Las tasas del paro registrado en Castilla-La Mancha siguen reflejando unos porcentajes muy alejados de la igualdad real entre hombres y mujeres. En la semana en que se celebran multitud de actos con motivo del 8 de Marzo, se han conocido las cifras del desempleo registrado en los servicios públicos, y desvelan que el 65% de los parados del mes de febrero son mujeres. Esto ha hecho que todos los sindicatos hayan lanzado un mensaje prácticamente idéntico: la exigencia de políticas económicas que tengan en cuenta la perspectiva de género.
Actualmente, y según estos datos, de las 172.517 personas desempleadas que hay en Castilla-La Mancha, un total de 110.682 son mujeres y 61.853 son hombres. La brecha es muy similar a la del mes de enero y también a la reflejada durante todo el ejercicio de 2018, aunque con ligeras modificaciones en campañas que afectan al sector servicios como las de verano o Navidad. Es decir, muy estacionales. Y lo mismo sucede en el caso de los más jóvenes, donde sigue siendo mayor el paro femenino.
Es el motivo por el que CCOO ha afirmado que el desempleo sigue teniendo “nombre de mujer” en esta comunidad autónoma. “Las mujeres se siguen enfrentando a la ausencia de empleo", afirma María Ángeles Castellanos, secretaria regional de Políticas Sociales de este sindicato. De hecho, precisa que el porcentaje del 65% de paro femenino aumenta hasta el 71% en cuanto a su peso en el sector servicios. Y añade que en la contratación indefinida el peso de las mujeres se sitúa en el 37% y en el 38%, en la temporal, en ambos casos “unos porcentajes muy bajos” con los que las mujeres “no van a salir de la situación de precariedad en la que se encuentran”.
Superar la estacionalidad
"Necesitamos políticas económicas que superen la estacionalidad en la que vive la región, políticas que no solo atiendan lo urgente sino que planifiquen a largo plazo recuperando la centralidad del trabajo para alcanzar más beneficios para la mayoría social, beneficios que no se consiguen con un mercado desregulado, ni con la ausencia de la perspectiva de género en la planificación de las políticas económicas y sociales", ha señalado Castellanos.
También desde UGT han señalado que los últimos datos del paro evidencian la “gran brecha de género” del mercado laboral y la necesidad de establecer políticas activas de empleo orientadas a mejorar la inserción laboral de las mujeres, “sobre todo en las comunidades con peores datos, como Castilla-La Mancha".
Los datos, añade, evidencian una alta "inestabilidad y precariedad de los puestos de trabajo con empleos y desempleos que cuentan con menos derechos" y que urgen además al Gobierno de España a revertir la reforma laboral de 2012 antes de acabar la legislatura.
A todo ello se une la temporalidad
CSIF se ha sumado también a estas críticas lamentando el elevado desempleo femenino, aunque en su caso ha reseñado asimismo otras variables como la predominante contratación temporal (un 91% de los contratos) y el hecho de que la región haya perdido 7.476 trabajadores en los dos primeros meses del año, además de que ha sido la tercera comunidad autónoma en la que más ha subido el paro porcentualmente por detrás de Madrid y Navarra.
A toda esta situación se unen los datos aportados por CCOO en el informe ‘La brecha salarial en Castilla-La Mancha', que revela una situación especialmente "importante" entre las "desigualdades y desequilibrios" de las mujeres en el entorno rural, respecto a las mujeres de ámbitos urbanos. Los datos recopilados por el sindicato señalan que, en provincias como Ciudad Real, las mujeres que se dedican a la agricultura tienen una brecha de casi el 80%, en relación a los sueldos de los hombres.
Además de que los niveles salarios en el sector de la Agricultura son "muy bajos", la brecha es también "muy elevada". Ciudad Real es el ejemplo más dramático, ya que las mujeres ganan prácticamente la mitad de lo que ganan los hombres. En el conjunto de la región, la brecha llega al 56% y la más baja entre las agricultores y agricultores se alcanza en Guadalajara, donde es de un 30%. Valores elevados que se repiten también en el sector de la Industria extractiva, la energía y el agua. El valor regional es del 50%, pero en Cuenca sube hasta el 69% y en Albacete hasta el 63%.