“Mi exposición no es una crítica al maquillaje”, aclara la artista toledana Ana Jiménez-Bazo en una entrevista con este diario sobre su muestra ‘MAKAR el arte de desencontrarse’, que ha sido inaugurada este martes, 8 de marzo, en la Biblioteca del I.E.S. Universidad Laboral de Toledo.
Según Jiménez, el maquillaje “es algo anecdótico para criticar que se use a la mujer como un objeto”. A través de esta práctica, la artista refleja un conjunto de desigualdades de género relacionado con los estereotipos de belleza. “Lo que me parecía importante era hablar de que las mujeres siempre hemos sido las musas, por ejemplo, en los museos hay miles de mujeres representadas pero no autoras”.
“Parto del maquillaje porque mi trabajo es autobiográfico”, comparte la autora quien ha diseñado esta muestra con motivo del Día Internacional de las Mujeres. “Es mi historia personal porque en un momento de mi vida empecé a maquillarme mucho y me di cuenta de cómo algo, que al principio me hacía verme bien, bonita, después se convertía en un arma de doble filo porque cuando me lo quitaba empezaba a no gustarme, a no reconocer lo que de verdad era yo”, explica.
La toledana utiliza su arte como crítica hacia una sociedad que “nos va inculcando desde pequeñas el hábito de maquillarnos para que después permanezca en nuestro subconsciente creando patrones de conducta que se van repitiendo y nos van afectando en nuestro día a día, en nuestro trabajo o en nuestra forma de vestir”.
En las obras de Jímenez artículos como pintalabios o pintauñas “se convierten en armas” que dañan, poco a poco, a corto y largo plazo, a muchas mujeres. “Con la exposición busco reflejar que al principio el maquillaje es bueno y te hace ver bien, pero luego se convierte en una agresión que causa dolor”.
“Quería hacer mucho hincapié en la perspectiva autobiográfica de esta exposición porque yo no estoy ni a favor ni en contra del maquillaje”, añade. “Yo reflejo mi propia historia personal en la que el maquillaje causa dolor”, subraya la artista quien entiende a aquellas mujeres “a quien el maquillaje les empodere y que se sientan bien, pero también hay gente a la que le pasa todo lo contrario”.
El arte como crítica social
Jimenez considera que su trabajo, “el arte, es una herramienta sencilla para que la gente entienda” las desigualdades de género, los micromachismos o los estereotipos que afectando a las mujeres. “Me interesa utilizar el arte como una crítica, como una forma de cambiar el mundo y de transformar la conciencia”.
Desde su profesión, la toledana ha podido comprobar que muchos de los machismos que ella denuncia hoy son los mismos que ya denunciaron e intentaron cambiar las feministas de los 60. “Me parece que es algo que tristemente sigue ocurriendo. En mis trabajos he utilizado referentes de la segunda Ola Feminista que reflejaban el machismo a través del arte y he visto en sus citicas, que después de tantos años seguimos pidiendo los mismos cambios”.
“Esta exposición es el resultado de una necesidad de lucha y reivindicación propia que puede englobar a todo un colectivo”, añade Jiménez-Bazo.
“La pintura me lleva acompañando toda la vida”
Las obras de esta artista toledana, graduada en Bellas Artes y que actualmente reside en París trabajando como diseñadora gráfica, cursó sus estudios en el Instituto Universidad Laboral. “Traer la exposición aquí ha sido complicado pero merecía la pena, me hacía mucha ilusión porque soy de aquí y porque soy antigua alumna del Instituto… Además, creo que es un lugar muy bueno por la función didáctica de la obra ya que los adolescentes están en una etapa en la que todo el tipo de información que reciben repercute en su futuro”.
Un total de 16 obras de gran tamaño y dos poemas conforman una muestra en la que el arte y las nuevas tecnologías se dan la mano. Y es que, aunque las piezas parecen fotografías no lo son pues Jiménez utiliza la técnica de la digitalización. “Lo que hago es utilizar el escáner como herramienta de creación artística, es una especie de fotografía pero yo no utiliza una cámara de fotos, utilizo un escáner que me permite hacer estos trabajo”.
“A través del escáner digitalizo restos de maquillaje que se convierten en esa agresión”, nos explica. “Utilizo esta técnica bastante, porque tiene algo interesante: la inmediatez. Me gusta mucho porque te permite capturar ese instante, un momento determinado, pero también utilizo otra técnicas”.
Además del uso de las nuevas tecnologías, esta artista también crea obras en óleo y pastel. “La pintura me lleva acompañando toda la vida… ahora trabajo mucho utilizando los medios tecnológicos como herramientas artísticas”.
Jiménez-Bazo, quien combina su trabajo con el arte, ha dado a su muestra el nombre de ‘MAKAR el arte de desencontrarse’ no por casualidad. Y es que ‘makar’ “viene del germánico antiguo y significa amasar o modelar”. Tal y como concreta Jiménez, el maquillaje cambia a las mujeres para adaptarlas a los estereotipos sexistas de belleza. “La acción de maquillar creo que consiste en esculpir un rostro nuevo, como un pintor cuando empieza a pintar y crea todo un diseño nuevo”.
‘MAKAR el arte de desencontrarse’ es la tercera exposición de esta toledana en su ciudad. Podrá verse hasta el próximo 8 de junio de lunes a viernes, en horario de 8.15 a 14.15 horas y de 16 a 22 horas.