El Colegio de Médicos de Toledo (COMT) va a recurrir la sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Toledo en el caso de la agresión sufrida por el médico del Servicio de Urgencias del Centro de Salud de Camarena, Juan Antonio Alcázar, en la madrugada del jueves 14 de junio de 2018, que le ha originado "graves secuelas".
La sentencia, indica el COMT, exonera penalmente al agresor -un joven de 29 años- y le impone un internamiento obligatorio en un centro de deshabituación de drogas y alcohol durante un plazo máximo de 15 años, aunque podría quedar en libertad antes si mejora de sus adicciones.
Recuerdan que el médico agredido acudía a una llamada de emergencias 112 para atender las heridas que el joven había causado a su propio padre y, tras llamar a la puerta del domicilio fue recibido a golpes con una barra de hierro que le provocó un traumatismo craneoencefálico severo e importantes secuelas que le impiden recuperar su profesión y el normal desarrollo de su vida.
Aunque afirma que respeta la decisión judicial, el COMT la considera "insuficiente dada la gravedad de la agresión y las secuelas provocadas en el episodio de violencia" que sufrió el facultativo cuando acudió de madrugada a una visita domiciliaria para atender las heridas que el agresor infligió a su padre.
El COMT, que al igual que el Sescam se personó como acusación popular en la demanda planteada por la familia del facultativo, lamenta que "ante la gravedad de los hechos el agresor quede exonerado penalmente con la imposición de una medida de internamiento obligatorio en un centro de deshabituación de drogas y alcohol".
Y es que, debido a que fue debido al consumo de estas sustancias "lo que le producía un estado agresivo", tal y como sostiene la Fiscalía, que pidió su exención completa. Se trata de una medida de seguridad que, "pese a ser por un máximo de quince años, podría dejarle en libertad una vez que mejore de sus adicciones", rebate el COMT.
Pedían hasta 15 años de prisión
Por su parte, las acusaciones particulares solicitaban penas de entre 14 y 15 años de cárcel, por un delito de asesinato en grado de tentativa y otro de atentado contra autoridad pública que no ha sido considerado al concluir que no fue consciente de estar agrediendo a un médico pese a que iba con el uniforme identificativo del Sescam.
Por ello, el COMT va a solicitar al Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM) que "no se aplique la causa de inimputabilidad (intoxicación por drogas y alcohol) o que lo sea como eximente incompleta, lo que permite compatibilizar la imposición de la medida de seguridad con una pena de prisión, aunque sea atenuada y que se aprecie el delito de atentado respecto al médico al estimar que en el momento de la agresión si era plenamente consciente de lo que hacía".
Tolerancia cero ante las agresiones
La corporación médica toledana apuesta firmemente por "la tolerancia cero ante esta lacra social que afecta a los profesionales sanitarios, aumentada en los últimos tiempos de pandemia", y mantiene su compromiso de seguir trabajando con las autoridades sanitarias y de la seguridad del Estado para garantizar el ejercicio de su labor asistencial con las máximas garantías.
Asimismo, defiende la necesidad de denunciar todos y cada uno de los casos de violencia, tanto verbales como físicos, que se produzcan en el ámbito sanitario con el objetivo de contribuir a afianzar la cultura del respeto hacia quienes cuidan de todos.