'Claves ecofeministas' es un libro ilustrado que quiere dar "amplia difusión" a los distintos conceptos que unen la perspectiva ambiental con la de género. El feminismo y la lucha ecológica, explica su autora Alicia Puleo están muy cercanas y la segunda necesita de la primera para salir adelante. "Intento acercar el pensamiento ecofeminista a un amplio público y en particular a un público más juvenil", explica la autora. Para ello, se sirve de ilustraciones y códigos QR para extender la experiencia del libro a medios digitales, más propios de este sector demográfico.
"El objetivo es acercar un pensamiento emergente y poco conocido", explica Puleo. El libro lo presentará el club de lectura Enclave Feminista en la biblioteca de Castilla-La Mancha en Toledo este miércoles a las 19.00 horas. "Saber cómo el feminismo aborda el gran desafío que tenemos en este siglo, que es el cambio climático y el deterioro general de los ecosistemas, de la Tierra que finalmente es nuestra casa común", explica la autora. ¿Qué puede hacer el feminismo contra el cambio climático? "Aportar a la mirada ecologista los aspectos relacionados con la cultura patriarcal en la que vivimos y que es finalmente la cultura de todos los pueblos de la Tierra hasta este momento", afirma.
De este modo, quiere demostrar a través de los cuatro capítulos de 'Claves ecofeministas' la manera de luchar contra la "voluntad de dominación que es exigida y enseñada" , al igual que contra la degradacion ambiental y la violencia ejercida contra los animales. Puleo señala que en la introducción se conocen los principales rasgos de su propuesta, para lo cual se vale de la imagen del "jardín huerto feminista", una idea que toma de la filosofía epicúrea. "Epicuro en su escuela filosófica admitía también a mujeres, esclavos y esclavas. Era un ámbito de igualdad, de contacto con la naturaleza, donde filosofaban, paseaban y del que también se alimentaban", explica la autora.
La escuela filosófica en la que ha basado su recorrido por el libro, continúa Puleo, se refería también a valores relacionados con la felicidad que "se conseguía a través de placeres sencillos y no con la persecución del lujo, lo que hoy conocemos también como el consumo desenfrenado", recalca. El ecofeminismo, afirma la autora, es crítico con el consumismo y busca un ideal de felicidad "en paz con la naturaleza".
Tampoco se puede olvidar la cuestión animal, que se trata en el cuarto capítulo del libro, 'Nuestros compañeros de viaje'. "En este sentido tratamos el tema de la cosificación, de manera en la que un individuo es reducido a una cosa, es un blanco privilegiado de la violencia. Las mujeres, en este sentido, sufren de la hipersexualización de su imagen. El feminismo hace mucho que ha señalado la cosificación también de los animales, que son reducidos a carne o a objetos de trabajo", explica Puleo. De este modo, recuerda que incluso las líderes sufragistas del siglo XIX fueron las primeras en crear sociedades protectoras de animales.
"Las mujeres venimos de una exclusión histórica y de una asignación de tareas que nos permite verde otra manera la relación con el mundo. Planteamos así que las tareas de cuidado sean también enseñadas a los hombres y se transformen así los papeles de hombres y mujeres", continúa la autora. De este modo, recalca, el cuidado también se puede extender a la naturaleza. "Sin compartir estas tareas, el futuro pinta muy siniestro para la humanidad", concluye la autora.