"En Toledo no hay ningún recurso residencial de atención a la salud mental al cerrar Camarena. No ha quedado ni un solo", recuerdan desde la Federación de Salud Mental de Castilla-La Mancha. María Carmen Navarro, presidenta de la Federación, recalca que la opción del Hospitalito ofrecerá, por lo menos, cuarenta plazas. Pero eso sí, también recalca que "el Hospitalito del Rey no soluciona el problema de atención a la salud mental".
"Pero ya son 40 personas las que saldrían de la lista de espera, porque no tienen otra opción aquí. En Cuenca hay uno, en Albacete y en Ciudad Real y en Alcázar, pero no en Toledo", afirma. "El cierre de la residencia en Camarena ha agravado el problema que llevamos años arrastrando de la falta de plazas residenciales para personas con enfermedad mental. El Hospitalito es una posibilidad que esperemos que en 2022 ya pueda ponerse en marcha", recalca la responsable de la Federación en una entrevista en la que los preocupantes datos que muestran cómo ha aumentado el número de suicidios en la región en 2020.
Las cifras del suicidio en la región
En concreto, un total de 180 personas cometieron suicidio durante 2020 en Castilla-La Mancha. El crecimiento en relación a 2019 fue de un 18,4%, una cifra "abrumadora" para la Federación de Salud Mental. Fue, según los datos del INE, la segunda causa de muerte externa "más habitual" en Castilla-La Mancha y la octava región con más muertes por suicidio de las 17 comunidades autónomas durante el 2020. La gran mayoría de las víctimas de suicidio fueron hombres, un total de 147, y 33 a mujeres. Se trata principalmente de personas de entre 50 y 54 años, con 21 muertes, seguida por el grupo de entre 55 y 59, con veinte víctimas. No se produjo ningún caso en personas menores de 15 años, resaltan desde la Federación.
"Cuando alguien muere por suicidio, no quiere morir, quiere dejar de sufrir", asegura la presidenta de la Federación de Salud Mental de Castilla-La Mancha. "Como sociedad no podemos permitírnoslo”, recalca Navarro. "Las cifras son abrumadoras, son para hacérnoslas mirar". Y es que, reivindican desde la Federación de Salud Mental, el suicidio "no es un problema individual", sino que uno de sociedad. "Lo que buscamos es una reflexión: si tenemos una sociedad donde once personas deciden quitarse la vida diariamente no es una sociedad sana, desde luego. Es una sociedad que provoca demasiado sufrimiento", recalca.
Además, Navarro afirma que no sólo se trata de un problema de salud mental, sino que se trata de una situación que requiere de más prevención. "Esto es una inversión necesaria", asegura, porque "si evitamos que una persona se suicide o que cuente sus intenciones ya estamos logrando algo". De todos modos, desde la Federación recalca que somos "afortunados" porque existe un Grupo Regional de Prevención del Suicidio en el SESCAM, con la colaboración del Tercer Sector, cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, además de la Federación. "Hay mucho trabajo hecho detrás de esto, pero es lo que hay que hacer, es invertir en profesionales y en campañas de sensibilización", afirma la presidenta de la Federación.
Escuchar. Es una palabra clave. "Cuando una persona está pasándolo mal y somos capaces de saber escuchar, así podemos evitar que la persona se suicide. Cuando una persona se suicida, no es sólo la persona la víctima sino que todo su entorno. Está comprobado que por lo menos habrá seis personas que estén afectadas en mayor o menor grado. Y el nivel de dolor es muy grave", recalca.
El problema radica en que siempre se ha tratado un tabú, afirma. "Muchas familias no lo hablan, no lo dicen o evitan la palabra y el dolor que deja es brutal para la familia, los amigos, el entorno", recalca. Para evitar esto, existen grupos de familias que comparten el sufrimiento, algo "necesario" para salir adelante. "Cuando hay un suicidio, nadie se acuerda de los familiares y de que también necesitan apoyo", afirma.
Estrategia del suicidio y un teléfono gratuito
Desde la Federación vuelven a recalcar la importancia de que Castilla-La Mancha cuente con su propia estrategia del suicidio, una herramienta que "muchas comunidades no tienen" y que desde el tejido asociativo llevan años reclamando. "También llevamos años de lucha por conseguir un teléfono gratuito de tres cifras como el que tiene la violencia machista", recalca. Existe el teléfono de la esperanza, señala Navarro, pero reclaman un número más sencillo de recordar, como el 016. "Afortunadamente hay compromiso por parte del Gobierno que se comprometió a primeros de año que se iba a poner en marcha el teléfono", celebra Navarro.
Además, reclaman recursos para campañas de sensibilización. "¿Cuánto dinero destinamos a sensibilizar en campañas de tráfico, por ejemplo? "Tenemos casi la misma cifra de muerte por suicidio que de tráfico. Tenemos que invertir en esto también", asegura. A todo esto, se suma la incidencia de la pandemia. "Nos ha afectado mucho; no puede ser que tengamos una de las ratios más bajas de psicólogos clínicos", señala.
Premio por buenas prácticas
La Federación ha sido premiada por la adaptación de sus productos y servicios a la pandemia del coronavirus. "Se trata de un proyecto de prevención en la violencia machista, que se hizo presencial y tuvimos que hacerlo vía telemática. Además, se suma el factor de que nuestra región está muy disgregada, tenemos un reto importantísimo en la brecha digital y sobre todo en el colectivo de personas que sufren. Muchos no tienen acceso a los datos, sino que tampoco tienen conocimiento ni medios económicos", explica la presidenta de la Federación. Por eso, realizaron una labor de enseñanza, a usar las tablets, ordenadores y teléfonos para poder conectarse.