En cualquier tipo de organización el valor más preciado son las personas y en sectores especialmente claves para nuestra vida diaria, como el sector sanitario, lo son aún más.
La situación a corto plazo de miles de trabajadores en el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha es de una preocupación extrema por el hecho de las altas tasas de temporalidad que existen, cercanas al 35%, pero que en algunos servicios llegan a representar el 95% de los trabajadores, y como consecuencia directa del inminente mega concurso de traslados anunciado a bombo y platillo por el consejero de sanidad y por la directora gerente del SESCAM y que va a suponer la oferta de 5.400 plazas vacantes a concurso de traslados en nuestro servicio de salud el próximo 24 de enero. Este hecho tiene una trascendencia muy importante para los miles de trabajadores temporales del SESCAM pues sería el tercer concurso de traslados consecutivo, años 2010, 2015 y 2018, sin una oferta de empleo público –OPE– desde el año 2009. No se entiende que a los miles de trabajadores temporales que hay en las plantillas de los distintos hospitales y centros de salud de nuestra comunidad autónoma, muchos de los cuales llevan más de diez años con contratos temporales, se les niegue el derecho a poder optar a una plaza de empleo fijo desde el año 2009 y que además se les imponga la espada de Damocles que supone este concurso de traslados pues muchos de ellos serán desplazados o enviados al paro por los trabajadores fijos que opten legítimamente a una plaza mediante este sistema de empleo público. Nadie puede negar el derecho del personal fijo a desplazarse pero tampoco se puede negar el derecho que tienen los trabajadores temporales o en paro a poder optar a una plaza mediante una oferta de empleo público.
Pero, siendo extrema la situación esta es especialmente grave en lo referente al personal facultativo médico pues no solo soportan las mismas altas tasas de temporalidad que el resto de trabajadores sino que ante la creciente demanda de médicos por parte de otras comunidades autónomas, las cada vez peores condiciones de trabajo en nuestros centros e instituciones sanitarias y las perspectivas de ser desplazados o perder el empleo a corto plazo como consecuencia de este inminente tercer concurso de traslados consecutivo en el SESCAM se están yendo o pensando en irse a otros servicios de salud donde tienen mejores condiciones laborales y unas convocatorias regulares de empleo público. A nadie se le escapan las consecuencias que puede tener el quedarnos cada vez con menos médicos en nuestra comunidad.
Llevamos muchos años soportando unas tasas de empleo temporal cada vez mayores, unas sobrecargas de trabajo desmesuradas por la escasez de las plantillas y unas condiciones laborales que empeoran día tras día.
La consecuencia de todo lo anterior, al menos en lo que respecta a los médicos, es que nuestro servicio de salud no es precisamente de las primeras opciones elegidas para trabajar, ni tan siquiera para formarse como médicos especialistas, y desgraciadamente sí es uno de los primeros en ser abandonados a poca opción que se tenga.
El consejero de sanidad y la directora gerente del SESCAM se equivocan, en términos de una adecuada política de recursos humanos, al convocar un nuevo concurso de traslados, el tercero consecutivo, y no convocar una oferta de empleo público que de la posibilidad a los miles de trabajadores temporales y en paro a optar a una plaza de empleo fijo. Y esto no lo pienso yo solo sino que lo oigo todos los días de los cientos de trabajadores temporales de mi centro de trabajo.
Señor consejero de Sanidad, ahora no tocaba un concurso de traslados sino que ahora tocaba una oferta de empleo público.
Dr. Juan José García Cruz
Médico Anestesista del Hospital Virgen de la Salud de Toledo