Los efectos del cambio climático son ya una referencia de primer nivel para la elaboración de los nuevos planes hidrológicos que deben ponerse marcha de cara a la Directiva Marco de Agua para el periodo 2022-2027 sustituyendo a las planificaciones vigentes hasta 2021. Así lo hace constar la Confederación Hidrográfica del Tajo en su informe de propuestas para la revisión del plan hidrológico de este río: se trata de las propuestas que este organismo y los de todas las demarcaciones hidrográficas del país han llevado a cabo en los últimos meses y que ahora se someten participación pública.
En el caso del río Tajo, la Confederación admite en su informe que además de la problemática que conlleva la "incapacidad de la satisfacción de las demandas” en la cuenca, tiene también su afección sobre los excedentes y, por lo tanto, sobre el trasvase hacia el río Segura. "En un escenario de cambio climático en el que los recursos sean escasos en la cuenca del Tajo, difícilmente se podrá disponer de excedentes trasvasables", admite.
No es la primera vez que el cambio climático se ‘cuela’ en la planificación y gestión del trasvase Tajo-Segura. Por un lado, ya el II Informe sobre Efectos Constatados y Percepción del Cambio Climático en el Medio Rural de la región, elaborado por expertos de toda la comunidad autónoma, contemplaba la posibilidad de que esta infraestructura no fuera viable en un futuro escenario de sequía.
La petición de la Comisión de Explotación
De igual forma, la Comisión de Explotación del Trasvase Tajo-Segura, el órgano que decide las derivaciones de agua de esta infraestructura, introdujo el pasado mes de agosto por primera vez la cuestión del cambio climático. Encargó al Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX) la realización de un informe, a partir del análisis estadístico de las aportaciones y las reservas existentes en los últimos años en los embalses de Entrepeñas y Buendía. Y también, por primera vez, una proyección en un escenario de cambio climático "con el objetivo de dotar a la cabecera del Tajo de mayor seguridad y mayor estabilidad en sus reservas".
Desde entonces, se han aprobado sucesivos trasvases, unos solo para abastecimiento humano y otros también para regadío, que han mantenido las mismas reglas de explotación que hace 40 años y "de espaldas al cambio climático". Así lo han denunciado de manera continuada tanto los colectivos en defensa del río Tajo como la Mancomunidad de Aguas de los Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía, en la cabecera.
Ahora, la Confederación Hidrográfica del Tajo también lo recoge como un elemento "esencial" a tener el cuenta dentro del documento de ‘Esquemas de Temas Importantes’ de su informe, donde se exponen y analizan los principales temas que en cada cuenca ponen en riesgo el cumplimiento de los objetivos establecidos por la planificación hidrológica.
El cambio climático aparece ocupando el primer lugar en el esquema mencionado, seguido, entre otros, de los caudales ecológicos, la contaminación de origen urbano e industrial, los contaminantes emergentes, la garantía en la satisfacción de las demandas, la explotación sostenible de las aguas subterráneas, las mejoras en la gestión de zonas protegidas por abastecimiento, el incremento de la presencia de especies exóticas invasoras, la reutilización de aguas depuradas o la gestión del riesgo de inundación.
Por otra parte, en el documento de referencia de la Confederación también se propone un aumento de los caudales ecológicos del río, es decir, aquellos que permiten mantener los ecosistemas y la biodiversidad en las riberas. Con ello, este organismo busca hacer cumplir la sentencia del Tribunal Supremo que anuló el Plan Hidrológico del Tajo por no respetar estos volúmenes de agua y que para el Gobierno regional y los colectivos mencionados suponen el "final" del trasvase Tajo-Segura.