El Consorcio de Toledo ha negado que haya subvencionado la puesta en marcha de apartamentos turísticos mediante su programa de ayudas a la rehabilitación de edificios en un inmueble situado en la calle Aljibillos, en el Casco Histórico de la capital regional.
Así se ha manifestado el Consorcio en un comunicado tras la denuncia que hizo la Asociación Vecinal Iniciativa Ciudadana en la que recriminaba que este organismo hubiera destinado dinero público a la rehabilitación de un inmueble del Casco Histórico -en la calle Aljibillos- que tendría que albergar seis viviendas residenciales y que, en cambio, cuenta ahora cinco apartamentos turísticos.
En este sentido, el Consorcio apunta que el proyecto de restauración del edificio en el que participó se llevo a cabo mediante un convenio con la propiedad -que no aparece en su página web- y que la aportación económica que realizó -que tampoco se precisa- contribuyó a restaurar la fachada y reparar la cubierta del edificio, que tiene nivel de protección E. "Sin embargo, el resto de locales y las dos viviendas no han sido rehabilitados con fondos del Consorcio, sino de la propiedad", precisa el Consorcio en un comunicado.
"El Consorcio se ajusta escrupulosamente a sus fines en la Ordenanza de ayudas, subvencionando la rehabilitación de viviendas, y en la conservación del patrimonio, mediante convenios, promoviendo proyectos para su restauración. Entre estos está contribuir a la recuperación de cubiertas y fachadas como las del edificio de la calle Aljibillos, pero en ningún caso la subvención de apartamentos turísticos", reitera el organismo.
Uso característico del edificio: "vivienda multifamiliar"
En la documentación que aporta el Consorcio sobre este proyecto en su página web sí que se puede consultar el montante total que han supuesto estas obras de restauración, terminadas en el mes de marzo de este año, o el programa de necesidades de las mismas que justifica el Consorcio. Así, se apunta que el objetivo fundamental es la recuperación formal, estructural y estética de un inmueble catalogado, que es "pieza fundamental en la estética urbana del barrio".
También apunta el proyecto de estas obras que el uso característico del edificio es "el de vivienda multifamiliar", el cual contrasta con el que actualmente tiene como apartamento turístico. No obstante, también se precisa que los dos locales que existían antes de la reforma tendrían un "uso indefinido con acceso directo desde la vía pública".
En total, de los 392.485 euros presupuestos, 133.828 estaban destinados a obras en la envolvente general, es decir, a la reparación de la cubierta y las fachadas -aunque no se precisa que esta haya sido la cantidad aportada por el Consorcio-.
Por otra parte, uno de los propietarios del inmueble, Juan Carlos Gómez, habría aportado 173.833 euros para acondicionar el interior de la segunda planta con dos viviendas, así como los espacios diáfanos de la planta baja y la primera y la recuperación de los sótanos. De su lado, la empresa Mal de Amores habría invertido 48.171 euros para rebajar el sótano, hacer escaleras nuevas o reforzar la estructura y otras actuaciones. Por último, la empresa Herchisa habría aportado otros 36.652 euros en estas obras.