Apostar por el aceite ecológico y por el compromiso con la tierra y la biodiversidad como forma de asegurar el futuro para los olivos de Castilla-La Mancha y la necesidad de educar al consumidor, son dos de las conclusiones que se han extraído hoy de la jornada ‘Naturaceite. Producción agraria en el olivar biodiverso’, que se ha celebrado la finca Los Lavaderos de Rojas de Toledo organizada por la Fundación Global Nature y eldiarioclm.es, en colaboración con Molinos de Aceite de Toledo’.
Sobre la mesa, los 14 ponentes que han intervenido y el público que ha asistido han puesto la necesidad de la diferenciación de nuestras producciones para asegurar el futuro del aceite que se produce en las 415.000 hectáreas dedicadas a este cultivo que tienen la región.
El director de la DO Montes de Toledo, Enrique García Tenorio, moderador de una de las mesas y profundo conocedor del sector, ha señalado que de aquí a diez años va a ser imposible competir con el olivar superintensivo de otras latitudes que tiene muy bajos costes de producción y que estandariza el mercado. “Buscamos o abaratar costes o transformarnos y diferenciarnos”. La oportunidad es presentar cosas nuevas, distintas, como la variedad cornicabra y las producciones tradicionales.
“Sacar valor a las variedad tradicionales y vender sensaciones, oleoturismo, vender 'terroir, para superar la falta de competitividad en precios”, ha señalado.
Educar para comercializar
La necesidad de formación e información ha sido otra de las asignaturas pendientes que se ha señalado, formación tanto a los olicultores para producir en sintonía con el entorno pero sobre todo a los consumidores.
En este caso, Miguel Abad Ventura, consultor técnico en olivicultura del Grupo Intercoop, ha señalado que “el futuro siempre está en el consumidor, porque no se ama lo que no se conoce y no se conoce lo que no se ama”.
Por ello considera importante llevar a cabo una labor para que el consumidor conozca el producto, ya que, según se ha señalado en la jornada, hay consumidores españoles que no saben lo que es un aceite de oliva virgen extra y están comprando aceite de oliva en los supermercados de muy baja calidad.
La labor de formación se hace más difícil en España donde “ya hay un concepto de aceite de oliva; por lo que cuesta más que se conciencie de la diferenciador entre un aceite de producción normal y un ecológico”.
A su juicio hay que apoyarse en esas pequeñas cosas que aporta el ecológico “para llegar aún más al consumidor”. Entre estas pequeñas cosas están desde el contenido fenólico hasta que me aporte algo de salud, de hacer una nutrición más adecuada a los tiempos de hoy en día, o las características fisicoquímicas y organolépticas.
No obstante, algunos de los ponentes, como José María Pérez Morales, gerente de La Labranza Toledana de Los Navalmorales (Toledo), han señalado que también se está produciendo un cambio entre los consumidores. “Cada vez más, el consumidor demanda producto más auténtico, más genuino, más calidad”, ha señalado.
El cambio en el mercado se ha puesto de manifiesto también en intervenciones como la de Alberto Mellado, ingeniero agrónomo especializado en industrias agroalimentarias y explotaciones agrarias, que ha señalado que la tendencia en mercados ponentes es estar dispuesto a pagar por las mejoras del medio y “eso nos hace rentables, ya que no solo es ser sostenibles, sino que podamos ser sostenibles”.
Tras la jornada, expertos, responsables de almazaras, agricultores se quedaron intercambiando experiencias y enriqueciéndose entre ellos porque en la mayoría de los casos han trabajado en soledad y en un entorno que no les comprendía. “En mi pueblo, los dos productores en ecológico somos una isla: coger aceituna en verde y tener hierbas en el olivar nadie lo entiende”, ha señalado Guillermo Sánchez Vallet del proyecto Los Aires de Oleoturismo en Arcicóllar (Toledo). Hoy, en la Naturaceite, todos ellos se han dado cuenta que cada vez hay más agricultores y productores en su misma onda.