El parque de viviendas en España es muy dispar. Las diferencias geográficas, la antigüedad de los edificios y los cientos de normativas y planes urbanísticos municipales han ido configurando un mapa de edificación residencial totalmente variado. Para poder hacer una fotografía a este respecto, el Ministerio de Fomento realiza cada diez años un análisis por comunidades autónomas. El último se publicó recientemente, tiene como base el censo de viviendas de 2011 -el último publicado en España- y en el mismo se establecen una serie de variables que ayudan a conocer el parque residencial y su “intervención prioritaria”, es decir, el que muestra mayores carencias por sus características.
Se da la circunstancia de que en Castilla-La Mancha salió recientemente a información pública el proyecto de decreto por el que se regula el Informe de Evaluación del Edificio (IEE), que será de aplicación a toda construcción o edificación catalogada o con algún tipo de protección patrimonial, así como a todas aquellas que tengan una antigüedad superior a 50 años. Los ayuntamientos de esta comunidad autónoma van a convertirse en pieza clave en el nuevo decreto de evaluación de inmuebles y además el Gobierno regional quiere que en estas 'ITV' de edificios se simplifiquen los trámites. No en vano, son necesarias para solicitar ayudas a la rehabilitación edificatoria.
A la luz del informe del Ministerio Fomento, en el caso de Castilla-La Mancha, su amplio medio rural es una de las claves para entender sus particularidades, pero hay muchos factores incluidos en el estudio:
1. Un amplio carácter rural
Según el informe, Castilla-La Mancha contaba en 2011 con 2,1 millones de habitantes y 1,2 millones de viviendas (un 4,9% del total estatal). Actualmente, este parque se caracteriza principalmente por su carácter rural, “muy superior al del resto del Estado”.
Concretamente, el 43,5% de las viviendas (frente al 16,7% a nivel estatal) y el 32,6% de la población se concentran en los municipios menores de 5.000 habitantes. Estas cifras aumentan hasta representar el 66,9% y el 59,5%, respectivamente, para los menores de 20 mil habitantes.
2. Dispersión en extensión y antigüedad
Los anteriores datos conllevan, de acuerdo a las pautas estales de distribución del parque por tamaño del municipio, una mayor proporción de viviendas no principales (36,7%) y un mayor porcentaje de viviendas unifamiliares (57,1%).
También se observa una mayor importancia de los grupos de viviendas unifamiliares construidas de 1941 y 2007 (45,7%) -más antiguas- y de plurifamiliares de 1981 a 2007 (19,7%). No obstante, en general, el parque edificatorio es más reciente: un 51,8% se construyó después de 1980, frente al 44,4% estatal.
3. Intervención prioritaria: accesibilidad e infravivienda
Un dato significativo es que, con carácter general, las carencias en accesibilidad son menores que para el total estatal, con el 5,4% del parque total (unas 66.000 viviendas); mientras que las vinculadas con el estado de conservación son ligeramente mayores y afectan al 7% de su parque (85.000). mil). El parque que presenta simultáneamente ambos problemas es solo el 0,5% del total y dentro de las variables relativas a infravivienda, destacan las viviendas sin baño o ducha, que suponen el 0,6%.
Con mayor profundidad, el informa desvela que un 31,8% del parque con carencias de accesibilidad y/o estado de conservación lo constituyen viviendas plurifamiliares construidas de 1961 a 1980, siguiéndole en importancia los grupos de unifamiliares construidas entre 1941 y 2007, 23,8%, y las construidas antes de 1940, 19,9%.
4. Menor peso del parque principal
Este factor esta derivado del amplio medio rural. El parque principal tiene en Castilla-La Mancha un menor peso sobre el total en esta comunidad autónoma (63,3%), en relación a su mayor carácter rural. Sólo el 29,3% del parque principal se encuentra en municipios mayores de 50.000 habitantes, frente al 53,1% para el Estado. Se trata del parque más reciente de los tres (un 55,2% se construyó después de 1980). Está compuesto por menos viviendas plurifamiliares (48,3%), siendo los grupos mayoritarios las viviendas unifamiliares construidas entre 1941 y 2007 (45,7%) y las plurifamiliares construidas entre 1981 y 2007(19,7%).
Por su parte, el parque secundario (20,5%), muestra unas pautas bastante distintas a las estatales. El porcentaje de unifamiliares es muy superior (80%) y se concentra muy mayoritariamente en el medio rural (el 74,3% en municipios menores de 5 mil habitantes). Además, se trata del parque más antiguo de los tres (el 44,3% se construyó después de 1980).
5. Viviendas vacías por debajo de la media
En Castilla-La Mancha, el estudio del Ministerio de Fomento destaca que las viviendas vacías (16,3%) son mayoritariamente plurifamiliares (51,1%), destacando los grupos de unifamiliares construidas entre 1941 y 2007 (32,8%) y de plurifamiliares entre 1981 y 2007 (20,3%). También se concentran mayoritariamente en el medio rural (un 42,4% en municipios menores de 5.000 habitantes). Son, además, las más afectadas por las carencias de accesibilidad y/o estado de conservación.
En los municipios mayores de 50.000 habitantes, un 23,1% de las viviendas plurifamiliares vacías y un 21,2% de las viviendas plurifamiliares secundarias presentan carencias de accesibilidad. Y de nuevo, estas pautas por uso cambian para los municipios menores. Concretamente, en los municipios menores de 20.000 son las viviendas principales las que están en peor estado, con un 8,9% de ellas con estas carencias.
6. Diferencias entre municipios urbanos y rurales
Los datos demuestran que Castilla-La Mancha cumple las relaciones entre tipología, uso del parque y tamaño del municipio enunciadas para el conjunto de España. En el informe se relaciona la vivienda principal plurifamiliar a los municipios de mayor tamaño y una mayor proporción de parque no principal con los municipios menores.
De esta forma, las diferencias entre los municipios castellano-manchegos se manifiestan, en primer lugar, en el hecho de que en localidades mayores de 50.000 habitantes destacan las viviendas plurifamiliares construidas entre 1981 y 2007 (36,6%) seguidas por las de 1961 a 1980 (34,6%). En segundo lugar, en los municipios comprendidos entre 20 y 50.000 habitantes destacan las unifamiliares construidas entre 1941 y 2007 (33,4%), seguidas por las plurifamiliares de 1981 a 2007 (32,8%). El parque principal representa aquí el 78,8% mientras que el vacío es el 14,1%.
7. Edad media de viviendas en las capitales
Atendiendo a cada una de las capitales de provincia, las dos ciudades Patrimonio de la Humanidad son las que tienen las más antiguas en venta: Toledo con una media de 42 años y Cuenca, con 38 años. En Ciudad Real, esta cifra se reduce a los 34 años; en Albacete se sitúa en los 31 años y en Guadalajara en los 33 años. Todas ellas están por debajo de la media nacional de antigüedad, fijada en los 45 años.