El último 'Barómetro Juventud y Género 2019. Identidades y representaciones en una realidad compleja' revelaba que la juventud española es cada vez más feminista. De hecho, el porcentaje de jóvenes que se declaraba feminista subía del 35% hasta casi llegar al 50% entre los años 2017 y 2019. Por tanto, no debe sorprender que los principales protagonistas de las marchas feministas que tuvieron lugar el 8 de marzo y el 25 de noviembre en Castilla-La Mancha fueron, de hecho, las y los jóvenes.
"¡El patriarcado me da patriarcadas!", gritaban durante la manifestación del 8 de marzo en las calles toledanas."¡Sola, borracha, quiero llegar a casa!" o "¡Un bote, dos botes, machista el que no bote!". Desde el colectivo Toledo Violeta, conformado principalmente por estudiantes y menores de 30 años, participaron también en la lectura reivindicativa del manifiesto del 8M, que tuvo lugar en la plaza del Ayuntamiento. Un papel muy destacado tuvieron también las jóvenes en las marchas de Albacete y Guadalajara, así como también en Ciudad Real, gracias a colectivos como Espinas.Así lo destacaban desde la Coordinadora Provincial ciudadrealeña: "La participación joven ha sido impresionante. Sobre todo hemos visto diversidad en edades, en procedencia, incluso en la forma de entender el feminismo pero con un lema común de unidad y lucha".
Según el barómetro, son principalmente ellas las que se considera feministas, un 67%, y especialmente de entre 15 y 19 años, un 58,8%. El perfil es que son mayormente personas que trabajan y estudian, con estudios universitarios, además de ser de ciudades de tamaño medio o medio grande. Por otro lado, los que no se consideran feministas son los hombres, un 57%, de entre 25 y 29 años y que están en paro, un 40%, y tienen estudios secundarios.
Contra el cambio climático, desde las ciudades
Otro de los grandes movimientos que lideraron los jóvenes castellanomanchegos fue el que exigía un cambio de modelo para frenar el cambio climático. Siguiendo también el camino de Greta Thunberg, Fridays For Future comenzó a expandirse por España desde principios de año, especialmente de cara a la huelga global que tuvo lugar en marzo de este año. En septiembre, fueron miles las personas que salieron a la calle para pedir medidas políticas que actuasen en contra del cambio climático.
En Toledo, fue especialmente simbólico el gesto de unos niños vestidos de amarillo que se subieron al escenario como un símbolo de la lucha vecinal contra el amianto, que lleva ya años exigiendo a la administración local que retire los residuos. "Salvemos nuestra tierra, porque mola mogollón", ¡Rebélate por la vida!", "es una urgencia, lo dice la ciencia", "¡Por un Tajo majo, trasvases al carajo!", "Macrogranjas, macrocacas", "En el Casco, las basuras las queremos reciclar" y "¡Frente al cambio climático, cambiemos el modelo", fueron algunos de los cánticos que se pudieron escuchar en la manifestación.
A finales de agosto se constituyó la asamblea local en Tomelloso del movimiento Fridays For Future, impulsado por jóvenes inspirados por las acciones de ciudades más grandes, como Madrid. "Se trata de contar como queremos ver nuestra ciudad. Los jóvenes tenemos que implicarnos en ese proceso, y promover un diálogo con el Ayuntamiento y sentir que estamos aportando a esto", afirmaba Hugo Abad, uno de los impulsores de la iniciativa, que recalcaba que se buscaba la participación de la juventud y celebraba que habían sido los estudiantes de institutos los que más se han implicado. El movimiento, además, registró un documento en el Ayuntamiento para implicar más a las instituciones: "Decidimos que lo mejor era utilizar la declaracion de emergencia climática para que el Pleno pueda aprobarla".
En la marcha de septiembre, en Albacete, cientos de jóvenes se reunieron para exigir cambios. "Entre toda la juventud, un rugido; entre toda la población, un clamor. Y todas juntas, gritamos por lo más valioso por lo que una persona puede luchar: un futuro". Así comenzó el discurso de Fridays For Future, en el que reclamaban que el "sistema actual en el que nos están hundiendo no es sostenible de ninguna manera".
"El planeta no es su monopolio y que la acción del individuo, aunque valiosa, no es nada si tenemos a todo un entramado en contra de nosotras". Por eso, advertían de que la crisis climática "no es sino la otra cara de la moneda" de una crisis de los recursos en las que las "más damnificadas siempre serán las mismas; las más pobres". Además, también para las más más jóvenes, afirmaban.
Sin Consejo de la Juventud
Después de que el Gobierno regional liderado por el PP cerrase el Consejo de la Juventud de Castilla-La Mancha, ha habido tibias declaraciones de intenciones para recuperar el órgano. En 2017, por ejemplo, el que fuera director general de Juventud, Juan Ramón Amores, impulsó el I Encuentro del proyecto "Participa, Debate, Cambia", en el que anunció que la región contaría con un órgano de participación y representación de la Juventud, del que carece desde 2013, cuando fue suprimido por el Partido Popular.
Sin embargo, dicho órgano todavía no existe. La Plataforma de la Juventud de Castilla-La Mancha se constituyó, de hecho, en septiembre del 2018 precisamente para impulsar la recuperación del Consejo. En una reunión con Izquierda Unida, la Plataforma aseguraba que es de "vital importancia" crear este Consejo, para defender los intereses y derechos del colectivo. Destacaban, además, que debe contar con capacidad para poder desarrollar sus iniciativas y proyectos de manera autónoma.