El Cabildo de la Catedral Primada de Toledo y los técnicos del Ayuntamiento de la capital regional están estudiando las medidas a llevar a cabo tras el desprendimiento de una piedra de la Torre de la Catedral, a la altura del cuerpo de campanas -unos 40 metros-, que afortunadamente no causó daños personales. Entre ellas, se va a elaborar un informe "exhaustivo" de la situación del monumento y las causas del desprendimiento.
Para ello, según ha indicado la concejala de Cultura, Nuria Cogolludo, se van a utilizar drones con la intención de poder visualizar los posibles perjuicios que haya habido en la zona del desprendimiento y en la cornisa en la que golpeó la piedra antes de caer al suelo entre las 6.00 y las 7.00 horas de este pasado domingo.
Aunque la calle Arco de Palacio ya ha sido reabierta al tráfico tras las labores de inspección y consolidación de la fachada que realizaron los bomberos municipales, sí se ha establecido un perímetro de seguridad en la zona donde impactó la piedra.
Según ha informado el Cabildo de la Catedral Primada, las medidas adoptadas tras la reunión que han mantenido este lunes el arquitecto-conservador de la Catedral, Jaime Castañón, y el arquitecto municipal, Ignacio Álvarez Ahedo, se darán a conocer por medio de un comunicado este martes.
Asimismo, en un comunicado, el Cabildo ha expresado su "gratitud a Dios por no existir desgracias personales y gratitud al Ayuntamiento de Toledo por las diligencias tomadas, a la Policía Local y al Cuerpo de Bomberos por su pronta actuación".
De la misma forma, el Cabildo ha declinado hacer declaraciones a este medio sobre cuestiones tales como el peso de la piedra que cayó -de los 20 a 100 kilogramos se puede leer en distintos medios de comunicación-, cuándo se han llevado a cabo las últimas revisiones del exterior de la Catedral o las inversiones concretas que se han hecho en su rehabilitación en los últimos años.