Hay quien la hace mentalmente, otros la anotan en su smartphone o en un papel y también está quien elige directamente en el supermercado lo que considera que necesita mientras pasea por los habituales pasillos abarrotados de productos. Hacer la lista de la compra de lo que cada uno consumimos en casa determina cómo cuidamos nuestra salud y el medio ambiente. Así lo explica la educadora ambiental Benedicta Nieto Torres, que destaca la importancia de ir a comprar con una lista hecha tras reflexionar sobre nuestro hábitos de consumo.
Licenciada en Ciencias Biológicas, Nieto Torres ofreció la víspera del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra este miércoles 5 de junio, una charla-debate en la Biblioteca regional sobre cómo elaborar la lista de la compra bajo el prisma de un consumo responsable y "el poder" que tiene esta para que cuidemos del medio ambiente, de la salud o que, además, sirva para mejorar la vida de muchas personas apostando por productos de comercio justo.
"Somos lo que comemos" o "si reduces envases reduces residuos y ahorras recursos" fueron algunas de las premisas con las que Nieto introdujo a los presentes la necesidad de tomarnos nuestro tiempo para elaborar el listado de los productos que queremos consumir, no solo de alimentación sino también de higiene, limpieza, ropa o incluso de los electrodomésticos que compramos.
"No es cuestión de dinero sino de pensar qué queremos y buscarlo. En todas las tiendas hay opciones, es cuestión de preocuparte, leer las etiquetas y ver lo que hay en el supermercado", apuntó Nieto, que explicó algunas de las claves para poder ejercer un consumo responsable con su propia experiencia como consumidora y con las ideas de dos libros: 'Primavera silenciosa', de Rachel Parson, y 'Residuo cero en casa', de Bea Johnson.
Botellas de acero inoxidable, servilletas de tela o cambiar el aluminio por el vidrio
Respecto al cuidado del medio ambiente, hay cinco verbos que pueden ayudarnos a moldear nuestro hábitos: rechazar, reducir, reutilizar, reciclar y compostar. Como ejemplo de cada una de las acciones que podemos llevar a cabo para disminuir los residuos que generamos, la experta apuntó su rechazo a los zumos individuales -con su plástico y sus pajitas-, las latas de aluminio -un material que cuesta mucho producir- o los envases de plástico de legumbres cuando se pueden comprar a granel. Así, mejoramos nuestro cuidado del medio ambiente si en lugar de comprar latas de tomate o cerveza las adquirimos en un envase de vidrio que se puedan reutilizar.
También apuesta Nieto por utilizar servilletas de tela, que "no ocupan sitio en la lavadora" y evitan gastar papel, o por desechar las botellas de plástico de agua por botellas de acero inoxidable. "¿Cuántas botellas compro en un año? Si lo calculamos quizá nos asustemos", agregó sobre la compra de este material al tiempo que cuestionaba también la cantidad de productos de limpieza que existen para casi cada rincón de la casa, cuando "se puede reducir a tres cosas: alcohol, vinagre y bicarbonato".
Asimismo, respecto a los productos de higiene personal, aconseja el uso de champús o jabones sólidos que evitan el uso de plásticos. También puso como ejemplo que, para dejar de usar algodones faciales con los que limpiar el maquillaje, ha recortado un viejo albornoz que ya no usaba y que usa ahora para limpiarse la cara.
Por otra parte, la cantidad de regalos materiales que compramos a amigos o familiares también se podría sustituir por otro tipo de detalles que permitan pasar tiempo juntos y no acumular más residuos como aparatos eléctricos que luego no reciclamos bien ya que, recordó, el contenedor amarillo no es el lugar adecuado en el que depositarlos.
Al hablar de reciclaje también se abrió un debate entre los asistentes ante "las dificultades" que encuentra para poder reciclar según la zona en la que vivan, mencionando los casi inexistentes puntos de reciclaje que, por ejemplo, hay en el Casco Histórico de Toledo.
"Que la comida sea la medicina y que la medicina sea la comida"
"El poder" que ejerce el consumidor con su lista de la compra se refleja también en los productos que elegimos para alimentarnos. Este "poder" se refleja, por ejemplo, en que cada vez, más supermercados apuestan por ampliar sus estanterías de productos ecológicos debido a la demanda existente.
"Que la comida sea la medicina y que la medicina sea la comida". Es otra de las frases que Nieto extrajo de los mencionados libros para explicar su punto de vista respecto a la compra de productos que son tratados con pesticidas, plaguicidas o herbicidas limitados bajo el control de normativas europeas o nacionales. "No es que haya que alarmarnos, simplemente están ahí. Vamos sumando cantidades en nuestra comida y no sabemos exactamente las cantidades que tomamos", dijo antes de ofrecer algunas opciones favorables a productos ecológicos que, aunque no son completamente inocuos de las sustancias mencionadas, "no nos perjudican de igual manera ya que el cuerpo los puede metabolizar".
Para quien se anime a emprender este cambio en su lista de la compra, Nieto apunto algunos alimentos que se pueden encontrar con mayor facilidad en tiendas ecológicas, en supermercados convencionales o también a través de los grupos de consumo que se han puesto en marcha en la ciudadanía. Leche, café, yogures, verduras, aceita, harinas, frutas o alimentos grasos como la mantequilla son solo algunos de los productos que se pueden encontrar con la etiqueta ecológica europea o que se pueden adquirir en un comercio de proximidad que también fomenta la sostenibilidad.
EcoToledo, Bioshop RIO, Biomarket Toledo, Al Peso, la tienda de comercio justo de Oxfam Intermón o incluso grandes cadenas como Lidl, Alcampo o Ahorramas fueron algunos de los ejemplos del tipo de comercios en los que se pueden encontrar este tipo de productos ecológicos que se pueden incorporar a una lista de la compra más respetuosa con nuestra propia salud y el medio ambiente.