"Buscar que las chicas tengan menos inseguridad con las Matemáticas no es algo nuevo. En los currículums, ya hay un bloque dedicado a que el alumnado tenga gusto por la asignatura, que no haya inseguridad ni rechazo", explica Elena Gajate, vocal por Ciudad Real de la Sociedad castellanomanchega de profesores de Matemáticas. Son declaraciones en torno a las reacciones que ha suscitado el borrador del Gobierno que pretende introducir nuevos cambios en el marco educativo, para promover el desarrollo del alumnado y fomentar también la perspectiva de género en asignaturas como Matemáticas.
"Lo que ha salido no es nada nuevo, pero en cuanto aparece la palabra perspectiva de género, es lo que pasa. Se trata más de una reacción política que de real interés en la enseñanza en las matemáticas", afirma Gajate. En todo caso, sí recalca que se ha observado menor participación de las alumnas que de los alumnos en eventos como las Olimpiadas matemáticas que se celebran en España. "Ahí entra el tema de si las niñas tienen más miedo o más seguridad, porque participan menos", afirma, al igual que ocurre en el programa de apoyo al talento matemático, donde "la mayoría son chicos".
"Esto nos preocupa, porque vemos que algo pasa en Primaria", recalca la docente. En cuanto a la polémica que ha suscitado el borrador del Gobierno, insiste en que se trata de una manera de intentar desacreditar al Gobierno por parte de lo oposición. "Es que no es nada nuevo, ya existe un bloque de aptitud en la LOMCE, que se ocupa de buscar el apoyo emocional y en contra de las inseguridades y prejuicios que puede haber alrededor de la asignatura", señala. Por eso, lamenta que "parece que se trate de sacar titulares escandalosos".
"Ellos se sienten más brillantes"
"Sí que observamos que hay menos chicas en tecnología, en matemáticas... Lo notamos en los concursos y quizás también porque las chicas se alejan de estas actividades en las que se fomenta demasiado la competitividad. Pero es muy complicado buscar una única razón", recalca la docente. Además, señala que las Matemáticas tienen un problema "muy grave": "Se está dando mucha importancia a hacer cuentas y eso aleja a las personas de la materia", recalca. A esto añade que el "fracaso" suele darse más entre los chicos, pero ellos también obtienen los mejores resultados.
"Ellos se sienten más brillantes y entonces cogen carreras de ciencias, sin pensarlo. Aunque la desmotivación en las Matemáticas afecta a todos, en los niveles más altos, las chicas suelen tener menos confianza en sí mismas. Ellas suelen decir más lo de 'no soy capaz', pero ellos justifican sus problemas en 'no tengo ganas'", reflexiona Gajate. Dentro de esta situación, recalca, se están haciendo "grandes esfuerzos" para que no se tema a la asignatura, y reconoce que son muchos los factores que pueden influir en la falta de confianza más generalizada entre ellas que entre ellos.
"La falta de referentes puede ser, pero no es lo único. Desde luego ha habido grandes matemáticas como Maryam Mirzakhani [que ganó el "Nobel de las Matemáticas y murió en 2007] o Emmy Noether. Pero en general lo que notamos es más falta de confianza, menos creerse capaces y eso también ocurre con el acceso a la carrera", advierte.
Es por eso, que lo que busca el personal docente es que se intente dar un enfoque "menos de recetario" y "más de resolución de problemas interesantes" y también proponer "cosas más bonitas" para aprender matemáticas. "Entendemos que a veces resulta difícil conectar con la vida real", señala. Por eso, la pandemia ha traído ejemplos que han servido para entender conceptos como el crecimiento exponencial o los porcentajes. "Este tipo de problemas atrae más al alumnado, no se trata de hacer cuentas y aplicar recetas sin ton ni son, sino de entenderlas y comprender su utilidad. Las Matemáticas han cambiado y su forma de enseñarlas también", concluye.
Brecha de género
El último informe del Ministerio de Ciencia, 'Científicas en Cifras', señala que hay "diferencias relevantes" en la representación de mujeres en el total del alumnado, según la rama de enseñanza. En concreto, en las ramas de ingeniería y arquitectura sólo una de cada cuatro estudiantes de grado y primer y segundo ciclo es mujer. El 25%. En el caso de ciencias de la salud, artes y humanidades y ciencias sociales y jurídicas, ellas suponen el 60% del estudiantado. En cuanto a la ingeniería y a la arquitectura, desde el Ministerio reclaman que existen unos "claros y persistentes" desequilibrios de género y que en la rama de las ciencias también se ha observado un "ligero retroceso" de las mujeres, en relación al curso 2015-2016.
El informe también ratifica que existe una "menor" presencia de estudiantes e investigadoras en áreas STEM, y este descenso es "especialmente preocupante en ingenierías y tecnología".