El Consorcio de la Ciudad de Toledo estará en el VIII Encuentro Ibérico de Patrimonio Mundial donde difundirá el uso de los espacios patrimoniales como recurso terapéutico y cómo el trabajo en colaboración con otras entidades ofrece un efecto multiplicador y genera comunidad.
Así lo planteará el gerente de la institución, Jesús Corroto, en el marco de una jornada organizada bajo el título ‘Impacto del Covid-19 en el Patrimonio Mundial’ con el objetivo de "reflexionar sobre cómo la gestión del patrimonio en general y el patrimonio mundial en concreto se ha visto alterada por la irrupción de la pandemia mundial de Covid-19", detallan desde el Consorcio.
"Muchos lugares han cerrado a las visitas o han visto sus ingresos reducidos por la disminución del turismo, una nueva situación que obliga a replantearse los modelos de gestión desde el punto de vista de la sostenibilidad turística y económica en el futuro", explican.
Corroto estará acompañado durante su intervención por la directora de Gestión Patrimonial del Consorcio, Soledad Sánchez-Chiquito, y la trabajadora social de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Toledo, Lorena Sánchez González, con quienes se ha desarrollado un proyecto conjunto vinculado al trabajo de las emociones tras el impacto de la pandemia y al uso alternativo de los espacios patrimoniales del Consorcio como elemento transformador de la sociedad.
‘Toledo, Ciudad Patrimonio de la Humanidad: ciudad curativa’ es el título de la ponencia en la que también intervendrán José Soares Neves y Sofia Costa Macedo (CIES-Iscte, OPAC-Observatorio Portugués de Actividades Culturales) que hablarán de las medidas en la gestión de monumentos en Portugal; Ana María Santorun Ardone, Coordinadora-directora de la Torre de Hércules; y Sónia Filipe, arqueóloga de la Rectoría de la Universidad de Coimbra, quien invitará a repensar el patrimonio en tiempos de crisis.
El Consorcio organiza desde 2004 un programa de difusión patrimonial a través del arte, la cultura, la música y otras disciplinas. "Son herramientas fundamentales para divulgar el patrimonio recuperado y potenciado en estas dos décadas de actividad y canal de encuentro con la ciudadanía", aseguran.
"La pandemia de Covid-19 nos ha mostrado además la potencialidad de una ciudad patrimonio como recurso terapéutico y social, así como las posibilidades que nos ofrece en el trabajo de las emociones a través de los recursos patrimoniales que nos ofrece una ciudad histórica pero viva", mantienen desde el Consorcio.
En el congreso de este viernes, su gerente destacará las iniciativas puestas en marcha en Toledo a través de la labor rehabilitadora desarrollada en el Casco Histórico de Toledo en sus más de 20 años de actividad pero también ofrecerá una mirada vinculada al trabajo sobrevenido por la pandemia.
"La Covid-19 también sirvió para abordar una nueva dimensión patrimonial: el trabajo de las emociones, la creación de comunidad y la puesta a disposición de la ciudadanía de las instalaciones del Consorcio con un uso terapéutico", aseguran.
En este sentido, la institución inició un proyecto diseñado por los servicios sociales del Ayuntamiento de Toledo titulado ‘Nos construimos, desde el interior al exterior’ con el objetivo de construir espacios emocionales seguros donde poder abordar las emociones que han contribuido al desencadenante de situaciones de vulnerabilidad.
El éxito de la actividad ha propiciado que la colaboración entre el Consorcio y los servicios sociales se afiance con una nueva iniciativa, denominada ‘Tejiendo emociones’, que mantendrá el uso de los espacios públicos del Consorcio para trabajar las emociones, generar espacios de bienestar emocional y tejer comunidad.
El VIII Encuentro Ibérico de Patrimonio Mundial se celebra en Aranjuez, los días 28 y 29 de abril, con motivo del 50 aniversario de la Convención del Patrimonio Mundial del Ministerio de Cultura y Deporte.