La pobreza energética, desde que en España se construyeron miles de viviendas sin tener en cuenta criterios de eficiencia energética, no es solo una cuestión de ayudas. Durante años, prácticamente desde finales de los 90 hasta el año 2006, la factura de la luz y el gas no ha sido una preocupación para los ciudadanos, ni un factor a tener en cuenta a la hora de alquilar o comprar una vivienda. Con la explosión de la burbuja inmobiliaria y la crisis económica esto cambió. Y ahora, este tipo de pobreza agrupa muchas variables, entre las que toma cada vez mayor fuerza la necesidad de empoderamiento de las personas, sobre todo las que se encuentran en situación más vulnerable, para rebajar su gasto.
Esta es una de las premisas de las que ha partido la Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES) para llevar a cabo sus proyectos. Esta organización ha podido constatar que la reducción de los ingresos familiares ha supuesto que el dinero destinado al pago de las facturas de suministro suponga un porcentaje mucho mayor que antes, teniendo a veces que priorizar estos pagos por delante de otros recursos básicos como la alimentación.
Concretamente, desde el 2007 el precio de la energía eléctrica ha subido un 80% y España es el cuarto país europeo con coste de la factura de electricidad más alto, por detrás solo de Dinamarca, Alemania e Irlanda, países con renta mínima mucho más alta que la española. Es una situación casi insostenible que ha llevado a ECODES a poner en marcha el proyecto ‘La reserva solidaria de la energía’, financiado íntegramente por Leroy Merlin a través de sus ‘Eco Opciones’, pero que se desarrolla bajo la coordinación y metodología de la Fundación.
Actualmente, este proyecto se lleva a cabo en 125 hogares de toda España, repartidos en las ciudades de Santiago de Compostela, Córdoba, Zaragoza, Logroño, Santander y Toledo. En esta última ciudad, son 15 las familias participantes, con las cuales se ha contactado a través de los Servicios Sociales del Ayuntamiento y a cuya formación y empoderamiento también contribuye Cruz Roja, tanto en el apoyo en la gestión y coordinación de las visitas, como en la motivación de sus voluntarios.
La iniciativa, según han explicado a eldiarioclm.es desde la Fundación, se desarrolla en varias fases y tiene entre sus objetivos principales que los usuarios conozcan dónde consumen más energía, que puedan llevar a cabo medidas de eficiencia energética baratas o a coste cero, fomentar su uso responsable y ajustar sus contratos de energías a sus necesidades.
En la primera fase se elaboran los talleres de formación a los voluntarios de las tiendas de Leroy Merlin de la ciudad correspondiente y de la ONG local, Cruz Roja en el caso toledano. Se inculcan hábitos de consumo y medidas de ahorro, así como información sobre facturación energética y derechos del consumidor.
Posteriormente, se realiza el diagnóstico y monitorización energética de los hogares participantes y después se realiza el análisis de cada una de ellas. Con estos datos, se entrega a los particulares y familias un informe con la valoración y las medidas de ahorro que deben realizar, seguido de un nuevo taller de formación para ponerlas en marcha.
La siguiente fase comprende la implantación de medidas de ahorro en las viviendas: temporizadores en termos eléctricos, burletes en ventanas, faldones en puerta exterior, sustitución de bombillas incandescentes y halógenas por LED, reflectores en radiadores, deshumidificadores o sustitución de electrodomésticos obsoletos por electrodomésticos de alta eficiencia.
Finalmente, los voluntarios ofrecen ayuda como interlocutores en las gestiones para las modificaciones recomendadas en cuanto a sus contratos energéticos, donde se incluyen posibles cambios de tarifa, reducción de potencia, solicitud del Bono Social o reclamaciones. Esta es la fase en la que se encuentra el proyecto en Toledo, y donde Cruz Roja está aportando voluntarios para esa función de visitas a los hogares, así como coordinando y calendarizando las visitas.
Se trata de una iniciativa que busca más soluciones a la exclusión social y aportar un valor añadido al resto de medidas contra la pobreza energética. ECODES, su coordinadora, refuerza así a su objetivo de ayudar a la sociedad civil a acelerar la transición hacia una economía “verde, responsable e inclusiva". Desde 2013 lleva desarrollando el programa ‘Ni Un Hogar Sin Energía’ de acción contra la pobreza energética en colectivos vulnerables.