Hay pocas cuestiones que escapen a la transversalidad que ya están demostrando los efectos del cambio climático. Desde la gestión del agua hasta la salud humana, las consecuencias, según el consenso científico, están aquí para quedarse y son múltiples los estudios que así lo vienen demostrando cada año con mayor número de pruebas. Castilla-La Mancha cuenta con su propio informe de efectos constatados en el medio rural de la región, y con motivo de su divulgación y del Día Internacional contra el Cambio Climático se han organizado en el campus tecnológico de Toledo una serie de ponencias para dar a conocer las principales conclusiones de informe, elaborado por más de 70 expertos y cuyos principales datos ha ido adelantado eldiarioclm.es
Las jornadas de divulgación las ha inaugurado el viceconsejero de Medio Ambiente, Agapito Portillo, quien ha destacado que el informe es un “instrumento muy valioso” y una "guía indispensable" que está sirviendo de base científica para llevar a cabo las políticas públicas del Gobierno regional en torno al cambio climático. Por su parte, la vicerrectora de Internacionalización de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), Fátima Guadamillas ha querido subrayar la importancia de la investigación para poder tomar decisiones en base a que este fenómeno “ya está generalmente aceptado”. “Estamos todos en el mismo barco y tenemos que hacer un esfuerzo titánico para revertir esta situación”.
Los tres coordinadores del estudio han puesto después el foco en sus principales contenidos. El geógrafo y climatólogo Jonathan Gómez Cantero ha celebrado que “por fin” se hable de cambio climático, porque ayuda a los investigadores a hacer llegar sus mensajes a la sociedad. Ha hecho hincapié en algunas cifras constatadas en la investigación, como el aumento de los días de verano. “El verano de nuestros abuelos era un mes más corto que el nuestro”. Ejemplo de la citada transversalidad ha dado este experto al referirse en la misma medida a la gestión del agua y al mostrarse convencido de que el cambio climático “acabará” con el polémico trasvase Tajo-Segura, debido a los “desequilibrios” hidrológicos en las zonas afectadas.
Eduardo Bustillo, otro de los coordinadores, ha destacado por su lado la novedad de incluir los impactos en las infraestructuras, sobre todo en el transporte de personas y mercancías, y siendo Castilla-La Mancha la tercera región en el país con mayor cantidad de kilómetros de carreteras. El tercero de los coordinadores, Pablo Rodríguez Bustamante, se ha referido por su parte a las lluvias de alta intensidad de las que España ha sido testigo recientemente. No son, ha dicho, una solución para la sequía. Estas precipitaciones torrenciales “no sirven para nada, no es agua aprovechable”.
Riesgos climáticos y sociedad
En la primera de las mesas redondas, centrada en riesgos climáticos y sociedad y moderada por el Catedrático de Física de la Tierra Manuel de Castro, Enrique Sánchez, del Instituto de Ciencias Ambientales (ICAM) de la UCLM, ha hablado sobre la importancia de las predicciones, puesto que “se subestimaron las que se hicieron hace 20 años”. “Ahora el incremento del calentamiento global es indiscutible, se han eliminado las dudas entre la comunidad científica. O tenemos en cuenta las investigaciones o dentro unas décadas volveremos a hacernos las mismas preguntas”, ha añadido.
El médico especialista en alergias Ángel del Moral, que trabaja en el Hospital Virgen de la Salud de Toledo, ha alertado sobre el aumento de las alergias, que pese a no tratarse de patologías graves, sí lo son en cuanto a la cantidad de gente afectada. Con el aumento de las temperaturas y de gases de efecto invernadero como el CO2 las plantas sufren un periodo de polinización cada vez mayor, generando “pólenes de estrés y más agresivos”. Así, ha afirmado que en 2030 la mitad de la población será alérgica y en Castilla-La Mancha, de 700.000 alérgicos, se calcula que 500.000 lo son por culpa de los pólenes. Estos datos le han servido para afirmar que la importancia del cambio climático para la salud es “incuestionable".
En otras incidencias para la salud se ha centrado también Alberto Nájera, de la UCLM. En el caso del informe, ha señalado que está adaptado a las características demográficas de Castilla-La Mancha, extrayendo como conclusión que los más vulnerables son ancianos y niños, lo que supone un 35% de la población. También se ha referido a otras cuestiones como la mayor exposición a la radiación solar por el aumento de los veranos, la contaminación, los efectos de las lluvias y los golpes de calor, y también a la incidencia sobre las enfermedades mentales.
Por otra parte, en el ámbito social, Laura Miguel Calleja, de la consultora GEOCyL, ha detallado las conclusiones de la encuesta incluida en estudio sobre la percepción de los castellano-manchegos en torno a este fenómeno. Lo más relevante, las contradicciones existentes entre una aceptación generalizada de su existencia y la convicción de que tan solo afectará a generaciones futuras.
Finalmente, Alicia Avilés Pozo, periodista de eldiario.es de Castilla-La Mancha (eldiarioclm.es) -periódico colaborador del informe- ha desvelado algunas de las claves sobre el papel de los medios de comunicación, destacando la importancia de recurrir a fuentes científicas y a expertos para dar una información veraz, y al mismo tiempo elaborar también informaciones pedagógicas y de cercanía para generar una mayor conciencia social entre los lectores, oyentes o telespectadores.
La segunda mesa de las jornadas se ha centrado en recursos naturales y en la misma han participado Federico Fernández González, Catedrático de Botánica de la UCLM; Antonio García Pastrana, de AQUONA); Alfonso Domínguez Padilla y Gema Sánchez, del Centro Regional de Estudios del Agua (CREA); José Luis Yela, del Instituto ICAM; Pelayo Acevedo, del Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos (IREC); y Fernando Chico de la empresa pública de gestión ambiental GEACAM.