Terraza del Miradero / Foto: turismo.toledo.es
El Ayuntamiento de Toledo ha autorizado la ampliación de 17 terrazas hosteleras de las 22 solicitudes que ha recibido hasta el momento, mientras que las otras cinco están siendo estudiadas para su posible aprobación.
Esta autorización será valida durante el tiempo que dura la crisis socioeconómica generada por la pandemia de la COVID-19, según apuntan fuentes municipales, que precisan que las terrazas autorizadas que no hayan solicitado esta ampliación, podrán igualmente abrir al público desde este lunes, 18 de mayo, con la entrada en vigor de la fase 1.
Tal y como indicó la alcaldesa, Milagros Tolón, el Ayuntamiento ha sido “flexible” y ha permitido ampliar estos espacios en las zonas en las que es posible y no interfiere con el tránsito de peatones.
Además, puntualizó que se mantendrán las mismas tasas aunque se amplíen estos espacios y, en los que no se pueda, cobrarán las tasas según el número de mesas que puedan habilitar. Además, ajustarán los cobros ya realizados para quienes no hayan podido ofrecer este servicio y devolver la parte correspondiente de esta tasa que se cobra de manera semestral.
Las terrazas pueden abrir al 50% de su capacidad. En todo caso, los bares y restaurantes deben asegurar la distancia de dos metros entre mesas (o agrupaciones de mesas) en las que puede reunirse un máximo de diez personas.
Los dueños de los establecimientos tienen que limpiar y desinfectar las mesas y las sillas y priorizar la mantelería de un solo uso. Si no fuera posible, se tiene que evitar que varios clientes usen la misma, agrega el BOE sobre la normativa referente a la fase 1 de la desescalada.
Además, al igual que en las tiendas, tienen que poner a su disposición geles hidroalcohólicos, se fomentará el pago con tarjeta de crédito y se limpiará el datáfono tras cada uso. Asimismo, las vajillas deben almacenarse en recintos cerrados y, si no es posible, lejos de las zonas de paso, debe evitar el uso de cartas comunes y eliminar productos habituales en las mesas como palilleros o servilleteros. La ocupación máxima de los aseos es de una persona, salvo si necesita asistencia.
