Los ecos de la manifestación de la “España vaciada” que el pasado domingo llenó las calles del centro de Madrid han resonado con fuerza en la inauguración del Conama Local 2019 que, con el lema “Campo y Ciudad. Agenda Global”, acoge Toledo durante hoy, mañana y el jueves en la Escuela de Administración Regional. La lucha contra la despoblación se ha convertido en el eje principal de los discursos inaugurales de este encuentro de pueblos y ciudades por la sostenibilidad, apelando sobre todo al medio ambiente como el eje vertebrador de las numerosas políticas que se pueden poner en marcha para combatir las carencias en el medio rural. Durante tres días, más de 40 expertos se dan cita en la capital castellano-manchega para abordar los desafíos que componen la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Alicia Torrego, directora de la Fundación Conama, ha sido la encargada de dar paso a los intervinientes, precedidos por el presidente de este organismo, Gonzalo Echagüe, quien ha resaltado la necesidad de “revitalizar” el medio rural y las ciudades para conseguir “una España más sostenible y vertebrada”. Según ha afirmado, pueblos y ciudades comparten el mismo objetivo de bienestar social, y aunque los desafíos son globales, “debemos actuar sobre lo local, donde el papel de la ciudadanía es clave”.
La importancia del ámbito municipal la ha resaltado también el presidente de la Diputación de Toledo, Álvaro Gutiérrez, quien ha señalado que los ODS “no pueden permitirse ser dejados de lado” ya que la sostenibilidad, la gestión de los residuos, la biodiversidad y el turismo, entre otras muchas cuestiones, “merecen toda la atención y compromiso” para que “pueblos y ciudades trabajemos juntos por el objetivo común”. Ha elogiado al equipo organizador de Conama por servir de punto de encuentro, promover la colaboración y generar redes para avanzar en esos objetivos.
“Se nos acaba el tiempo, tenemos el deber de actuar rápido para conseguir la transición ecológica y asegurar la prosperidad de todas las personas con un nuevo contrato social que no deje a nadie atrás. No podemos sacrificarlo todo a esa sacro santa eficiencia económica, ante el abismo ambiental y la incertidumbre política que recorre Europa y el mundo entero”, ha argumentado. De hecho, ha remarcado que los ODS “traspasan toda ideología” y son necesarias alianzas internacionales para “defender nuestra casa común, que es la Tierra”.
Por su parte, el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, también ha destacado el espacio local como “cordón umbilical” que une la capacidad de acción de la ciudadanía con el compromiso colectivo global. “Es en el ámbito local donde se identifican un conjunto de derechos de la ciudadanía como el derecho al agua, a la energía y a la vivienda”. Por eso ha considerado importante que la Agenda Local esté presente en las estrategias del Gobierno estatal.
El 38% de municipios españoles, en riesgo severo de despoblación
Frente a ello, ha hecho su propia referencia a la despoblación como un “fenómeno creciente”, más acentuado en los países nórdicos y en el sur de Europa. En España, la estrategia para hacer frente a la despoblación que fue aprobada en el último Consejo de Ministros ha tenido en cuenta que el 90% de la población se concentra en 1.500 municipios que suponen el 30% de la superficie del país, mientras que el 10% restante ocupa el 70% de la superficie española. Asimismo, en España, más del 38% de los municipios están en riesgo severo de despoblación: “Los jóvenes abandonan las zonas rurales en busca de futuro en las ciudades” y con ello, el medio ambiente se encuentra con “serios problemas para garantizar su sostenibilidad, con territorios degradados y un desarrollo económico menor”.
Hugo Morán ha hablado así de un “círculo vicioso” donde la “despoblación alimenta nuevas iniciativas que la provocan”, y que se agravan además por el cambio climático. “Si no somos capaces de revertir estos cambios, estos impactos serán más significativos en actividades vinculadas al mundo rural. Estamos obligados a buscar y aprobar respuestas”, ha dicho, apostando por la educación ambiental como papel prioritario en áreas rurales y por recuperar el prestigio de actividades ligadas al campo. De la misma forma ha defendido la necesidad de mejorar los servicios públicos para fijar población partiendo de la base de que todo ello supone “notables beneficios ambientales”, desde la protección de la diversidad biológica, hasta la producción de alimentos más sanos, y el respeto a la biodiversidad.
“Debemos asignar un valor económico a la protección del medio ambiente y a la restauración de ecosistemas como herramientas para generar oportunidades en áreas despobladas. Nuestro principal desafío es identificar nuevas oportunidades e instrumentos y elaborarlos de forma participativa para que estos pueblos puedan ser protagonistas en un proceso donde será clave la transición ecológica”. Parte de estos argumentos se recogen en las directrices generales de la Estrategia Nacional Frente al Reto Demográfico, aprobadas en el último Consejo de Ministros.
La importancia de la educación ambiental
Seguidamente, el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, también ha relacionado desarrollo rural y medio ambiente como “motor de desarrollo contra la despoblación". Ha reiterado que uno de los mayores retos actuales es la lucha contra el cambio climático y que en ese camino, el Ejecutivo regional ha dando prioridad a las acciones de educación ambiental y a una futura estrategia en ese sentido. Tras resaltar también la economía circular que esta región quiere implantar mediante una ley pendiente de tramitación parlamentaria, y su apuesta por las energías renovables, también se ha referido ampliamente al agua, cuando se cumplen 40 años de funcionamiento del trasvase Tajo-Segura.
En este sentido, ha agradecido al Ministerio para la Transición Ecológica que esté poniendo en marcha desaladoras en Levante, pero también ha advertido de la necesidad de respetar los caudales ecológicos, como recientemente ha sentenciado el Tribunal Supremo en su rechazo parcial del Plan Hidrológico del Tajo. Ha concluido subrayando la importancia del municipalismo, “tirando del carro desde las administraciones más cercanas en los compromisos internacionales que hemos adquirido”. “Es un reto apasionante, un compromiso colectivo en el que todos estamos implicados”.
Finalmente, la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, quien ha dicho que el secretario de Medio Ambiente le ha prometido que acudirá al ver el estado del río Tajo a su paso por la ciudad, ha resaltado todo lo que se ha conseguido desde el Ayuntamiento desde el punto de vista ambiental: “Sin las premisas de la sostenibilidad y del medio ambiente, cualquier propuesta está condenada al fracaso”. “Aunque aunque es cierto que muchas de las decisiones sobrepasan nuestro ámbito local, a este reto común también deben darse respuestas colectivas. Todos debemos seguir remando juntos para que el futuro del planeta sea más optimista”.
Premio a la Sostenibilidad para Illescas
Durante el acto se ha entregado también el Premio Conama a la Sostenibilidad de Pequeños y Medianos Municipios a aquellas localidades que llevan a cabo proyectos innovadores de mejora ambiental y desarrollo rural. Este año, en la categoría de menos de 5.000 habitantes ha resultado ganador el Ayuntamiento de Becerril de Campos (Palencia). Se trata de una localidad de apenas 800 habitantes que, en 2015, rehabilitó una iglesia románica en ruinas para convertirla en un centro de divulgación y de turismo basado en la astronomía. Ha recogido el galardón, su alcalde, Mario Granda. El accésit en esta categoría ha sido para Legarda (Navarra) por varias actuaciones en energías renovables, residuos, gestión del agua y la biodiversidad.
Por último, el Premio Conama correspondiente a la categoría de municipios de entre 5.000 y 30.000 habitantes ha correspondido a Illescas (Toledo) por la puesta en marcha de un polígono industrial sostenible, que ha recogido su alcalde, José Manuel Tofiño. En esta categoría el Accésit ha correspondido a Soto del Real (Madrid) por un nuevo plan de ordenación urbana realizado de forma participativa con la población y agentes sociales y sometido a refrendo por votación.