Hace más de 15 años que Alejandro Alder, colombiano afincado en España, milita en el activismo LGTBI. Primero lo hizo en la asociación Iguales de Salamanca, después fue presidente de Bolo-Bolo en Toledo, y posteriormente realizó funciones de organización y coordinador del área internacional de la Federación Estatal de Lesbianas, Transexuales, Gais y Bisexuales (FELGTB). Ahora recibirá un reconocimiento dentro de los actos de ‘Toledo Entiende’, la semana del Orgullo en Toledo, ciudad a la que sigue vinculado con su colaboración y participación en cuantas actividades se realizan para la visibilidad, la igualdad y la defensa de los derechos humanos.
“Entiendo el Orgullo como un espacio de reivindicación totalmente necesario para visibilizar nuestros derechos y nuestra realidad. Siempre ha sido una herramienta de cambio y de contención a la homofobia, de esa parte de la sociedad que siempre ha querido limitar nuestros derechos”, argumenta.
La memoria de Stonewall
En la capital castellano-manchega, esa lucha nunca ha tenido tregua y sigue ganando activos. Un grupo de jóvenes lleva a cabo el proyecto ‘Stonewall Toledo', que está trabajando con Bolo-Bolo. Conmemora los sucesos que se produjeron hace 50 años en el bar Stonewall Inn de Nueva York, donde un 28 de junio de 1969 las mujeres transexuales negras y latinas dijeron “basta” al acoso y a la persecución que sufrían por parte de la policía.
Lesbianas, gais bisexuales y transexuales salieron del establecimiento y se enfrentaron a las fuerzas policiales, por parte de quienes sufrían agresiones, amenazas y extorsiones. “Ahí nace el movimiento LGTBI a nivel mundial: desde la primera piedra que tira Sylvia Rivera, transexual puertorriqueña, junto con otras muchas personas”, subraya Alejandro Alder.
Ese es el motivo por el que considera que este movimiento “le debe muchísimo a las mujeres trans”, porque han sido “de las más visibles y, desafortunadamente, de las más vejadas por la LGTBIfobia”. De hecho, al hilo de ello, menciona a dos mujeres trans de las que ha aprendido mucho y que dice admirar profundamente: María José Hernández, periodista toledana que ha “dado la cara desde inicios de los 80 y ha ayudado a normalizar la sexualidad en Castilla-La Mancha”; y Carla Antonelli, diputada del PSOE en la Asamblea de Madrid, que “también vivió la represión durante la última parte del franquismo y ha hecho de su visibilidad una bandera para todas y todos”. “Ellas fueran mi referente y lo siguen siendo”.
Avanzando en el tiempo y con carácter general, el activista recuerda que fue en 2005, cuando el Gobierno socialista aprobó el derecho al matrimonio homosexual, y posteriormente con la regulación de las adopciones y de la identidad de género, cuando el colectivo LGTBI comenzó a alcanzar una dignidad “que antes ni siquiera la podíamos materializar porque ni la habíamos vivido”.
Menciona a Boti García, histórica referente del movimiento y ex presidenta de la FELGTB, como su gran maestra. “Me enseñó, hace mucho tiempo, que con los derechos humanos hay que tener mucho cuidado porque los alcanzamos pero podemos retroceder. Luchamos cuando el PP recurrió ante el Tribunal Constitucional el matrimonio entre homosexuales, pero ahora tenemos otro problema, con un sector de la extrema derecha que quiere colocarnos en el pasado, proponiendo terapias de reconversión y que se anulen las leyes autonómicas LGTBI. Y no es solamente eso, porque quienes se sientan y pactan con ellos son igual de cómplices”.
Considera en este contexto que el Orgullo LGTBI 2019 es “absolutamente reivindicativo, más que nunca”, ya que “saldremos a la calle a mantener nuestros derechos humanos, nuestra dignidad”. “Le haremos saber a todo el mundo que no vamos a permitir que nos lleven al pasado, porque nuestra forma de amar y de crear nuestras familias va a seguir estando protegida”.
"Hijos e hijas del movimiento feminista"
Según Alejandro Alder, echando la vista atrás, es importante tener en cuenta que el activismo de este colectivo está muy bien construido desde el punto de vista ideológico. “Somos hijas e hijos del movimiento feminista, como movimiento social estamos haciendo activismo y respondiendo adecuadamente a estas amenazas. Antes incluso de que hubiera avances, hemos fomentado la igualdad y hemos visibilizado, porque lo que no se ve no existe y somos un colectivo con mucha diversidad y pluralidad”.
Finalmente, en una región como Castilla-La Mancha, con mucha población en el medio rural y cada vez más envejecida, ha pedido que se apruebe ya la prometida Ley LGTBI. “El PSOE se comprometió, yo confío en su palabra, en la de García-Page y en la del portavoz del Gobierno, quien ha dicho que va a salir adelante. Tendemos la mano, estamos ahí para cerrar los pequeños flecos que haya, y esperamos y deseamos tener esa ley en la primera parte de esta legislatura”.