Toledo ha sido la ciudad elegida para presentar ‘Un millar de grullas’ el último trabajo del historiador Bienvenido Maquedano. El acto que se ha celebrado en Urbana6, presentado por Javier Mateo, ha contado además con la presencia del ilustrador del libro, Jaime Villanueva y el toledano experto en papiroflexia Javier Caboblanco. Se trata del tercer libro ilustrado que pública el escritor desde que comenzó su andadura en la literatura infantil hace ocho años. “El público infantil es muy fiel, todos los niños quieren que les cuenten historias”.
‘Terribles criaturas’ fue su primer libro dirigido para niños de entre 7 a 12 años; ‘Diez gusanitos’ fue su segundo trabajo aunque en esta ocasión dirigido a prelectores, para niños de entre 1 y 6 años que todavía no saben leer pero pensado para que sus padres puedan leérselo. Este tercer libro, por su parte, va dirigido a todo tipo de público, no solo infantil sino también adulto, por lo que con este trabajo persigue llegar a todas las edades.
¿Qué es ‘Un millar de grullas’? Básicamente el argumento se centra en una chica japonesa que pasa horas sentada en un banco haciendo grullas de papel. Atraído por lo exótico de la joven y de su comportamiento, un curioso padre de familia español busca la forma de acercarse a ella y de entender por qué repite siempre la misma figura. El encuentro de dos culturas muy diferentes da lugar a un desenlace inesperado. Este libro cuenta además con 36 páginas ilustradas a todo color por Jaime Villanueva.
“Desde el principio tuvimos claro que queríamos dar al libro una estética ligeramente japonesa, tanto en el formato como en las ilustraciones. De hecho una de las primeras ideas era la de una encuadernación imitando los viejos libros ilustrados japoneses. Aunque en nuestras cabezas eso nos parecía perfecto, cuando nos pusimos con ello vimos que lo de la encuadernacion no era nada practico, así que conservamos el formato y estilizamos mas el dibujo, simulando la ilustración japonesa de acuarela”, explica Villanueva.
Según el ilustrador el dibujo es el complemento perfecto de un buen texto. “A los manuscritos medievales ilustrados se les llamo manuscritos iluminados, yo nunca lo podría hacer descrito mejor. Es mas, me gustaría que incluso las novelas estuvieran todas ilustradas. Para mi es fundamental, pero claro, yo soy ilustrador y solía leerme los cómics mirando las viñetas sin leer los bocadillos”.
Para el autor, los libros funcionan según como los muevas. "Por la experiencia de los dos anteriores, en el momento en el que tomas contacto con el lector tiene muy buena acogida, porque tienen muy buena imagen, buen acabado, de mucha calidad y creo que hoy en día los libros en papel solo tienen sentido si las ediciones son cuidadas porque son la alternativa al libro electrónico”, señala el autor. “Apuesto por los libros ilustrados porque son lo más opuesto posible a la literatura que te encuentras en formato electrónico”.
Según el historiador, la respuesta del público ha sido buena con sus dos trabajos anteriores, ya que ambos al igual que su actual libro están pensados para consumir en un entorno cercano, “hasta el día que me fiche Planeta y lo convierta en un best seller”.
“Lo que hace que se mantenga una librería hoy por hoy sobre todo son las ventas de literatura infantil porque cuando los niños son pequeños, leen o les leen y se lleva todavía regalar cuentos a los niños. Lo que dicen los libreros es que a partir de la adolescencia ese público se pierde aunque se vuelve a recuperar con la juventud”. En la ciudad de Toledo se puede comprar 'Un millar de grullas' en la librería Hojablanca o en La Madriguera de Papel.