El Museo del Greco de Toledo, dentro del programa 'Universo Greco' expondrá temporalmente dos obras de Pedro de Orrente, conocido como el 'Bassano español'. Se trata de 'El milagro de los panes y los peces' y 'Las bodas de Caná' que el pintor realizó en el segundo tercio del siglo XVII y que proceden de la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de la Guardia (Toledo).
Pedro de Orrente se trasladó tempranamente a diferentes ciudades españolas; entre ellas, Toledo, donde ya se encontraba en 1600. En este momento, movido por la admiración patente en toda España por los pintores venecianos y en especial por la familia de los Bassano, llegó a Venecia en 1605, donde gracias a su paso por el taller de Leandro Bassano se empapó de las directrices compositivas del maestro, claramente reconocibles en el tratamiento que Orrente hace de los pasajes del Antiguo y Nuevo Testamento, como animadas escenas de género que gozaron de un significativo aplauso y que produjo prolíficamente gracias a un obrador muy bien constituido.
Claro ejemplo de ello son estas dos obras, ha indicado el Museo del Greco en un comunicado, donde se representan multitudes dinámicas dentro de gráciles paisajes y escenarios familiares, luminosos y llenos de detalles costumbristas donde destacan los animales domésticos, siempre presentes en sus "obras de gabinete" que hacían que los espectadores se sintieran identificados y halagados al considerarse integrados dentro de la escena.
Solamente la pieza 'Las bodas de Caná' se ha sometido a una adecuación para su exposición en el Museo del Greco dado que 'El milagro de los panes y los peces' se encuentra en buen estado de conservación debido a una restauración reciente.
De vuelta a España en 1607 el artista siguió compaginando su estancia en diferentes ciudades; entre ellas nuevamente Toledo, donde entabló amistad con el hijo del Greco, Jorge Manuel Theotócopuli.
Orrente demostró también su pericia y versatilidad con 'cuadros de altar' que se alejan de lo veneciano y se consideran introductorios del naturalismo barroco en España, en la representación de grandes figuras, de original composición, perfección técnica y fuerza expresiva, con predominio de tonalidades rojizas y ocres y un interés lumínico influenciado por el Greco.