Formar mujeres para ser pilotas de drones, una manera de "desmasculinizar" el sector primario con tecnología. En una manera de apostar por la modernización e innovación, FADEMUR organizó un pionero curso de formación destinado a mujeres en el pilotaje de drones. Este jueves 11, la localidad de Camarenilla ha sido el escenario de la parte práctica de la formación organizada por la Federación de Mujeres rurales, cuya parte teórica se impartió de manera on-line, debido a la crisis sanitaria.
Lola Martín, coordinadora de la Federación en Castilla-La Mancha, explica que la acción quiere "desmasculinizar" el medio rural. "Al final en la profesión se sigue hablando del agricultor y del ganadero; queremos feminizar el sector primario, porque las mujeres siempre han estado de forma oculta a pesar de llevar lo más importante de las explotaciones". "Es importante que cojan las riendas de las explotaciones, a través del manejo de las nuevas tecnologías. Esto nos pone de manifiesto que cada vez hay más mujeres más formadas y esto repercutirá en la rentabilidad de las explotaciones", asegura Martín.
El uso de drones, recalca la coordinadora, supondrá un punto de "no retorno", al igual como ha ocurrido con la utilización de collares digitales y del control de salud de los animales. "Creemos que es algo muy importante y que hasta ahora parecí limitado a grandes explotaciones, pero cada vez se destina a pequeñas explotaciones", explica Martín. En este sentido, recalca que "no se trata de sustituir a las personas, pero de sí hacerles la vida más fácil". Además, la coordinadora de FADEMUR asegura que la sociedad es consciente de lo que ocurre, porque el número de solicitud de inscripciones ha sido "alucinante" y ha sido "muy difícil" seleccionar a las personas que han sido elegidas. "Nos habría gustado beneficiar a todas las personas. Nos gustaría llegar a más partes, y ahora esto mejorará", recalca.
Sólo el 1% de las personas que pilotan drones en España son mujeres
Las participantes han aprendido primero a pilotar los aparatos y también han sido iniciadas en la interpretación y análisis de indicadores agrícolas a partir de imágenes multiespectrales obtenidas con equipos RPAS. “Sabrán detectar, interpretar y monitorizar variables medioambientales y fitológicas. Así, podrán que optimizar las actividades agrícolas y los recursos utilizados en ellas”, recalcan desde la Federación. Además, desde FADEMUR recalcan que solo el 1% de las personas que pilotan drones en España son mujeres, y por eso se ha realizado el esfuerzo de ofrecer la acción formativa a las mujeres rurales. La Federación ha trabajado en conjunto con el proyecto Aviadoras de SEPLA (Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas) y la empresa RPASCORSO para poder realizar el curso.
Por otro lado, en el curso también se ha enseñado la historia y los orígenes de las innovaciones tecnológicas aplicadas a la agricultura; de este modo se ha estudiado cómo las innovaciones han ganado aceptación y normalización, tal y como se puede comprobar en "muchas" de las explotaciones agrícolas y ganaderas de Castilla-La Mancha. Por otra parte, se han abordado cuestiones relacionadas con la agricultura de precisión, para recoger, procesar y analizar datos temporales, espaciales e individuales y combinarlos con otras informaciones para respaldar decisiones.
Las alumnas han aprendido también teledetección óptica e índices de vegetación. Las imágenes multiespectrales ofrecen los datos que permiten la elaboración de índices de vegetación. Así como optimización de materiales, recursos financieros y la gestión agrícola. Impactos económicos y medioambientales. Por supuesto, en la sesión practica se analizarán procedimientos aeronáuticos, un planteamiento genérico para abordar los aspectos mínimos de una investigación desde una perspectiva preventiva y/o de control.
"Dar espacio a la mujer en el mundo aeronáutico"
Sonia García es la profesora, una pilota profesional que se describe como "parte de un grupo de aviadoras que intenta dar espacio a la mujer en el mundo aeronáutico". "Yo siempre quise ser pilota y mi madre me metió a azafata", recalca. Durante los meses de la pandemia, sintió la necesidad de ayudar a otras mujeres, y por eso ideó este tipo de formaciones dedicadas al mundo rural. "Me di cuenta que se podía entrar a la agricultura de precisión y mi motivación como mujer es ayudar a las personas de mi género. ¿Por qué no intentar que las mujeres dominasen el mundo en el sector aeronáutico?", se pregunta.
Su escuela es la primera de formación creada por una mujer, y ha destacado que los cursos destinados a las mujeres han seguido creciendo. "Al final, manipular un dron es muy fácil y facilita mucho el uso de estas herramientas. De este modo, abrimos los brazos y las manos a que la nueva tecnología nos ayude a recoger datos y la digitalización del sector, que finalmente es el big data actual. Si toda esta información la podemos aplicar al sector agroalimentario y lo pueden llevar las mujeres, mejor", recalca.
"Creo que el problema es la falta de visibilidad de las mujeres, y por eso la acogida ha sido maravillosa, de mujeres con muchas ganas de formarse. Me ha dejado loca que no es que quieran aprender agricultura de precisión, sino que quieran ser pilotas. Gracias a FADEMUR y otras asociaciones y mujeres, ahora pueden hacerlo. Estoy fascinada con ellas, porque voy a hacer todo lo posible en ayudar para poder dominar el sector de la aeronáutica de los drones", concluye.