De dicha vivienda emanaba un fuerte olor, característico de este tipo de plantaciones, por lo que la Guardia Civil inició una investigación sobre la titularidad de esta propiedad, comprobando que esta estaba alquilada por un hombre que no vivía en ella de forma habitual y en la que se encontraba instalado este laboratorio valorado en unos 20.000 euros.
Tras localizar a esta persona, los agentes realizaron un registro en la propiedad y verificaron que toda ella estaba dispuesta para el cultivo intensivo de plantas de marihuana con una infraestructura en la que había solo plantas en fase de crecimiento en una parte de ella.
Igualmente la Guardia Civil constató con técnicos operarios de una empresa de electricidad, que existía un enganche ilegal del fluido eléctrico que abastecía la energía necesaria para este tipo de cultivos.
Por todo ello, el hombre ha sido puesto a disposición a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Guardia de Toledo.






