La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha denunciado la "inaceptable sobrecarga" de trabajo de los facultativos de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Complejo Hospitalario de Toledo desde marzo de 2020. De este modo, recuerdan que los profesionales han "doblado" el número de guardias que realizan al mes desde el inicio de la pandemia de coronavirus. "Además de que se han visto obligados a asumir la realización de refuerzos de tarde y guardias mixtas, que conllevan una parte presencial y otra parte localizada", afirman. Aunque el esfuerzo se ha asumido por los facultativos, el sindicato reclama a la Gerencia del Complejo Hospitalario medidas urgentes.
La plantilla médica con la que cuenta el servicio en la actualidad es de 26 efectivos: 13 trabajadores en el Área de Polivalentes y otros 13 en el Área de Neurocríticos. Sin embargo, "sólo 18 facultativos" realizan guardias debido a que hay ocho bajas por adaptaciones de salud laboral y por exenciones por superar los 55 años de edad.
Este número de profesionales no puede asumir tres UCI en centros de trabajo diferentes porque suponen cuatro puestos de guardia diarios. “Tras un año en el que lo han dado todo, en el que han luchado en situaciones muy difíciles salvando vidas y sufriendo una auténtica pesadilla, estos trabajadores se encuentran totalmente exhaustos, merecen soluciones”, señala Victoria Gutiérrez, delegada de Prevención de Riesgos Laborales de CSIF en el SESCAM.
A esta situación, explican, se une la posibilidad de que el 30 de junio se cierre la UCI del Hospital Nacional de Parapléjicos, lo que genera dudas sobre dónde se van a reubicar los pacientes tratados en este centro teniendo en cuenta las escasas camas libres en las unidades de intensivos de los hospitales Virgen de la Salud y Provincial.
“Todo esto está produciendo un estado de ansiedad, desmotivación y estrés que está perjudicando la salud física y mental de los facultativos, dado que se está prolongando en el tiempo una situación que debió haber sido puntual en los primeros meses de pandemia y que, a día de hoy, 15 meses después, sigue totalmente vigente”, añade Gutiérrez.
CSIF expone que se han reforzado el resto de categorías profesionales de UCI, aunque sea de manera insuficiente, pero no ha ocurrido lo mismo con los facultativos al no haberse producido ninguna incorporación. Por ello, se reclama de manera inmediata un informe del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del Sescam sobre la carga de trabajo del área médica de la UCI del Complejo Hospitalario de Toledo y, por otra parte, que se proceda, con la mayor brevedad posible, a la contratación de personal facultativo para que la presión asistencial se reduzca sobre este colectivo y no se perjudique más su salud física y mental.