Antonio Mas es director desde 2017 del Centro Regional de Investigaciones Biomédicas (CRIB), vinculado a la Universidad de Castilla-La Mancha y una de las instituciones acreditadas para realizar test PCR por el Instituto de Salud Carlos III durante la crisis sanitaria.
Se trata de un centro universitario multicampus con laboratorios en Albacete, Ciudad Real y Toledo del que forman parte 18 grupos de investigación (unas 100 personas) con un interés científico común: la salud humana. Y ahora, toca hablar de COVID-19.
Hablamos con este biólogo madrileño, que también es profesor de microbiología en la Facultad de Farmacia del campus de Albacete, experto en virus, en particular el VIH. Formado en la Universidad Complutense y en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, entre otros, pasó tres años en Barcelona para recalar después en la capital albaceteña.
Ustedes trabajan en Oncología, Neurociencia, Bioquímica y Metabolismo, Nanomateriales o Historia de la Medicina. También con virus como el Zika o la Hepatitis C. ¿Les sorprendió la llegada de esta pandemia?
No, no…De hecho nuestro grupo se ha ido especializando cada vez más en virus emergentes y re-emergentes como el Zika que ya provocó una epidemia hace algunos años o los virus Usutu que infectan a aves, con algunos casos en humanos, aunque no ha conseguido enganchar y transmitirse de humano a humano. Entra dentro de lo posible que lo haga en el futuro.
Es decir, nos enfocábamos en estos flavivirus que pueden saltar fácilmente a humanos, como hacen los coronavirus. Eso ocurre con la gripe y con otros tantos virus y no, no nos ha sorprendido.
¿Quizá ha sorprendido más a los políticos y a la sociedad en general?
Sí, claro porque esto no es un tema habitual o de análisis. Preocupan más otras cosas.
¿Se le dio suficiente importancia al virus cuando se vio lo que pasaba en China por parte de nuestros políticos?
Yo creo que no, pero a toro pasado es siempre más sencillo analizarlo. Recuerdo escuchar al doctor Cavadas, un cirujano muy prestigioso, que a finales de enero o principios de febrero estaba preocupado y alertaba del peligro que llegaba desde China. Pensé que era muy exagerado, pero después ha resultado que no. Quizá no le dimos casi ninguna importancia.
¿Qué diría de este virus? Porque si hay algo en lo que parece que coinciden todos los expertos es en lo poco que se sabe
Llevamos muy poco tiempo con este virus y por eso se sabe poco. De todas formas, se están invirtiendo tantos recursos en personas y materiales que lo que se sabe ya es alucinante.
Nosotros trabajamos con polimerasas de virus (son las que utilizan los virus para replicarse). Obtener una estructura cristalina que es lo que te dice cómo está colocado cada átomo de cada aminoácido de esa proteína…Eso lleva mucho tiempo de trabajo, a veces incluso años, pero la polimerasa de este virus se ha conocido en dos meses, su estructura cristalina.
Esto es muy importante porque, sabiendo cómo es se pueden definir ciertos sitios donde se puedan unir antivirales, moléculas que sean capaces de inhibir su réplica, de inhibir la actividad de esa polimerasa.
Se sabe poco sí, pero es muy sorprendente, lo que sabemos lo estamos conociendo de manera muy rápida. Que en tan poco tiempo hayamos podido saber lo que sabemos...Eso es mucho más de lo que yo habría apostado.
En todo caso, sí se sabe que este virus va mucho más allá del aparato respiratorio…
Sí, eso también es muy sorprendente. Me refiero a su patología. Desde enero veníamos pensando que era patología respiratoria provocada por determinadas causas pero ahora sabemos que puede ser diferente: intestinal, manchas en la piel, sobre todo en niños…El cuadro es bastante atípico.
¿Sabemos por qué?
Pues no, desconocemos muchas cosas. Lo que sí sabemos es que la respuesta inmune se descontrola mucho y que parte de la patología más grave la provoca lo que llamamos una tormenta de citoquinas que, a fin de cuentas, es una desregulación de la respuesta inmune.
Hace que tu sistema inmune esté demasiado activo o actúe de manera sobredimensionada. Eso hace daño al organismo. Es una de las cosas que más me han sorprendido.
Le ha sorprendido y no sé si le ha asustado. ¿Hay que preocuparse más o es un comportamiento habitual en los virus?
El susto lo tuve unas horas hace ya tiempo. Fue el único momento, cuando más pico había aquí Albacete. Tenemos mucho contacto con el Hospital de Albacete y veíamos que la situación era muy, muy grave.
Por lo demás, susto ninguno. Es un virus, sabemos cómo se transmite y que con unas medidas de higiene básicas podemos pararlo. Es decir, si llevas mascarilla evitas la transmisión y el contagio. Si te lavas las manos de manera asidua, también. Es tan sencillo como eso: medidas higiénicas de sentido común.
Vamos a sacar unos cuantos mensajes positivos de todo esto que nos ayuden en el futuro, para estas o para otras cosas. Por ejemplo, las visitas a los hospitales: si las podemos evitar, mejor.
Precisamente acabamos de conocer que el uso de mascarillas será obligatorio en lugares públicos y también en aquellos espacios al aire libre donde no se pueda garantizar una distancia mínima de dos metros… Ha habido distintos mensajes en todo este tiempo sobre si se debían usar o no…
Vamos a sacar unos cuantos mensajes positivos de todo esto que nos ayuden en el futuro, para estas o para otras cosas. Por ejemplo, las visitas a los hospitales: si las podemos evitar, mejor. Esto de ir a ver a un familiar…Todos pensamos que al familiar le hace ilusión porque va a estar más entretenido y eso no siempre es así. Además, nos estamos exponiendo a tantos y tantos bichos malos...
Los hospitales son un foco de cosas malas que debemos evitar. Si de estos sacamos que debemos dejar de hacer estas visitas, mejor. Y si vamos, usemos mascarilla. Que quede el gesto cuando vayamos a un sitio donde te puedes infectar.
Castilla-La Mancha ha sido una de las regiones más castigadas. Esta semana todas las provincias han pasado a fase 1. ¿La desescalada es correcta si hablamos estrictamente de salud o es pronto?
No le puedo responder. Los datos con los que se toman estas decisiones los desconozco. No sé cuántas UCI tenemos, ni cuántas están libres…Hombre, sé porque es público que el número de infectados disminuye y eso es bueno. Luego, las decisiones de pasar de una fase a otra tienen muchos parámetros. Desconozco la mayoría de ellos.
¿Qué papel ha tenido o está teniendo el CRIB durante la pandemia?
Cuando en marzo vimos que la cosa se complicaba escribimos al Servicio de Microbiología del Hospital de Albacete para decirles que contasen con nosotros. Enseguida nos llamaron para decirnos que había habido una rotura de stocks de uno de los reactivos que necesitaban para extraer el RNA del virus. No podían hacer diagnósticos y nos preguntaron si podíamos ayudar.
Nosotros no lo hacemos con robots, como ellos, sino con nuestras manitas. Es mucho más lento, pero entre cinco personas llegamos a sacar hasta 300 muestras al día. Lo seguimos haciendo. Unos cuatro o cinco días por semana nos mandan las muestras inactivadas. Desde entonces hemos purificado más de 7.500 muestras.
¿El CRIB se plantea ayudar en otro tipo de acciones o investigaciones en toda esta carrera mundial contra este coronavirus?
Se han abierto muchas convocatorias de proyectos de investigación, tanto públicas como privadas y como grupo hemos concurrido a muchas de ellas. Muchos de nuestros proyectos no han sido financiados. Con otros todavía estamos esperando resolución.
Trabajar con virus es a lo que nos dedicamos, independientemente del tipo que sean. Son virus con genoma RNA, casi casi de la misma familia de aquellos que estudiamos. No nos importa cambiar del zika al coronavirus. Nos lo planteamos para el futuro, sí.
Al Centro Regional de Investigaciones Biomédicas (CRIB) le ocurre entonces un poco como al Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) que está pidiendo paso para ayudar en la investigación sobre esta pandemia. ¿Se está desaprovechando el potencial o es una cuestión de organización, de dinero…?
Ambos son centros acreditados por el Instituto de Salud Carlos III para hacer pruebas diagnósticas. Ahí estamos, esperando.
Aquí juegan varios factores. Por un lado, hay que tener claro qué es lo que se quiere saber y hasta que eso no esté claro y cómo organizarlo, es difícil de implementar. Otro factor como usted ha dicho es el dinero. Estas cosas cuestan y hay que ver cómo estamos en las arcas públicas. Y no deben estar bien. Esta región no es de las más ricas de España, ni mucho menos.
Y mientras, pendientes de fármacos y de una vacuna más a largo plazo. ¿Qué podemos esperar?
A corto plazo, fármacos. Muchos de ellos solo hay que reposicionarlos. Por ejemplo, el Remdesivir, del que tanto se habla, es un fármaco para el Ébola. Sabiendo que funciona, que hay ensayos clínicos y que sabemos cómo es la toxicidad del tratamiento, aplicarlo a este virus es mucho más sencillo.
Sus colegas del Centro de Estudios Sociosanitarios de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) acaba de publicar un estudio que ve “urgente” readaptar y ampliar los ensayos clínicos de los fármacos porque corremos el "riesgo de no estar preparados para un rebrote". ¿Coincide?
Sí, hay que ampliar el espectro. Fármacos hay muchísimos, pero pacientes en los que probarlos tampoco hay tantos. También hace falta personal que haga seguimiento del tratamiento. No es tan sencillo. Es verdad que siempre perdemos oportunidades. Somos los que somos y damos lo que damos de sí. Si tuviésemos un tejido investigador más potente, igual podríamos abarcar más.
Si hablamos de la vacuna, hay virus para los que no se ha logrado nunca una vacuna. Por ejemplo, el VIH en el que usted es experto…
Sí, no hay vacuna por más que Bill Clinton prometiera que en diez años la tendríamos, dándole millones de inversión. No se ha logrado.
¿Puede ocurrir lo mismo con este coronavirus?
Hablan mucho del VIH, pero no es lo mismo que este coronavirus porque tiene una complicación añadida: cuando infecta, su genoma se inserta en el de la célula y lo tenemos ahí para siempre. De hecho, el genoma humano está lleno de retrovirus antiguos. Infectaron nuestro linaje como seres humanos y se han quedado para siempre.
Pero ahora se dice que el coronavirus ha venido para quedarse…
Sí, pero solo a nivel poblacional, no a nivel génico como ocurre con el herpes que lo vas a tener toda la vida. Si sale una herida, te pondrás una crema y desaparecerá, pero volverá cuando la persona tenga un momento de estrés. Con el VIH pasa lo mismo, no te vas a curar.
Esto no ocurre con este virus -el coronavirus- que ha venido a quedarse, pero como la gripe o como el virus del resfriado. Si te curas, lo haces para siempre, entre comillas.
Ahí hablamos ya de inmunidad. ¿Hay formar de llegar a la inmunidad de rebaño de forma más rápida o sí o sí será un proceso lento? ¿Hay quizá alguna parte de la población que lo tenga más fácil?
Creo que como en todas las infecciones habrá parte de la población más sensible a la infección. Que unas personas la resistan y otras se infecten fácilmente…Eso no se sabe por qué ocurre, como en la mayoría de infecciones.
Hablando de poblaciones, alcanzar la inmunidad de rebaño va a ser complicado. Ya hemos visto los datos del estudio de seroprevalencia. Nos queda mucho para tener a la población protegida e inmune de forma que la trasmisión de individuo a individuo se vea interrumpida. Mientras no haya vacuna, será difícil.
¿Test masivos?: "No hay ni dinero, ni test, ni investigadores suficientes pero se puede hacer un trazado epidemiológico"
¿Habría que hacer test masivos como están pidiendo algunos sectores o políticos?
Yo también lo pido, pero con cabeza. Hay estrategias de control de enfermedades en fauna silvestre que se pueden aplicar a esta pandemia. Localicemos a las personas infectadas y tracemos contactos.
Eso no significa hacer test masivos a toda la población porque no hay ni dinero ni test, ni investigadores suficientes. Pero si localizas a una persona que se ha infectado, trazas sus contactos, el llamado trazado epidemiológico y analizas cómo están esos contactos... Eso disminuye mucho la probabilidad de transmisión. Eso sí, tienes que hacer muchos test pero de manera focalizada, para entender cómo se transmite el virus.
Es decir, organizar bien la red de rastreo que están haciendo desde Atención Primaria...
Sí, yo me he enterado por vosotros de que las enfermeras se van a ocupar de hacerlo. A lo que se refieren es a esto.
¿Todos los anticuerpos nos protegen?
Sí, todos. Son moléculas que nos protegen frente a la infección pero dependiendo del tipo de anticuerpo se producirá antes o después e incluso conferirá memoria inmunitaria en el futuro, incluso en ausencia de infección.
Todos protegen pero sus funciones son diferentes. Ahora se habla de los anticuerpos IgM e IgG. Los IgM son los primeros que se producen y nos dan idea de que la infección puede estar todavía activa en la persona y los IgG son los que producen memoria inmune, nos protegen de infecciones posteriores.
Abre un campo para distinguir entre las personas que se han contagiado...
La inmensa mayoría de las personas van a desarrollar una respuesta protectiva tras la infección. Lo que no sabemos todavía cuánto de largo en el tiempo durará la respuesta. Por ejemplo, te vacunas de Hepatitis B y a los cinco años has de ponerte un recuerdo de la vacuna porque el sistema inmune pierde la capacidad de reaccionar.
Con este virus no sabemos durante cuanto tiempo es efectiva la inmunidad.
Por coronavirus yo entendía virus respiratorio, con sintomatología de resfriado o similares y ahora vemos que no. Que hay más síntomas y que podemos encontrar ciertos efectos a largo plazo como los trombos
Sabemos que quedan secuelas, eso sí...
Sí, es una de las cosas que me preocupan. Por coronavirus yo entendía virus respiratorio, con sintomatología de resfriado o similares y ahora vemos que no. Que hay más síntomas y que podemos encontrar ciertos efectos a largo plazo como los trombos y otros que no sabemos.
O sea que habrá que hacer seguimiento, incluso a los pacientes con alta epidemiológica...
Correcto. O al menos que los pacientes estén 'ojo avizor' y pensando en que estas patologías secundarias son posibles. No se trata de meter miedo de todas formas, porque muchos han pasado la infección sin saberlo y eso debemos tenerlo en la cabeza.
Hablamos de un pequeño porcentaje de la población infectado y todavía es más pequeño el número de personas con patología grave. De ellas, no sabemos quiénes tendrán efectos a largo plazo. Hay que estar pendientes.
Se habla de posible rebrote e incluso más virulento. ¿Coincide con estas opiniones?
Lo que tenemos todos claro es que rebrote va a haber porque jugamos a que el virus está ahí y cuando lo tengo más o menos controlado vuelvo a establecer relaciones sociales y todo lo que conlleva salir de casa. Eso llevará a un aumento de infecciones y estaremos otra vez en la balanza de cuánto puedo liberar a la población mientras intento sujetar el virus.
Nuevas olas vendrán. ¿Cómo de graves? No sabemos. Es verdad que ahora estamos todos más atentos y el control será más efectivo. Mi esperanza es que de aquí a unos meses las nuevas olas no sean tan graves.
En cuanto a la segunda parte de la pregunta...Si se refiere a si el virus está cambiando lo suficiente como para ser más patogénico o si va a ser más peligroso...Hoy por hoy no tenemos datos.