“El feminismo tiene que ser liderado y empujado por las mujeres pero nosotros tenemos que estar al lado empujando también. Hasta que los hombres no nos incorporemos al movimiento feminista, y estemos luchando mano a mano con las mujeres, esto no cambiará”. El ilustrador Javirroyo se sitúa en ese lado, tal y como confiesa en una entrevista con este diario.
Hablamos con un dibujante que considera primordial la implicación de los hombres en la lucha por la igualdad de género. Por ello, con sus trabajos intenta dar luz al camino de aquellos que quieren deconstruirse, rechazar el machismo aprendido y abogar por eso que llaman “las nuevas masculinidades”. “Es complicado puesto que los hombres tenemos muchos privilegios y es difícil que los rechacemos”, reconoce.
Con sus dibujos, y libros como su última publicación ‘Laborachismo’, recomienda “ser valientes, autocríticos y conscientes de que podemos ser de otra forma, podemos tener otra relación con las mujeres que no sea solo de poder, si no respetuosa y de igual a igual”.
Javirroyo nos cuenta cómo es su propio proceso, tanto profesional como personal, de deconstrucción o cómo él lo llama, de escaneo. “Hay que activar ese escáner las 24 horas y los 7 días de la semana, porque hay machismos continuamente, tanto dentro de nosotros como fuera y hay que eliminar ambos”.
Este ilustrador, que comenzó a dibujar con apenas 5 años, se ha convertido en uno de los hombres feministas más conocidos de la actualidad. Con apenas unos trazos y en blanco y negro, con sus libros se dirige especialmente al público masculino porque es el momento del “despertar de los hombres hacia el feminismo”. “Creo que van más dirigidos al sector de hombres que quieren dar el paso y a veces no saben cómo”.
El dibujante, que visitará Toledo para presentar ‘Laborachismo’ en noviembre, es una de esas personas que ya vive con las gafas moradas. “Yo estoy en la lucha, en estar atento a esas machistadas, señalarlas, y no pensar que si te pegas una ducha de feminismo ya eres feminista porque hay que estar atentos todo el tiempo”.
¿Por qué el libro ‘Laborachismo’?
Surge a partir de mi libro anterior, ‘Homo Machus’, que publiqué en enero de 2020. Es un libro que habla sobre la violencia estructural y sistémica del machismo, sobre cómo el machismo afecta a las mujeres, pero también a los hombres.
A partir de ahí, de un libro donde trato temas como la educación, la violencia, las relaciones de pareja… surgió ‘Laborachismo’ porque creo que, si algo era muy evidente en el primer libro, es que el mundo del trabajo es un mundo muy masculinizado y un mundo muy importante de cara a la lucha por la igualdad. Así, de un libro general surgió un libro en el que me centro en el machismo en el mundo del trabajo.
¿En qué punto del feminismo está Javirroyo?
No sé dónde estoy. Lo único que intento es tener siempre ese escáner de desigualdades activado y pasar a la acción. Cuando ocurren, y nos ocurren todos los días, hay que decir ‘eso es una machistada’. No vale con decir que eres aliado, tienes que posicionarte.
Yo estoy en la lucha, en estar atento a esas machistadas, señalarlas, y no pensar que si te pegas una ducha de feminismo ya eres feminista porque hay que estar atentos a todas estas cosas todo el tiempo.
A todos los hombres les recomiendo activar ese escáner, pero hay varios pasos: primero hay que empatizar y preguntarles a las mujeres que hay alrededor cómo se sienten, si han sufrido abusos...; segundo, hay que informarse y leer libros de mujeres y de hombres, como los míos o los de Octavio Salazar o Roy Galán; y tercero, activar ese escáner las 24 horas, los 7 días de la semana porque hay machismos continuamente, tanto dentro de nosotros como fuera y hay que eliminar ambos.
Recomiendo ser valientes, autocríticos y conscientes de que podemos ser de otra forma, podemos tener otra relación con las mujeres que no sea solo de poder, si no respetuosa y de igual a igual.
¿Cuándo el activismo empieza a estar presente en tus ilustraciones?
Llevo dibujando sobre temas sociales toda la vida, desde que empecé con cinco años. Uno de los temas que me preocupa es el feminismo y el machismo, y recuerdo que concretamente estos libros empezaron a gestarse con mis viñetas sobre la violación de ‘la manada’ porque me ardía la sangre al ver cómo se trataba a la víctima.
Soy consciente de que soy un tío blanco, heterosexual, con todos los privilegios"
A raíz de estas ilustraciones me contactaron desde la Editora Lumen ofreciéndome trabajar con ellas en esta línea porque tenían un montón de autoras feministas haciendo viñetas pero ningún autor. Para mi era una gran oportunidad ya que creo importante hablar desde el punto de vista de un hombre, aunque lo que yo haga sea visibilizar testimonios reales de mujeres. De hecho, los dos libros son eso: una recopilación de voces de mujeres.
Entiendo cual es mi papel. Soy consciente de que soy un tío blanco, heterosexual, con todos los privilegios, hablando de lo que está viendo: de unas desigualdades que nos afectan también a los hombres, de unos machismos que tenemos integrados y de cómo cambiar un poco día a día. Creo que el mayor problema que existe es que todo está muy invisibilizado y los propios hombres no nos enteramos de lo que ocurre. Por eso, lo ideal sería que sean hombres quienes lean estos dos libros.
Además, reconozco que todavía existe un machismo: que el foco cambia si un hombre se dirige a otros hombres. Cuando un hombre habla de feminismo hay más hombres escuchando, esto sigue ocurriendo.
Y en este tú a tú, ¿por qué utilizar la ilustración como herramienta feminista?
Si me preguntas el por qué una viñeta, tenemos que hablar del mundo en el que vivimos ahora: la gente quiere consumir ideas gráficas y hay una explosión de redes visuales en las que la viñeta se ha visto muy beneficiada.
Las ilustraciones funcionan como las señales de las autopistas: las ves porque son símbolos muy condensados que son legibles a toda velocidad. Y, además, el contenido tiene que conectar con la gente y hoy en día hablamos mucho más de feminismo, ha habido un despertar de las propias mujeres a partir del ‘Me too’ y ahora toca la parte de los hombres.
¿Por qué les toca a ellos, a vosotros?
El feminismo tiene que ser liderado y empujado por las mujeres pero nosotros tenemos que estar al lado empujando también porque hasta que los hombres no nos incorporemos al movimiento feminista, y estemos luchando mano a mano con las mujeres, esto no cambiará.
Si no se cambia como sociedad no se puede cambiar la cultura machista en la que vivimos. Así el futuro pasa por que los hombres nos liberemos de la masculinidad que nos han enseñado y para ello tenemos que pelear mucho ya que es complicado. Es complicado puesto que los hombres tenemos muchos privilegios y es difícil que los rechacemos, nacemos con ellos, de forma natural.
Si te paras a pensarlo es muy heavy, pero por lo general no se piensa. Cuando a los hombres les dices que estos privilegios, que nos han dado por el mero hecho de ser hombres, son machistas y fomentan la desigualdad, les cuesta verlo. Por eso creo que mis libros van más dirigidos al sector de hombres que quieren dar el paso y a veces no saben cómo, o no se han parado a pensar, a preguntar a las mujeres de alrededor, a plantearse cosas... a esos hombres les va a mover algo y se van a replantear el modelo de masculinidad.
Ahora tienen muchos privilegios pero la recompensa global, cediendo esos privilegios, es brutal. Los privilegios son una mierda comparado con la recompensa que supone ser de verdad iguales.
Es un tema de empatía que pasa por hablar con las mujeres y entender cómo viven. Cuantas más cosas cambiemos más felices seremos todos. Y es que el feminismo no sólo busca la igualdad, si no la felicidad y la libertad de todos, es un movimiento muy necesario y una de las grandes revoluciones pendientes.
¿Ganas de compartir todo esto con los toledanos en tu visita a Toledo del próximo 17 de noviembre?
Me hace mucha ilusión porque creo que es interesante poder debatir y contrastar con los hombres, de tú a tú. A mi me encantaría debatir con la gente de Toledo y este año tenemos la suerte de poder hacerlo presencialmente.