De la teoría a la práctica, pasando por la pluma de Silvia López. Así nace la colección ‘Las Imprescindibles’ en la que esta investigadora, doctorada en Ciencia Política y Derecho, recopila las teorías feministas de distintas autoras difundiéndolas para ser accesibles a todos los públicos.
“Quiero impulsar el pensamiento horizontal, no jerárquico”, explica la escritora en declaraciones a este diario con motivo de su visita a Toledo donde este sábado presenta la última de las obras lanzadas en su colección: ‘El devenir mujer de Simone de Beauvoir’.
‘Las Imprescindibles’ es una colección basada en el principio claro de unidad y dependencia entre academia y activismo. López se encarga de desgranar las teorías de autoras feministas extrayendo las herramientas, conocimientos y argumentos necesarios en la lucha feminista actual cuyos frentes van desde el auge de la extrema derecha, hasta los feminicidios, pasado por el sistema patriarcal en su conjunto.
Además de Beauvoir, López ha recuperado los trabajos de Judith Butler y Kate Millett y adelanta que seguirá publicando títulos para la colección persiguiendo un objetivo claro: “nutrir el pensamiento para la acción”.
¿Quiénes son “las imprescindibles” a las que haces referencia con tu colección?
Me gusta decir que la colección aborda autoras imprescindibles pero habrá muchas imprescindibles que no abordemos. Teniendo esto en cuenta, la colección muestra autoras muy relevantes en el feminismo porque nos han dejado un legado de palabra y acción que vale la pena reflejar.
Mi objetivo es que la colección sea lo más plural posible, es decir, que alcance muchas fuentes. Al fin y al cabo el feminismo es un conjunto de pensamientos y activismos muy plurales y queremos que ‘Las imprescindibles’ alcance esa pluralidad en la medida de lo posible.
Hablaremos más allá del paradigma occidental recuperando el feminismo desde los márgenes, como el feminismo negro o el árabe.
¿Para qué son imprescindibles?
Con sus obras nos dan herramientas para la vida cotidiana porque hablan de situaciones que seguimos viviendo a día de hoy. Exponen, por ejemplo, dificultades que pueden darse en las relaciones madre-hija. Hablan de nuestras vidas pero con sus propias palabras y eso es muy relevante.
¿Y para quién son imprescindibles estas autoras?
Los libros están pensados con el objetivo de fomentar el pensamiento para la acción y eso quiere decir pensamiento en compañía. La colección recopila mecanismos para el pensamiento colectivo, tanto para las aulas como para espacios fuera de la academia como pueden ser los grupos activistas o los clubs de lectura.
Mientras veamos que la colección tiene acogida queremos seguir con esta propuesta porque nos parece necesaria para los debates que estamos viviendo, tanto en el pensamiento como en la militancia feminista.
Desde tu perspectiva de analista política, ¿qué opinas acerca del nuevo gobierno de coalición? ¿Las políticas estatales sobre violencia de género se verán afectadas por la extrema derecha?
Confío en que en la estructura que está consolidándose con este nuevo gobierno pueda sacar adelante políticas públicas de las que estamos muy necesitadas.
Llevamos años sin legislar en materia de políticas de igualdad, ni en derechos laborales ni en conciliación por lo que el nuevo gobierno debería legislar en este sentido y cubrir este vacío. Además, es fundamental que haya una comunicación fluida entre feminismo institucional y los colectivos feministas, con espacios de investigación y pensamiento.
Nos encontramos ante un triángulo virtuoso con aprendizajes que se refuerzan unos a otros a pesar de partir de lugares distintos.
En este contexto, parece que el nuevo Gobierno tiene una apuesta clara contra la violencia de género y por el feminismo con, por ejemplo, la recuperación del Ministerio de Igualdad.
¿Afectará el auge de la extrema derecha a las políticas de igualdad o a cambios sociales como el aborto?
Creo que hay valores muy consolidados en nuestra sociedad. Por ejemplo, el de la igualdad de derechos, el de poder elegir nuestras identidades o el de elegir cómo deseamos vivir nuestras vidas y nuestros cuerpos.
Esto no quiere decir que no haya que poner el foco en muchas violencias que se siguen produciendo, contra las mujeres u homófobas. El discurso de la ultraderecha cumple un valor: reforzar un modelo de familia violento y un modelo de feminidad tradicional.
A día de hoy se consolida cada vez más en el imaginario colectivo esa idea de que nuestras identidades son diversas y plurales. Ahora bien, hay violencias estructurales y sistémicas que siguen haciendo muchísimo daño y sobre las que tenemos que seguir poniendo el foco. Por ejemplo, el número de asesinatos machistas.
¿Qué se puede hacer con las diferencias entre las políticas en materia de violencia de género y, concretamente, con el hecho de que haya diferencias entre comunidades a la hora de contabilizar el número de asesinatos machistas?
Es una característica de nuestro estado descentralizado con la que es difícil convivir ya que tiene un impacto en la vida cotidiana de las personas.
Me gusta repetir que al final la acción política es aquello que determina tu vida cotidiana. Si en el estado descentralizado hay distintos modelos legislativos las vidas cotidianas de la gente se ven condicionadas por políticas distintas. La misma situación da lugar a distintos resultados y eso genera vivir tu vida de una manera distinta.
Desde la aprobación de la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género en 2004, una de las grandes críticas fue que no abarcaba muchas situaciones de violencia contra las mujeres. Dejaba fuera de la violencia machista aquella que no era ejercida por la pareja sentimental y situaciones como el acoso sexual.
La violencia de género incluye muchísimas manifestaciones y la Ley de 2004 sólo contempla una de ellas. Creo que un gobierno que se define como feminista tiene que ir en el camino del cambio.
Las políticas públicas son acciones de gobierno que sustentan valores y tendremos que ver qué valores quiere impulsar este Gobierno en materia feminista. Me interesa que el liderazgo se lleve en ese sentido impulsando la igualdad, la pluralidad o la corresponsabilidad en las políticas públicas que fomenten.