ti, pues te amo tanto
que si quiero vivir, solo es por verte
por hacerte feliz siempre a mi lado
y al conciliar mi sueño poder tenerte
tu cuerpo con el mio siempre abrazado
... Recibe mil besos de tu Paco (12 de septiembre de 1933)
Imagen de la postal que Paco envió a Eloisa en el año 1933 / Archivo Municipal de Toledo
Reservo de la postal que Paco envió a Eloisa en el año 1933 / Archivo Municipal de Toledo
Esto son solo dos ejemplos del amor que se intentaba comunicar en la distancia a través de un elemento que muchas personas coleccionaban para su disfrute personal pero que, como indica García Ruipérez, muy pronto estas postales -con un tamaño estandarizado de 9 por 14 centímetros- empezaron a utilizarse también como elemento de comunicación. Sin la inmediatez ni las prisas que ahora caracterizan a las muestras de afecto que regalamos a través de las nuevas herramientas tecnológicas pero, posiblemente, con la pasión y el cariño que no todos reciben en este Día de San Valentín.
