Definir, ordenar y optimizar el funcionamiento de los servicios destinados a niñas y niños de 0 a 6 años con dificultades en su desarrollo, tanto transitorias como permanentes, es el objetivo del anteproyecto de Ley de Atención de Atención Temprana de Castilla-La Mancha. El Ejecutivo de Emiliano García-Page ha preparado una amplia normativa para universalizar estos servicio que se centra en cuestiones como los grupos de apoyo, dando prioridad a la intervención en el “contexto natural” de la infancia frente a los centros especializados en Desarrollo Infantil y Atención Temprana (CDIAT).
Con la aprobación de esta ley, el Gobierno regional quiere regular también la coordinación entre las tres consejerías de la Administración autonómica implicadas en la protección de estos niños y niñas: Bienestar Social, Sanidad y Educación. El enfoque en cualquier caso estará “centrado en la familia”, es decir, se basará en prácticas que potencien su capacidad para mejorar el desarrollo de los niños y niñas a través de “oportunidades de aprendizaje todos los días”.
El Servicio de Atención Temprana es el conjunto de intervenciones, dirigidas a los niños y niñas con dificultades en su desarrollo sensorial, motor, cognitivo, comunicativo o social o que se encuentren en una situación de riesgo biológico y/o social de que dichas dificultades de desarrollo aparezcan, a sus familias y al entorno.
Estas intervenciones se llevan a cabo por profesionales especialistas con carácter transdisciplinar mediante un plan individual de apoyo a la familia que se desarrollan con carácter general desde el nacimiento. La ley también se centra en que estas personas aspiren a un conocimiento más completo de las circunstancias y necesidades de cada familia incorporando a su práctica una visión de equipo que va “más allá de lo aprendido en cada disciplina”.
Empoderamiento de las familias
Mediante la nueva normativa se quieren promover actuaciones de prevención para disminuir la aparición de trastornos en la población infantil y reducir los efectos de una deficiencia o déficit sobre el conjunto global del desarrollo del niño o la niña. Para ello, además del empoderamiento de las familias, la Junta quiere facilitar la incorporación al sistema educativo en las mejores condiciones, promover la participación e inclusión y mejorar la calidad de vida familiar.
Es el motivo por el que recoge que, siempre que sea posible, se priorizará la intervención en los contextos naturales del niño o niña y la familia frente a la intervención en el centro de Desarrollo Infantil y Atención Temprana, pudiéndose complementar con otras modalidades de intervención como la teleintervención (mediante el uso de tecnologías de la comunicación) cuando la situación familiar o de contexto así lo requiera.
El anteproyecto de ley dedica buena parte de su articulado a regular las funciones de los profesionales de atención temprana, entre ellas apoyar y acompañar a las familias y cuidadores, promover el “apego positivo” entre los niños y niñas y su familia, identificar sus capacidades y necesidades funcionales, analizar los entornos para asegurar la participación plena, impulsar el trabajo de apoyo especializado en los entornos naturales y promover la coordinación con otros recursos comunitarios.
Documento con todo el proceso de intervención
La importancia que este nuevo texto normativo da a las familias se refleja además en la regulación de un documento que se suscribirá entre la familia y los profesionales y que recogerá todo el proceso de intervención, firmado por ambas partes y por el coordinador o coordinadora provincial de atención temprana correspondiente.
Por otra parte, el anteproyecto detalla las competencias de cada una de las consejerías implicadas en atención temprana: el sistema sanitario, el educativo y el de servicios sociales. Precisamente, en el ámbito de la educación, se precisan las pautas a seguir antes de la escolarización y durante la misma, y por ello regula la transición al sistema educativo en un apartado específico.
Con el fin de facilitar la inclusión de cada niño o niña en la vida del centro educativo, así como el trabajo de apoyo que se realice en el mismo, la ley establece se creará un equipo de apoyo a la transición al sistema educativo para cada niño o niña. Este equipo estará formado por la familia del niño o niña, dado que son las personas que mejor conocen a su hijo o hija, el profesional de referencia del equipo de atención temprana y el profesional o profesionales de referencia del centro educativo en el que se escolarice al menor. El periodo de transición al sistema educativo se iniciará, en todo caso, antes de la escolarización del niño o niña al segundo ciclo de Educación Infantil.
Por último, el anteproyecto prevé la creación de la Mesa de Atención Temprana como instrumento de coordinación y colaboración entre las consejerías competentes y su composición estará formada por profesionales de los tres ámbitos implicados. También se constituirá en cada una de las provincias de Castila-La Mancha una Comisión Técnica Provincial de Atención Temprana, con el objetivo de fomentar esa misma coordinación y posibilitar la mejor realización de cada Plan individual de apoyo a la familia.