Mientras los servicios de extinción de incendios de la Comunidad de Madrid y de Castilla-La Mancha siguen trabajando en las complicadas labores de extinción del incendio del cementerio de neumáticos de Seseña, varios representantes de Ecologistas en Acción de ambas regiones se han desplazado hacia las inmediaciones del lugar del fuego. Desde el colectivo de la provincia de Toledo apuntan a un primer diagnóstico de la situación: "una verdadera catástrofe ambiental y para la salud", aunque apuntan a que ahora mismo lo prioritario es la seguridad de las personas y de los trabajadores contra el fuego.
"Nuestra primera preocupación es la seguridad de las personas y de los trabajadores, que se enfrentan a una verdadera catástrofe y por lo tanto nuestro ánimo está con ellos. No hay que olvidar que la situación que se está viviendo es muy angustiosa y de mucho peligro. Apoyar a los equipos de emergencia y confiar en su profesionalidad es ahora lo más importante", ha precisado a eldiarioclm.es el portavoz de Ecologistas en Acción en Toledo, Miguel Ángel Hernández.
En cuanto a los aspectos ambientales, "difícilmente pueden ser más críticos", ha señalado. "Estamos ante una verdadera catástrofe ambiental en la que se van a emitir a la atmósfera millones de toneladas de contaminantes, algunos con un gran poder para perjudicar muy seriamente la salud humana". "Ahora ya no es un riesgo, es una realidad", dice sobre las numerosas peticiones y alertas que colectivos sociales y ecologistas han realizado sobre este cementerio abandonado.
"A partir de ahora habrá que hacer muchas cosas, pero la primera es intentar controlar el fuego lo antes posible", señalan desde la organización, avisando además de que, incluso tras extinguirse, "aquello va a estar combustionándose durante mucho tiempo, con el añadido de que hay que hacerlo con mucho cuidado, no se puede arrojar agua y hay que usar determinados productos".
Por todo ello, ha incidido en la necesidad de preservar la salud de los vecinos más próximos al pueblo, apoyando que se haya optado por confinarlos en sus casas y no por su evacuación, ya que su salida a la calle y un cambio en la dirección del viento podría haber provocado que miles de personas estuvieran expuestas al humo. Ahora, "poco más se puede hacer que intentar aislar la mayor parte de los neumáticos del alcance de las llamas para que se queme lo menos posible, y después evaluaremos el año ambiental y para la salud".