Otra cuestión sobre la que ha puesto el acento ha sido en la forma en la que nuestra sociedad “cuestiona y diseña lo que debe ser la mujer. Cambiemos las preguntas, vamos a cuestionarnos qué hacemos cada una de nosotras, cada uno de nosotros, para cambiar esta cultura misógina”, ha dicho.
El pasado mes de agosto un total de seis mujeres fueron asesinadas en España. “Seis asesinatos con premeditación, alevosía y ensañamiento. Seis vidas sesgadas”. Verdú ha incidido en que estos asesinatos no pueden ser el compendio de la violencia de género en nuestro país y “no debemos resumir la violencia estructural que sufrimos con los supuestos que acaban en muerte, las mujeres asesinadas constituyen sólo la punta del iceberg, el enorme entramado de violencia hacia las mujeres se oculta bajo la superficie”.
Violencia que es física pero también psicológica, con humillaciones, amenazas, coacciones, desprecio o desvalorización; violencia económica con la reducción y/o privación de recursos económicos como medida de coacción, manipulación y con la intención de dañar su integridad y violencia patrimonial con la usurpación o destrucción de objetos, bienes y propiedades de la mujer víctima.







