Con la legislatura acabada ha salido a información pública el borrador de la nueva Estrategia de Educación Ambiental de Castilla-La Mancha. Se trata de una ambiciosa planificación con horizonte 2030 que se ha elaborado conforme a un proceso participativo en varias fases, entre ellas varios grupos de trabajo donde también ha colaborado eldiario.es de Castilla-La Mancha (eldiarioclm.es). El texto, que busca renovar el actual Plan Regional de Educación Ambiental (PREA), queda a expensas de lo que dicten las urnas el próximo 26 de mayo y del próximo gobierno. En el mismo se establecen una serie de líneas de actuación adecuadas a la evolución de la última década, sobre todo en cuanto a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Toda la planificación se ha orientado a partir de los ámbitos prioritarios de la Hoja de Ruta de la UNESCO, convirtiendo y adaptando los mismos.
Además de desarrollar en las personas actitudes y comportamientos favorables a la conservación del medio ambiente, la Junta ha incorporado otros objetivos de “dimensión social” como el fin de la pobreza y el hambre, la igualdad de género o la distribución equitativa de la riqueza, dando “un enfoque global e integrador al proceso educativo”. Todo ello vendrá impulsado desde la Administración autonómica adaptándose a las nuevas corrientes de educación ambiental surgidas en los últimos años. Pero también busca la participación de las entidades sociales y de la ciudadanía organizada.
Todo el documento está realizado igualmente con perspectiva de género y bajo la premisa principal del “aprendizaje a lo largo de la vida”, es decir, la educación ambiental como parte integral de una educación de calidad desde la infancia a la madurez, tanto en la educación no formal como en la informal. “Reconocemos que todas y todas tenemos aprendizajes informales, indispensables para la vida, para la convivencia, para nuestro desarrollo personal y para el desarrollo sostenible”, subraya.
Considera por ello fundamental “empoderar a la ciudadanía con recursos y metodologías que ayuden a impulsar el cambio mediante la acción y la experimentación”. Para ese objetivo establece como primordiales el aprendizaje autodidacta, la participación y la interdisciplinariedad. Con todo, pretende estimular el “pensamiento crítico e innovador” desde la educación, y para ello considera esencial la creación de entornos “justos y sostenibles”.
Una alianza entre la 'ecodependencia' y la juventud
Una de las principales novedades del documento es el afrontar que la educación ‘verde’ en Castilla-La Mancha debe hacerse afrontando la 'ecodependencia' e integrando la diversidad de entornos y la complejidad del territorio. Por eso, establece que la educación ambiental debe convertirse en alidada para la preservación del medio rural pero también para los “desafíos urbanos” y para una ciudadanía “consciente y activa”. En su elaboración se han tenido en cuenta los informes recientes que alertan de las nefastas consecuencias que tiene el cambio climático para esta comunidad autónoma. En este sentido, la educación “debe ser el motor y la herramienta de cambio” para la sensibilización.
Pero, ¿cómo hacerlo? La respuesta la encuentra en las personas jóvenes. “Su capacitación, motivación y compromiso serán claves” tanto por su capacidad para crear conciencia como por su potencial creativo e innovador donde imaginar una ciudadanía planetaria basada en el consumo consciente y responsable”. Habla así de “empoderar y movilizar a la juventud” y de multiplicar las iniciativas en materia de educación ambiental entre ellos y ellas.
El documento adelanta una serie de herramientas en este objetivo concreto. Reconoce en primer término el impulso del papel de la Universidad y de la Formación Profesional (FP) como ámbitos claves, y por ello propone crear un grupo de trabajo en ambos entornos sobre la Educación para el Desarrollo Sostenible, así como un encuentro juvenil enfocado en estas líneas de actuación. El objetivo final sería, entre otras cuestiones, incorporarlo en los programas de estudio de grado y posgrado. Foros, programas, certámenes, concursos, becas de talento, ocio y cultura son otras las medidas incluidas en la Estrategia.
Y en este objetivo específico también propone programas de mentoría juvenil que favorezcan el desarrollo profesional de la juventud castellano-manchega en educación ambiental y crear un foro o plataforma juvenil para difundir y trabajar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Entre las iniciativas más destacadas se encuentra asimismo desarrollar un programa y bolsa de empleo en el ámbito de la educación ambiental, denominado ‘Empleaverde Joven’, así como un perfil de educador/a en desarrollo sostenible especializado en el medio rural y municipal.
Junto a todo ello, y de manera más general, la Estrategia propone modificar los entornos de aprendizaje y fortalecer las capacidades educadoras, para lo cual defiende impulsar la capacitación en Educación Ambiental del entorno educativo y profesional. Pero también en el terreno municipal, aboga por acelerar las soluciones sostenibles dentro de las comunidades locales y de los agentes implicados en esta tarea.
Un dato muy significativo es la introducción del denominado “aprendizaje para la acción”. Se trataría de fortalecer y actualizar la Agenda 21 escolar para los cuatro ejes temáticos de la Educación para la Sosteniblidad que marca la UNESCO: cambio climático, biodiversidad, reducción del riesgo de desastres naturales y producción y consumo sostenible. Se extenderían así por todo el ámbito escolar las experiencias en proyectos de sostenibilidad para su conocimiento por parte de los alumnos, y al mismo tiempo, se crearía un espacio de asesoramiento y formación permanente para el profesorado.
Porque si algo resulta fundamental en estos objetivos es el fortalecimiento de las capacidades educadoras. Para ello se impulsarán acciones formativas para los profesionales del sector, especialmente en ámbitos relacionados con las nuevas tecnologías, las redes sociales la co-creación. También se elaborará un diagnóstico sobre las necesidades del profesorado (tanto en educación formal, como en FP y universidad), y se promoverá un encuentro regional para la Educación en Desarrollo Sostenible.
Aunque la concepción de esta estrategia castellano-manchega está orientada al horizonte 2030, el Gobierno regional considera que la escala de planificación a 11 años es excesiva, por lo que para el desarrollo se plantea un horizonte medio para 2025, fecha en la que se deberá acometer un proceso de revisión que permita replantear este instrumento para el siguiente periodo. Esto posibilitará “planificar las acciones y ajustar el presupuesto que se vaya asignando a cada etapa de una forma sostenida y asumible”.