El Consorcio de Toledo va a iniciar "en los próximos meses" los trabajos de mejora de los cobertizos del Casco Histórico de la ciudad, dentro de la política de recuperación de espacios urbanos.
Así lo ha avanzado la alcaldesa y presidenta del Consorcio, Milagros Tolón, durante la presentación del monográfico 'Las Termas Imperiales de Toletum. Investigaciones 2004-2018', donde ha señalado que los cobertizos son elementos de los más peculiares de la ciudad.
"Si tuviéramos que elegir un decálogo de elementos identificativos de la ciudad los cobertizos estarían en un lugar destacado, por ello queremos que luzcan en el mejor estado posible y en ello va a empeñarse de forma muy eficaz el Consorcio en los próximos meses", ha destacado Tolón.
La alcaldesa, que ha sugerido que los trabajos en los cobertizos protagonicen un nuevo número de los monográficos del Consorcio, ha recordado algunos de los ya publicados, dedicados a los baños árabes, las torres, la mezquita de Toledo o el Cerro del Bú, apreciando que una de las virtudes de estas publicaciones es que sirven para los profesionales que quieren formarse y, de forma técnica y académica, llevar a cabo trabajos de investigación.
Además de ese fin, sirven "para que se divulgue mejor" el patrimonio de la ciudad y "ponerlo en valor", como hace el monográfico presentado este jueves, que recoge el trabajo de investigación y recuperación de los restos de las termas de Amador de los Ríos, un complejo termal "espectacular" que supuso para todos una sorpresa.
Sátiro danzante
De su lado, el gerente del Consorcio de la Ciudad de Toledo, Manuel Santolaya, ha detallado la labor realizada desde que en 2002 se vieron las "posibilidades" que tenía ese lugar, y su vinculación con un edificio de la calle Nuncio Viejo, donde se encontraron "elementos muy similares" y a otros que también aparecieron en la Delegación de Hacienda.
Como ha recordado, fue en el entorno de las termas de Amador de los Ríos donde las excavaciones de una galería romana motivaron el hallazgo de la escultura "del sátiro danzante", una escultura que se encuentra actualmente en el Museo de Santa Cruz de la ciudad.
El Consorcio, tras haber rehabilitado y acondicionado dos sótanos va a seguir trabajando en la zona a través de un acuerdo con Cultura para la utilización del Oratorio de San Felipe Neri, que cuenta con restos que suponen una continuación de los que han aparecido hasta ahí.
Termas imperiales
Lo que demuestran los hallazgos, y recoge este nuevo libro monográfico, es que "está claro que Toledo contaba con unas termas imperiales grandes" de hasta 3.000 metros cuadrados y que suponen un yacimiento urbano "de los más importantes de su género en la península", ha concretado el arqueólogo encargado de los trabajos, Carmelo Fernández.
Fernández ha reseñado la "gran labor" realizada por el Consorcio de Toledo y de los distintos propietarios, consciente de que "no es tarea fácil recuperar restos" que se encuentran hasta a siete metros de profundidad y a la vez rehabilitar edificios para que no se caigan encima.
A su juicio, esta nueva monografía mezcla la parte "más divulgativa", para que los no especialistas se puedan acercar a los hallazgos, con "distintos artículos que profundizan científicamente en todos los trabajos realizados" y en los que ha habido que recurrir hasta a bibliografía extranjera "para saber lo que teníamos aquí".
Carmelo Fernández ha manifestado que el libro refleja cómo los vestigios "permiten reconocer un edificio termal de tipo imperial" de los que en la península hay "dos o tres" siendo el de la capital regional "el que mejor se conserva", sobre todo en sus áreas de servicio. De hecho, ha explicado, hay "estructuras enterradas a cuatro metros que están intactas y sirven para comprender la hidrotermia del conjunto".