Este sábado 6 de febrero se celebra el Día Mundial de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, una de las más crueles manifestaciones de la violencia de género. Este año, se calcula que más de cuatro millones de niñas están en riesgo de sufrirla, no solo en sus países de origen sino también en Europa, España y Castilla-La Mancha. En concreto, en la región hay entre 400 y 500 niñas de entre 0 y 15 años en cuyos países de origen es común esta práctica, y de las que más de un 30 por ciento, entre 100 y 150, están en riesgo.
Con motivo de esta fecha, la Fundación Kirira ha llevado a cabo la jornada online 'Tú puedes darles voz', que ha contado con la participación de la presidente de este colectivo, Estrella Giménez, o la consejera de Igualdad y portavoz, Blanca Fernández, quien ha manifestado que "cuando se dice que la violencia no tiene género, se obvia que en el mundo millones de mujeres han padecido prácticas tan crueles como la mutilación de sus genitales por el hecho de ser mujeres”.
La mutilación genital femenina es una práctica que se sigue dando en 30 países de África, Oriente Medio y Asia meridional, y aunque está prohibida en más de la mitad de ellos, se continúa dando por la fuerte presión social, según han dado a conocer en esta conferencia en la que también han participado María Ángeles Herreros, subdelegada del Gobierno en Ciudad Real; Miguel Taboada, profesor de Derecho Internacional de la Universidad de Castilla-La Mancha, y Marta Marañón, directora de Relaciones Institucionales de la ONG ‘Ayuda en Acción’.
Se calcula que en el mundo actualmente hay más de 200 millones de mujeres y niñas vivas que han sido objeto de esta práctica y se estima que este año, más de cuatro millones de niñas están en riesgo de sufrirla, no solo en sus países de origen sino también en Europa, España y Castilla-La Mancha. Ante la cual, la titular de Igualdad ha afirmado con rotundidad que “no podemos dar la espalda a este problema” y ha llamado a realizar acciones de manera directa.
En este sentido, la Fundación Kirira, que lleva más de 13 años luchando para la erradicación de la mutilación genital femenina, ha difundido un manifiesto en el que recuerda que esta forma de violencia de género está respaldad en muchos países por "las estructuras locales de poder y autoridad y hasta por algunos líderes religiosos, quienes justifican esta barbarie como una tradición cultural".
Numerosas complicaciones
El colectivo ha repasado que la mutilación genital femenina produce numerosas complicaciones, algunas de ellas muy graves, como infecciones o hemorragias, que pueden ocasionar incluso la muerte. "Pero, además, tiene también consecuencias a largo plazo en las mujeres y niñas que logran sobrevivir, como problemas vaginales y menstruales, infecciones urinarias, coito doloroso, mayor riesgo de complicaciones en el parto o trastornos psicológicos".
"Lejos de realizarse en un entorno aséptico, es practicada por personal no sanitario en viviendas particulares y, en la mayoría de los casos, son las propias madres o abuelas de las niñas quienes les conducen a la ablación", subraya Kirira, que reivindica "el esfuerzo constante de las mujeres de las comunidades con las trabajan en Kenia para acabar con esta lacra y darles la visibilidad que se merecen".
"Si hay algo que la pandemia nos ha enseñado es que las fronteras no existen, que los problemas sociales que afectan a una parte del mundo tienen su repercusión en el resto. Pero también que, por eso mismo, todos y todas unidos en una misma cosa, tenemos la capacidad de cambiar realidades", finaliza la Fundación su manifiesto.
Este sábado, la Fundación Kirira ha estrenado el documental grabado en la campaña educativa de 2020 en el que se puede ver el trabajo que se realiza, día a día, por la lucha contra la mutilación genital femenina. "Por primera vez, podemos tener una visión general de lo que supone esta tradición ancestral con el testimonio de todas las personas implicadas", indican.
Compromiso para mejorar el protocolo en Castilla-La Mancha
Con el fin de atajar esta práctica, en 2017 el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha diseñó el ‘Protocolo para la Prevención de la Mutilación Genital Femenina en Castilla-La Mancha’ que tiene como objetivo sensibilizar y formar a profesionales de la salud, los servicios sociales y la educación, principalmente donde hay población diana, también atender integralmente a las niñas, prevenir que se puedan dar situaciones detectándolas a tiempo y, si se han producido, atender y mitigar las secuelas de las víctimas y establecer mecanismos de seguimiento y evaluación.
Sobre este Protocolo, Blanca Fernandez ha expresado el compromiso del Gobierno regional para mejorarlo y perfeccionarlo con el fin de que “no se nos escape ninguna realidad, porque, aunque cuantitativamente es un problema pequeño, cualitativamente es un problema enorme y no podemos dejar a ninguna niña con esta tierna edad desamparada por no haber podido detectar una situación de este tipo a tiempo”.
Junto al Protocolo, el Gobierno regional puso en marcha en 2018 una línea de subvenciones a entidades para formación, sensibilización y prevención de la mutilación genital femenina a la que ya se han destinado 194.000 euros “y que ha contribuido mucho a evitar que niñas, que de otra manera se hubieran visto sometida a esta tortura, gracias a la intervención de las entidades, al Instituto de la Mujer y al Protocolo hemos podido prevenir algunas de esta situaciones con lo cual hay que seguir trabajando en la misma línea”.