El Pozo Amargo se convierte en una improvisada mesa para cortar un plato de ducha

La actuación se ha denunciado en las redes sociales. Residentes del entorno apuntan que corresponde a la rehabilitación de una vivienda de un particular

Las obras que se llevan a cabo en el Casco Histórico de Toledo siempre sorprenden, habitualmente, por el hallazgo de enclaves patrimoniales o restos arqueológicos. Sin embargo, en esta ocasión ha causado estupor el uso que le han dado unos operarios al brocal del Pozo Amargo, convirtiéndolo en una improvisada mesa para cortar un plato de ducha.

La actuación ha sido denunciada en las redes sociales por el usuario @ForoToletho, achacando la actuación a las obras del nuevo hotel que se está construyendo en la Bajada del Pozo Amargo. Otros usuarios han tachado de "lamentable" esta actuación y consideran que es "atentado" a este elemento patrimonial.

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Sin embargo, residentes del entorno trasladan a este medio que las obras corresponden a una vivienda particular de la zona y no al mencionado hotel. De la misma manera, denuncian "la suciedad y los escombros" que está generando esta actuación en la plaza del Pozo Amargo.

Precisamente, el pasado mes de abril, con el inicio de las obras de la calle Reyes Católicos y sus inmediaciones, se halló un pozo para abastecimiento humano público datado en 1720 que sería el lugar original del brocal que hoy se puede ver en la calle Pozo Amargo.

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