La última campaña del Gobierno de Castilla-La mancha con motivo del 25N estuvo marcada por la lucha contra el negancionismo de la violendia de género. Considera el Ejecutivo que los asesinatos machistas y la violencia ejercida contra los mujeres son datos empíricos que no se pueden cuestionar y así lo constata la portavoz y consejera de Igualdad, Blanca Fernández, en una entrevista con elDiarioclm.es. También hablamos de vivienda, despoblación, agua y otras cuestiones fundamentales para la comunidad autónoma y cuyas normativas todavía están pendientes de desarrollo. Igualmente, se descarta como posible sucesora de Emiliano García-Page.
Una vez que algunas políticas públicas se han recuperado tras los periodos más duros de la pandemia, la vivienda sigue siendo una cuestión relevante, por su encarecimiento y falta de acceso. Aunque hay ayudas públicas y un futuro Plan de Vivienda, ¿qué pasó con el anteproyecto de Ley de Vivienda cuyo primer borrador se redactó hace ya seis años?
El consejero de Fomento tiene ese 'haber' como un 'debe' en su cartera. Es verdad que ahora en Castilla-La Mancha nos preocupa mucho la ocupación ilegal de viviendas en algunas zonas, donde se está convirtiendo en un verdadero problema. Si hay una familia con muchas necesidades que se vea abocada a dar una patada a la puerta, cualquiera que tenga corazón pueda empatizar con esa circunstancia, pero aquí se está produciendo un fenómeno que subvierte toda esa realidad: mafias que se dedican a arrendar y subalquilar propiedades que no son suyas, que a veces son de grandes tenedores que no se preocupan porque prefieren tenerlo en su cuenta de resultados como activos positivos. Estas viviendas hay que sacarlas a la luz para dar respuesta las necesidades y por otro lado evitar la ocupación ilegal que muchas veces se convierte en guetos en algunas zonas de las ciudades. La preocupación de este gobierno está ahí porque está provocando problemas de convivencia muy serios a los que tenemos que dar respuesta. Para eso se hizo la propuesta de Ley anti-ocupación al Gobierno de España, a la que no hemos recibido respuesta.
El presidente regional, Emiliano García-Page le dio hasta diciembre a Pedro Sánchez para dar una respuesta a esa propuesta.
Sí, y en enero habrá que iniciar una nueva agenda para que se ponga este asunto en el primer plano de la política nacional, que es donde corresponde.
¿En qué sentido una nueva agenda?
Nuevas medidas, si no legislativas, que las hemos agotado, sí políticas, por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha. No renunciamos a esta aspiración. No queremos que sea una oposición frontal al Gobierno pero sí que sean capaces de empatizar con que es posible hacer una política social que dé soluciones a problemas de muchísimas familias con problemas de vivienda.al mismo tiempo que somos capaces de proteger la propiedad privada dando mecanismos a los ayuntamientos y a las comunidades de vecinos que se enfrentan sin herramientas a situaciones muy indeseables.
La despoblación también sigue siendo un problema encima de la mesa. Hay una ley, una estrategia y la acción de muchos colectivos. Pero los datos de momento no nos dicen que se esté disminuyendio. ¿"ué falta por hacer, además de desplegar las medidas de esa estrategia?
Sí que hay datos para pensar que el fenómenose ha parado o se ha ralentizado al menos. No de manera uniforme en cada municipio, claro.
Pero aunque no es la única variable indicadora, la tasa de crecimiento vegetativo sigue siendo negativa...
Sí, ese es uno de los problemas a los que nos enfrentamos, pero estamos viendo ya un fenómeno de gente que regresa a los municipios. Aún no se nota y no podemos hablar de que hemos dado la vuelta a la situación porque estaríamos siendo cínicos. Hemos conseguido pararlo, quizás en ello nos ha ayudado la pandemia porque hay gente que ha visto seguridad en los pueblos más pequeños. Pero hay muchos retos enfrente.
Es que se necesita conjugar integralmente muchas medidas, ¿es posible a nivel autonómico?
Lo fundamental es no hacerse trampas al solitario. Por un lado está el derecho que tiene cada persona a vivir donde le plazca y donde pueda. Y además somos conscientes de que hace ya generaciones se ha visto mejor irse del pueblo que quedarse. No es un fenómeno nuevo ni de este gobierno, pero tenemos mucha experiencia en la gestión del medio rural y sabemos que, como poco, hay que garantizar unos servicios mínimos. De 2012 a 2015 se produjo un fenómeno de éxodo masivo impulsado por las políticas de la Junta en ese periodo y además se cerraron escuelas rurales y se intentaron cerrar centros de salud, se dio un hachazo al sistema de servicios sociales. Era más difícil vivir en un pueblo que en una ciudad. Esto tuvo un impacto muy importante y una vez que una familia toma la decisión de irse, es muy difícil que vuelva.
Por tanto, en una primera fase lo importante es conseguir que la gente que se quiera quedar a vivir donde ya vive, lo pueda hacer, y para eso hay que garantizar acceso a los servicios públicos con carácter homologable. Y a partir de ahí. desplegar la estrategia y ley para que vivir en estas zonas sea más fácil e invertir sea más barato con esas desgravaciones fiscales que hemos aprobado. ¿Será suficiente? Está por ver, porque no es un fenómeno lineal. De ahí emana la petición de los presidentes reunidos en Santiago: buscar darle una respuesta para que nuestro país no se convierta en algo que hoy no es.
En otro orden de cosas, el mensaje de la Junta en el último 25N ha sido la lucha contra el negacionismo de la violencia machista, algo que en este país se realiza desde las instituciones por boca de Vox. ¿Eso está legitimado? ¿Ha supuesto un retroceso en nuestro desarrollo como sociedad igualitaria?
Primero, yo creo que aunque esté en las instituciones y elegido por la ciudadanía, Vox no está legitimado para hacerlo. Lo puede hacer porque tiene esa capacidad. No estamos legitimados para todo aunque nos elijan los ciudadanos. He hablado con muchas mujeres que sufren violencia y sé cómo infuyen esas palabras en ellas y en sus maltratadores. Por eso, me pongo claramente enfrente de Vox. ¿Son conscientes del daño que hacen? No lo sé, pero deberían. La ley integral, a la que machacan constantemente, ha conseguido que desde 2003 haya habido un 35% menos de asesinatos, así que algo habrá tenido que ver. ¿Qué hace un discurso negacionista en medio de una lucha que va a durar generaciones? Entorpecer el avance. Porque cuando no haces el diagnóstico adecuado de un determinado problema, es muy difícil que le des el tatamiento adecuado. Es un hecho demostrable que hay una violencia ejercida contra las mujeres porque partimos de una situación desigual. Por tanto, como yo las veo sufrir y me duele, me da igual la rentabilidad política, lo digo sinceramente. Hay veces en la vida en que los votos no tienen ninguna importancia y en este caso no la tienen. Lo que la tiene es que uno de cada cinco chicos jóvenes no sea capaz de identificar la violencia de género. Esto es un grave problema porque provocará que no vaya mos tan rápido en evitar que se asesine a 50 mujeres de media en nuestro país todos los años.
Está claro que faltan generaciones para erradicarlo, pero ese dato de los jóvenes es importante. ¿Cómo se llega desde las administraciones para que ese mensaje cale?
Bueno, primero de todo, hay que destacar que también nuestra juventud es capaz de identificar violencias que hace 20 años no era capaz ni de nombrar. Hemos avanzado en ese sentido y la labor que se hace en las aulas es esencial. Hoy se trabaja más en contenidos de igualdad, pero todavía no se trabaja lo suficiente. Trabajar en contenidos igualitarios es tan sencillo como hacer que los chicos y las chicas se miren de igual a igual y no tengamos todavía determinados estereotipos sexistas que no se sostienen. Ahí las aulas son esenciales y también lo son los medios de comunicación. Hoy el 74% de las personas jóvenes que han oído hablar de violencia machista y que podrían tener un elemento para luchar contra ella, lo han visto a través de internet o de medios digitales. Por tanto, la campañas en medios son imprescindible. Pero la base está en los centros educativos.
Pero las leyes educativas cambian continuamente. Ahora llega la Lomloe con contenidos transversales y nueva asignatura cuando aquí ya hubo un proyecto piloto de la asignatura Educación en Igualdad. ¿No llega un momento en que el currículo educativo sobre igualdad se dispersa?
Mi opinón es que hay que garantizar tanto la asignatura como los contenidos transversales. Porque con una asignatura solo no vale. Es una cuestión de ética, de valores, de cómo nos construimos como personas y tiene que ser transversal. Pero lógicamente, para garantizar que en todos los centros se aplique, tiene que haber una asignatura obligatoria. Porque la transversalidad es muy difícil de testar. Yo creo mucho en el trabajo que muchos y muchas docentes hacen por los contenidos que fomentan la igualdad y la visibilidad de las mujeres, pero para garantizar que se haga hay que tener una asignatura. Veremos cómo se desarrolla en el caso de la Lomloe. Estamos esperando después de nuestro pilotaje, que hemos tenido que pararlo para ver cómo se desarrolla.
Sobre la política del agua, ¿se ha estudiado, como dijo el Gobierno autonómicol el papel del PP en el Pacto del Agua tras la enmienda que presentó a los PGE defendiendo el trasvase? ¿Ha habido alguna conversación con el presidente del PP-CLM, Francisco Núñez?
Siempre estamos abiertos a mantener contactos con el PP. De hecho, el presidente y el del PP se reunirán no tardando mucho porque quedaron en ello. En cualquier caso, si me lo permite, esto es ya el día de la marmota El PP firma aquí lo que le conviene electoralmente y luego en Madrid hace lo que le conviene, en Madrid o en otros lugares de España. Esto es así desde que hace años se aprobó una reforma del Estatuto por unanimidad en Castilla-La Mancha y luego en Madrid votó en contra. Tiene muy poca credibilidad. Cospedal llegó, hizo el famoso Memorándum del Tajo y aprobó más agua para Levante. Ahora que conseguimos minimizar o cambiar ese memorándum por una ley más sensata, el PP presenta una enmienda para volver a ese memorándum. Creo que hay que tener un poquito más de coherencia política.
Mientras, se siguen aprobado trasvases del Tajo al Segura. Aunque son de menor cantidad, ahí siguen, junto con los 24 recursos presentados por la Junta, un instrumento jurídico que no se está demostrando muy eficaz. ¿Cuál es el siguiente paso?
Nosotros vamos a seguir haciendo política. Poner una fecha límite del trasvase, por ejemplo, ya lo hicimos pusimos en su momento. Un horizonte temporal solamente puede generar frustración. Lo que hay que colocar en la gestión política del agua es el sentido común. Por mucho que digan desde Murcia o desde el PP que hay agua para todo, no es verdad. ¿Qué es todo? Si la demanda es infinita, los recursos hídricos son limitados y eso es una realidad evidente. Hay que cambiar la perspectiva, echar bien las cuentas y saber gestionar la demanda, porque si no, nos haremos trampas. A lo largo de 30 años se han llevado de Castilla-La Mancha 25 veces el Mar Menor y el desarrollo del regadío de Murcia se ha basado en el Tajo. Esto, en otro tipo de estado centralista de épocas anteriores podía entenderse, pero hoy en día ya no, y menos en plena era del cambio climático, donde los recursos está claro que serán limitados. Esta reflexkión debería hacerla toda la clase política y todos los actores económicos. Tenemos que empear a pensar en las futuras generaciones.
Para terminar, todos damos por supuesto que Emiliano García-Page será el candidato a las próximas elecciones generales.
Me sumo (risas).
¿No va a haber sorpresas en ese sentido?
No, yo no las espero. Es una decisión que le corresponde a él, es presidente de Castilla-La Mancha y no tiene que someterse a primarias, la decisión está en sus manos. Y yo formo parte de ese grupo de personas que piensa que el valor política que tiene no lo tiene ninguna ora persona en Castilla-La Mancha. Lo digo en público y en privado. Es una persona que a veces resulta incómoda cuando habla pero es lo que tiene la honestidad y eso tiene que tener premio. Y si no lo tiene, haber sido honesto es el mayor premio. Si yo hoy tuviera que apostar, lo haría por que él sea el candidato.
¿No se ve usted como candidata?
¿Yo? No, no. Pienso que el mejor candidato es Page.