La aplicación 'Ocio Responsable', familiarmente conocida como código QR, ha pasado en sólo siete días, desde que se puso en marcha el pasado 11 de febrero, de la expectación de un sistema novedoso para tener mayor control sobre los posibles contagios de COVID-19, a las protestas del sector hostelero debido a la falta de un consenso previo con el mismo y los problemas que los establecimientos ven en el tratamiento de los datos personales de los clientes.
La herramienta es, según todos los responsables de establecimientos hosteleros consultados, muy fácil de utilizar siempre en los casos en los que el usuario tiene un smartphone. Consiste en una web de registro (https://ocioresponsable.castillalamancha.es) tanto para locales como para ciudadanos. Una vez que el ciudadano se registra, se le envía un código QR unipersonal a su teléfono móvil que le permitirá el acceso a bares y restaurantes. Este QR es un código encriptado que no lleva ninguna información personal del ciudadano, tal como establecen las directrices de la Agencia Española de Protección de Datos. El código QR servirá para todas las veces que quieran acceder a los locales de hostelería.
Si nos atenemos a los datos de descarga, sin duda la aplicación es un éxito. Según las últimas cifras ofrecidas por el Gobierno regional, un total de 401.633 de los algo más de dos millones de castellanomanchegos ya se han descargado voluntariamente el código QR personal y casi 8.000 bares y restaurantes de toda la región, de los aproximadamente 12.000 que hay en Castilla-La Mancha, ya se han registrado en esta herramienta para facilitar el rastreo de posibles casos de coronavirus.
Sin embargo, esto no se compadece con lo que actualmente se ve en los establecimientos. Pocos son de momento los que informan al cliente de la obligatoriedad de registrar este código, tampoco tiene la información en zona visible para el cliente e incluso algunos señalan que no lo impondrán hasta que no sea obligatorio, el 12 de marzo.
Mientras algunas asociaciones de hosteleros están estudiando esta aplicación con sus servicios jurídicos con el fin de recurrirlo, otras como la Asociación de Empresarios de Centro Mancha (ASECEM) de Alcázar de San Juan ya ha presentado un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de la región contra la implantación del código en la hostelería.
Las protestas del sector están motivadas por la implantación de este control de acceso a los establecimientos exclusivamente en el sector de la hostelería y no en otros sectores. Los hosteleros consideran que esta "discriminación" les vuelve a señalar como un polo de contagio del coronavirus. El presidente de los hosteleros de Toledo, Tomás Palencia, señalaba en una de las múltiples protestas que se han sucedido esta semana en la región que con este código "se criminaliza a un sector el cual es uno de los que más restricciones tiene hoy en día" para desarrollar su trabajo.
No obstante, esta situación podría cambiar ya que el presidente de la región, Emiliano García-Page, señalaba este viernes que este sistema pueda extenderse a otros lugares de ocio como cines o teatros y en concreto ha detallado que "nos lo han pedido varias cadenas comerciales".
Falta de consenso con el sector
Asimismo, los hosteleros acusan al Gobierno regional de falta de diálogo al no haber consensuado con ellos esta medida antes de ponerla en marcha. Este código fue una propuesta del sector hostelero en los primeros días de la pandemia para evitar el cierre de los establecimientos de ocio nocturno, pero consideran que "si para abrir se tenía que poner el código, teníamos que consensuarlo en conjunto los hosteleros y la Junta. No se puede poner en marcha de aquella manera…", señalan.
De hecho, el próximo lunes está prevista una reunión entre el Gobierno regional y los presidentes y vicepresidentes de las asociaciones de Hostelería de todas las provincias para tratar de este tema, según han señalado los hosteleros.
Tratamiento de datos personales
Otro de los problemas que apunta el sector es el tratamiento de los datos personales de los usuarios porque, si bien es cierto que para todos aquellos que tienen un smartphone el registro lo hace el usuario, varios hosteleros han señalado que llegan muchas personas que o no tienen este tipo de teléfono o no saben cómo funciona un código QR. Así, si un usuario no puede solicitar su QR desde la página web, el propio local puede registrar de forma manual al cliente con la app, ya que se pueden introducir los datos de forma manual, y esto conlleva solicitar al usuario una serie de datos, una situación que disgusta a los hosteleros. "Nosotros lo estamos estudiando, no podemos solicitar a un cliente el DNI para poder acceder a nuestro establecimiento, no tenemos potestad para pedir los datos a la gente", señalan.
Así las cosas, muchos establecimientos optan por no registrar de momento los datos y esperar a esta próxima reunión y a posibles mejoras en la aplicación y la extensión a otros sectores.
Sistemas en otras comunidades autónomas
Mientras tanto, otras comunidades autónomas han estudiado este sistema y en La Rioja ya se puso en marcha el pasado noviembre aunque no es obligatorio. El Gobierno de Castilla-La Mancha aseguraba este viernes que mantiene conversaciones con Baleares, Galicia y la Comunidad de Madrid sobre el código QR para acceder a bares y restaurantes
La Xunta de Galicia hace unos días apuntaba a esta herramienta o a una parecida, sin embargo de momento ha rebajado su plan para controlar a los clientes tras advertir el sector hostelero de que no le corresponde pedir identificaciones.
También la Fundación Rioja Salud presentaba en octubre una iniciativa, COVID-19 QR, un sistema para general un código QR pero para cualquier emplazamiento, cualquier tipo de negocio, local, institución o medio de transporte público. Este código facilita poder conocer todo el recorrido y los contactos de un caso positivo detectado.