La humillación de verse representado por tan solo seis concejales en el Ayuntamiento de Toledo es de proporciones colosales. En las Cortes regionales, solo diez diputados y una evidente recuperación de su principal adversario, que vuelve a ganar tras dos elecciones consecutivas en las que se impuso el PP. Ninguna posibilidad en las diputaciones provinciales.
Ante este escenario desolador se imponen medidas y decisiones. Es imprescindible e inaplazable que los afiliados recuperemos la voz en Toledo y en Castilla-La Mancha, compartiendo reflexión y análisis para identificar y reparar los errores cometidos. Debemos redefinir nuestro proyecto político y trasladarlo a la ciudadanía, para volver a situar al Partido Popular como el gran partido de centro reformista y ganador, el que Pablo Casado reivindica.
Reivindico que un candidato y una candidata que han conducido a su partido a unos resultados nunca vistos tendrían que valorar, de manera inmediata, que responsabilidades deben asumir y si no deberían haberlas asumido ya. Podrían haber aprovechado la convocatoria de los órganos de dirección para efectuar un análisis honesto y razonado que, de forma inminente e incontestable, habría conducido a la única salida posible: ser consecuentes, aceptar los resultados en toda su magnitud y obrar en consecuencia.
Milito en el PP desde los 16 años y no vivo de la política. Analizar de forma crítica y constructiva y exigir responsabilidades tras semejante resultado electoral son derechos políticos valiosos además de prácticas civilizadas, si lo que queremos es pertenecer a un partido moderno, fuerte y sano. Aferrarse a un cargo, aguardar a que pasen los meses y regrese la bonanza sin querer considerar como propio tamaño fracaso es una opción que no merecemos quienes apostamos de verdad por este partido. Vivimos tiempos de democracias activas y exigentes a nivel de partido. Otros tiempos, más propicios para el encastillamiento numantino, ya pasaron.
Algunos no claudicamos, ni claudicaremos, porque compartimos un proyecto de progreso, ilusionante y coherente, apto para conectar con la mayoría social que otrora fuimos capaces de liderar en Toledo. Me pregunto qué pensarán de esta situación líderes como Agustín Conde, José Manuel Molina o la propia Dolores Cospedal… perfiles muy diferentes, qué duda cabe, pero con un común denominador: todos fueron netamente ganadores.
Artículo de opinión de Emilio S. Martínez Morales, Vocal de la Junta de Distrito del PP de Valparaíso-La Legua






