El viceconsejero de Medio Ambiente, Fernando Marchán, ha visitado los montes públicos de 'Los Gavilanes', para comprobar 'in situ' como continúan desarrollándose los trabajos de recuperación de la vegetación en los montes públicos de la provincia de Toledo que sufrieron daños importantes tras el paso de la borrasca Filomena este pasado mes de enero. Marchán ha destacado que, pese a que han pasado ya cinco meses, los desperfectos que causo el temporal fueron de tal calibre, que el Ejecutivo regional sigue trabajando en las zonas afectadas.
"Dentro de lo posible, queremos que tanto los montes públicos, como las zonas recreativas que fundamentalmente están en los márgenes de la A-42, recobren un aspecto lo más parecido a su estado original y nuestros ciudadanos puedan continuar disfrutando de los mismos con total seguridad, a la vez que evitamos riesgos de incendios forestales", ha dicho Merchán.
Al respecto, el viceconsejero ha recordado que, tras una inversión inicial de 40.000 euros del Gobierno de Castilla-La Mancha para paliar las necesidades más urgentes que había provocado la borrasca, "de la mano del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico estamos gestionando casi 300.000 euros con los que completamos los trabajos selvícolas de recuperación en las casi 100 hectáreas afectadas, puesto que consideramos que recuperar y conservar nuestros espacios naturales es una prioridad".
Repartidos por localidades, se están llevando a cabo trabajos de recuperación de monte público y vegetación en 20 hectáreas de Toledo capital; en otras 20 en Olías del Rey; en 12 en Villaluenga; 10 en Yuncler; 13 en Yuncos; y en 20,50 de Madridejos.
Los tratamientos que se están realizando son, fundamentalmente, el apeo y tronzado de árboles; la poda de árboles de grandes dimensiones; el desembosque de restos de poda, ramas y raberones, así como el astillado de estos restos, y su transporte a una planta de tratamiento de biomasa, además del acondicionamiento de diferentes zonas dañadas.
Según las estimaciones, el temporal afectó al 25 por ciento de la superficie forestal de Toledo.