La realidad agraria de Castilla-La Mancha ha cambiado en los últimos diez años. Según los datos de la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos Cultivos (ESYRCE) del Ministerio, desde el 2010 a las últimas cifras ofrecidas este año, en la región se ha perdido superficie de melón, girasol, viñedo y centeno, pero han subido frutales como albaricoqueros y melocotoneros, la lenteja y el espárrago, pero sobre todo, dónde se ha producido la subida más importante ha sido en los frutos, nogal, almendra y sobre pistacho, que se ha convertido en el nuevo oro manchego.
A los cultivos leñosos tradicionales de la región como el olivar y la vid, los más numerosos en la comunidad, en los últimos años se están sumando nuevos, sobre todo el pistacho y la almendra que se están adaptando muy bien a las características climáticas y los suelos de la región y dan producción de mucha calidad.
Sorprende contemplar como en el 2010 la superficie dedicada al pistacho en la región era de 1.000 hectáreas, actualmente se contabilizan 21.000 hectáreas dedicadas al cultivo de este leñosos, mientras que el total en España es de 30.000. En estos momentos la provincia con mayor número de hectáreas es Ciudad Real, con 8.091, seguida de Toledo, con más de 6.000 hectáreas, después Albacete con casi 5.000, Cuenca con 2087 y Guadalajara que tiene muy pocas, tan sólo 268 hectáreas.
Castilla-La Mancha se ha convertido así es la comunidad con mayor superficie dedicada al pistacho y la mayor productora del país, con más de 2.000 toneladas en la última campaña. Aquí y allá surgen plantaciones de este leñoso y se agotan las plantas en los viveros debido a la gran demanda. Por ello, al ser el pistachero un cultivo de reciente introducción en la región y no habiendo suficiente planta disponible en el mercado, la Consejería de Agricultura inició hace unos años un servicio de reparto de yemas de distintas variedades a los agricultores interesados, para así fomentar su desarrollo, siendo actualmente el CIAG “El Chaparrillo” el centro que realiza esta función.
De momento no parece que vaya a decaer su producción dado que es un frutal se adapta muy bien al clima de la región ya que resiste muy bien la escasez de agua y el calor y resiste. De hecho, la calidad del fruto El pasado mes de noviembre se presentó en Talavera de la Reina (Toledo) la marca de calidad 'Magno Pistachio', una iniciativa que abrirá el camino para la creación de una Indicación Geográfica Protegida para el pistacho de Castilla- La Mancha.
La almendra
Otro cultivo es expansión en la región es el almendro, la Encuesta de Superficies cifra este año en 140.000 hectáreas las que se dedican a este fruto cuando en el 2010 apenas pasaban de las 60.000. Actualmente la región es la segunda productora del país, sólo por debajo de Andalucía. En concreto, la producción de la almendra en grano para la campaña 2019/2020 en la región se ha cifrado en unas 8.000, en una campaña que ha estado por debajo de la anterior debida a la sequía y a las inclemencias del tiempo.
Por variedades de almendra, la mayor producción está en la variedad 'comuna', largueta y la variedad 'marcona'.
Al igual que el pistacho, la almendra de la región es considerada como de gran calidad y se destina principalmente a la realización de dulces como el mazapán o el turrón.
Nueces
Otro fruto seco, la nuez, está también viviendo una expansión en la región, de la que también es la principal productora. Si hace diez años, la región tenía 2.734 hectáreas dedicas a este cultivo, actualmente reunión más de 4.000, que se concentran sobre todo en la provincia de Albacete, en la zona de Nerpio y Hellín-Tobarra. La mayor parte de estas plantaciones se han hecho en los últimos 4 o 5 años. Son también nueces de calidad, más pequeñas pero más dulces y finas que las californianas.
A estas producciones se están sumando otras como las ecológicas, de las que la región es la primera productora del país, y suben algunas que ya eran tradicionales pero habían sufrido algunos retrocesos en los últimos años entre los que se encuentras las lentejas, tradicional sobre todo el La Sagra toledana, el espárrago y los condimentos como el azafrán.
También han crecido significativamente las aromáticas que en el 2010 reunían 2.700 hectáreas y actualmente se cifran en más de 6.500 hectáreas, que se concentran principalmente en la provincia de Guadalajara.