Toledo es la ciudad patrimonio más conocida de España, tal y como recoge el estudio realizado por las 15 ciudades Patrimonio Mundial de la Unesco en España. Una “especie de estudio de mercado”, según el concejal de Turismo en el Ayuntamiento de Toledo, Francisco Rueda, quien presentaba esta semana la estrategia para la reactivación del turismo.
Según explica el edil en declaraciones a este medio, la investigación ha dado luz sobre cómo la pandemia ha transformado la forma de viajar, qué se demanda, qué ofrece la ciudad de las tres culturas y qué debe mejorar para atraer a más turistas.
“Este estudio marcará las actuaciones a desarrollar a partir de ahora para reactivar el turismo”, asegura el concejal. Y es que, “el turismo no va a volver a ser lo que era por múltiples cosas y básicamente por el covid”. Rueda reconoce que el panorama se ha transformado, “al igual que el modelo de trabajo o las relaciones”, y lo más razonable es “adaptarse a este nuevo modelo”.
Según señala el estudio, en el que se han realizado preguntas a visitantes de las Ciudades Patrimonio en los últimos tres años, sin contar el periodo 2020, “lo que más les disgustó a los viajeros fueron las aglomeraciones”. Las masas de turistas era una de las imágenes más características del Toledo pre-pandémico y una de las principales quejas de los residentes en el Casco Histórico. “Lo que vemos ahora, es que para los visitantes también, no hay una contradicción”, subraya Rueda.
Ya que “volver al pasado es imposible porque ha desaparecido”, el concejal aboga por propuestas turísticas con las que “esponjar las visitas”. “Es verdad que Toledo estaba masificado pero realmente en un circuito muy pequeño, el resto de la ciudad y del Casco estaba prácticamente vacío a pesar de tener también muchos puntos de interés”.
Según el edil, su concejalía trabajará para “reseñar otros puntos de interés y aumentar el periodo de estancia” con iniciativas como las visitas nocturnas o los eventos culturales enfocados a turistas y no tanto a residentes. “Actualmente las actividades culturales apenas llegan a los viajeros”.
Así, la propuesta pasa por “el Mercado de Flores, los festivales de poesía, las actividades en el entorno del río o la iniciativa ‘Cena a ciegas’ que pueden ayudar a desviar la visita hacia otros sitios y evitar las aglomeraciones”.
El Plan de Reactivación toledano incluye propuestas con las que “recuperar la actividad económica, el PIB y el empleo que generaba el turismo, pero en un nuevo modelo que sea más sostenible, que facilite la conservación de su patrimonio y una convivencia entre los viajeros y los residentes”. Rueda es consciente de la necesidad de desarrollar una “convivencia que sea enriquecedora para ambas partes” mediante la creación de un tipo de turismo “que mejore la vida de los residentes y la experiencia de la visita”.
Reconstruir todo un sector de mano de la ciudadanía toledana
La colaboración de la Real Fundación de Toledo será un pilar clave en una nueva hoja de ruta que pasa por la sostenibilidad. “Estamos trabajando en un plan de actuación estratégico con la Real Fundación que será la línea maestra con la que vamos a trabajar en los próximos años”, explica Rueda.
El Ayuntamiento busca el consenso también en este sector. “La piedra angular de este nuevo modelo es un nuevo modelo de gobernanza en el que exista una colaboración entre todas las administraciones, hosteleros, empresarios, comerciantes y ciudadanía, no será fácil pero podemos hacerlo”, augura el edil.
Según el mandatario de turismo, el sector Hostelero no tendría porque experimentar ningún problema aunque muy lejos quedarán las imágenes de bares a rebosar. “El nuevo cliente, el nuevo viajero, huye ya de esto de hecho todos hemos aprendidos durante estos meses a huir de las masificaciones” por lo que “la oferta tendrá que reconstruirse aumentando los espacios más ventilados, al aire libre o las terrazas”.
Por su parte, la ciudadanía ya se venía pronunciando durante los últimos años, sobre todo la residente en el Casco Histórico. Hace apenas unos meses la antropóloga Isabel Ralero Rojas escribía ‘Visitantes y residentes. Nuevas lógicas de convivencia para un turismo sostenible en Toledo’ (Toletum Revolutum) y parece que todo apunta a que sus razonamientos podrían ser la base de este nuevo modelo de turismo por el que aspira el Ayuntamiento.
“Creo en la intervención comunitaria para ir desarrollando y marcando sus propios objetivos... Que no nos lo den resuelto y que nos permitan a las poblaciones ser parte de sus soluciones”, asevera la autora al tiempo que matiza que las propuestas que lanza en ‘Visitantes y residentes’ pretenden “generar debates y procesos participativos más amplios que luego se doten de contenidos con la gente que vive aquí”.
“Una ciudad viva como Toledo, donde los residentes vivan a gusto, también será mucho más interesante y atractiva para los visitantes”
“Una ciudad es más interesante para visitar como agradable sea para vivir”, asegura el concejal de Turismo, mostrándose convencido de que la sostenibilidad es la mejor forma de conseguir esta meta. “Buscamos una sostenibilidad ambiental, cultural y sobre todo social, un proyecto de ciudad en el que conviva esta actividad turística con la vida en la ciudad y ambas salgan ganando”.
Por ello, este Plan de Reactivación incluye “mejorar el reparto de la riqueza del turismo” pero ya no solo desde el punto de vista económico. “Queremos asegurar una convivencia enriquecedora entre viajeros y residentes porque el turismo no tiene un complot, no hay conflicto entre viajeros y residentes pero si hay un distanciamiento”.
Según Rueda, la mejor forma de atraer el turismo es abogar por el confort del conjunto de la ciudadanía. “Una ciudad viva como Toledo, donde los residentes vivan a gusto, también será mucho más interesante y atractiva para los visitantes”.
Desde el punto de vista ambiental, el estudio ha demostrado que el turista actual busca productos kilómetro cero o más espacios verdes y al aire libre. Por su parte, en el sector cultural, la sostenibilidad viene marcada por el respeto a la ciudad en su conjunto. “La actividad turística no puede y no debe pervertir o deformar la realidad cultural, artística e histórica de la ciudad”, mantiene Rueda. “Toledo es una ciudad históricamente muy especial, no solo tiene monumentos, también tiene tradiciones, leyendas, gastronomía, la comunidad mozárabe, la sefardí… el turismo no debe empobrecer esto sino ayudar a sostenerlo”.
La digitalización, entre las tareas pendientes de Toledo
Tal y como reconoce el concejal, el turista post-covid es un turista más digital que nunca y Toledo debe mejorar en este sendio si quiere adaptarse a la nueva demanda. “Una de las cosas que aparece en el estudio es que el viaje se divide en tres fases: planificación, disfrute y recuerdo” y, en todas ellas, predomina el uso de Internet y las redes sociales. “La planificación se reduce en el tiempo y ampliamos el tiempo de disfrute mientras que la organización se hace en el propio destino”.
“El nuevo viajero es en gran parte digital” y, por ello el concejal se ha propuesto “digitalizar la oficina de turismo”. “Con esta perspectiva, el verano pasado nos adherimos a la Red de Destinos Turísticos Inteligentes y ahora estamos trabajando en un proyecto de digitalización con el que queremos crear una plataforma, un recurso online, en la que estén conectados todos los servicios”, desde dónde comer, hasta dónde alquilar un coche pasando por el típico qué ver.
Sin embargo, “llegar a poder decir que Toledo es un destino inteligente supone avanzar” en los 400 puntos recogidos en el estudio.
“Las cosas ya están cambiando”
Tal y como recuerda el concejal, son muchos los estudios e informes que señalan que el turismo nacional llegará a niveles del 80% a finales de este año mientras que el internacional podría alcanzar estas cifras en el segundo trimestre del 2022.
Mientras esto ocurre, “las cosas ya están cambiando. Nosotros ya estamos empezando a percibir cierta reactivación de la actividad de turismo de congresos, por ejemplo”.
Según Rueda el grueso del cambio “no lo vamos a ver de hoy para mañana” será “cuando echemos la vista atrás cuando veamos que el turismo, la hostelería... no se parece nada a lo que era en 2019”.