Incluso los momentos más complicados tienen su lado positivo y estos también ha sido así con el sector de la producción de alimentos que está viviendo unos meses difíciles debido a la caída de los mercados mundiales a causa de la pandemia y al cierre del canal HORECA, pero que sin embargo, ha logrado situarse como un sector estratégico y ha hecho que su mensaje llegue al consumidor debido al papel vital que ha desempeñado en los meses de confinamiento.
Así el Juan Miguel del Real, director general de Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha confía en que esto quedé en la mente del consumidor durante mucho tiempo. “El sector agroalimentario ha demostrado ser muy generoso, con las condiciones más difíciles ha seguido trabajando, sacando las cosechas, garantizando la cadena de suministro, asegurando la calidad y trazabilidad de los productos, no hemos dependido de productos de fuera”, recuerda. Y está convencido de que “la sociedad lo va a valorar sobre todo en un momento que están sobre la mesa temas muy importantes, la sostenibilidad social, medioambiental, la importancia de los productos de cercanía, los de la tierra, todo un conjunto de cosas que van a ayudar a que los concepto de fijen más”, considera.
Todo lo que se ha vivido este año, ha marcado dos fases bien definidas antes de la COVID y después. “Se ha hecho una labor didáctica este año muy importante, antes de la COVID con las manifestaciones saliendo a la calle los agricultores para reclamar precios justos; ahí ya se consiguió un primer momento donde la sociedad y los medios de comunicación hablaban de la agricultura mucho más que antes” y después de la COVID, con toda la labor de de abastecimiento manteniendo unos estándares de calidad y trazabilidad, aunque también sabe que todo esto tienen “una digestión muy lenta” en la sociedad.
El año 2020 empezaba algo revuelto para el sector agroalimentario. “Desde el comienzo se preveía como un año intenso y finalmente ha sido así, empezábamos con situación complicada con los mercados bastante espesos en el sector aceite y vino, con los aranceles, que no habíamos terminado de asumir y con el Brexit. Las manifestaciones que teníamos al comienzo apuntaban a una año intenso, pero todo eso se precipitó y se magnificó con la pandemia que fue la circunstancia más extraordinario y que más ha condicionado el desarrollo del año 2020”, señala.
El balance no puede ser positivo, sectores como el vino, el ovino o caprino están pasando por momento difíciles. “Todos los sectores estratégicos de la región se están viendo afectados”, señala el responsable de Cooperativas Agroalimentarias.
Para el vino ha habido dos momentos a lo largo del año. “En los primeros meses de la pandemia el mercado de la exportación, sobre todo a granel, más o menos se mantuvo, las operaciones que estaban hechas se fueron cumpliendo. Pero a medida que la pandemia se hace de largo recorrido, el sector del vino está gravemente afectado porque hay una sobreoferta”.
Además, la cosecha ha sido buena, lo que agrava la situación de la bajada del consumo y considera que se tendrán que tomar medidas extraordinarias como ya se ha hecho este año con la destilación de crisis, el almacenamiento privado y la vendimia en verde que paliaron en algo ese desfase de oferta y demanda.
Los próximos meses el sector del vino va a necesitar algo porque volvemos a tener el mismo problema de mercado”, con el canal Horeca bajo mínimos y un aumento del consumo en hogares no compensa el descenso en restaurantes y hoteles.
El sector del aceite ya llevaba unos años con problemas. “Llevamos ya tres años de crisis, ahora parece que el mercado está reaccionando y parece que tenemos unas precios más estables. Hace ahora un año salieron las licitaciones para almacenamiento de aceite de la UE porque estábamos en un momento de colapso de mercado". Por eso, el año termina con unos sectores que “piden que haya medidas de mercado y presupuesto extraordinario como han visto otros sectores, con apoyo de las autoridades europeas y nacionales”, ha señalado y ha recuerda que las medidas que la pasada campaña se pusieron en marcha para el vino se hicieron con cargo al presupuesto que el sector ya tenía en el PASVE, “fue cambiar unas medidas por otras pero el dinero es el mismo. Ahora toca pedirles a los Reyes Magos presupuesto extraordinario”, ha señalado.
Un año incierto
Por lo que respecta al año 2021 pocas cosas hay claras. “Va a ser una muy condicionado por la evolución de la pandemia”, señala. “Estamos ilusionados con la vacuna, es un cambio de enfoque que creo que da cierta luz al final del túnel pero va estar muy condicionado. A nivel de sector, tenemos que seguir insistiendo en las medidas de regulación del mercado y la UE tiene que reaccionar para ayudar a los sector más estratégico y así lo vamos a reclamar”. E
Más adelante, “esperamos que en primavera esto haya mejorado y haya más capacidad con el turismo y esto ayude a que mercado se reactiven y podamos alcanza valores como los que conocíamos y de cierta estabilidad pero hay tanto incógnitas que es muy difícil hacer una planificación a largo plazo”, señala.
No obstante, espera que hay cosas que han pasado en 2020 que han venido para quedarse como que valoremos más nuestros productos. A su juicio, algo está cambiando en la percepción del consumidor. “Muchas veces no es lo que pagamos sino lo que recibimos a cambio de ese precio”, señala porque espera que el consumidor valore que los productos europeos estan sujetos a una normas de trazabilidad, de seguridad sanitaria , muchas veces no hay que mirar solamente el precio de las cosas, sino el valor que esos productos soportan, que el consumidor sepa analizar la procedencia y la garantía de que es un producto con unas normas de calidad europea muy rigurosas y con garantía de su origen”, señala.
Esto sin duda puede beneficiar a los productos de la región. “Está claro que los productos españoles y de Castilla-La Mancha pueden dar esa garantía al consumidor y encima con una relación calidad precio muy buena. Aquí producimos con mucha calidad y podemos ofrecer las condiciones económicas muy buenas y eso es lo que importante, que el consumidor tenga la capacidad de saber e informarse y a la hora de elegir elija lo nuestro”.
Para Juan Miguel del Real, algo se está moviendo en este sentido: “Esto es como la lluvia fina que es un proceso de cambio lento pero en estos últimos años ese proceso se está produciendo”, asegura.