Eva Marín, la nueva presidenta de ASAJA joven nacional, está aún sorprendida por su nombramiento, tanto es así que asegura que cuando se lo notificaron “me pilló en plena siembra subida un tractor, a mediodía” confiesa a AgroalimentariaCLM.
No es de extrañar que estuviera trabajado en su explotación situada en la localidad toledana de Villanueva de Bogas, ya que Eva es ante todo agricultora. Licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas y tras trabajar brevemente en lo que parecía iba a ser su destino, volvió a casa con 23 años y decidió hacerse cargo de la explotación familiar justo cuando se jubilaba su padre, una explotación típicamente mediterránea: vid, olivo y cereal, mucho secano y poco regadío.
Enamorada de la tierra que trabaja cada día, dice que la tendrá muy presente en su actividad al frente de la asociación agraria joven. “He viajado y conozco muchos países, pero a mi Castilla-La Mancha me encanta. Esta tierra siempre ha sido algo que he tenido muy presente porque la agricultura que hacemos aquí y la calidad que tienen nuestros productos es impresionante, todo lo que pueda hacer por reivindicar nuestros productos lo haré siempre”, señala convencida.
Su nombramiento oficial como responsable de la rama más joven de la organización agraria se llevó a efecto en el transcurso de la última reunión de la Junta Directiva Nacional. “Yo venía colaborando con ASAJA Joven desde hacía unos meses, sobre todo desde el confinamiento pero no me lo esperaba”, señala.
Sucede Eva a otras dos mujeres que han estado al frente de ASAJA Joven y, aunque en estos momentos está preparando la hoja de ruta para los próximos meses, tiene claro que su primer objetivo es “seguir fomentando la participación de todos los jóvenes especialmente de las mujeres, aunque afortunadamente cada día somos más”, señala.
Para ella, una de sus líneas de actuación es el fomento de la formación entre los jóvenes que se quieren dedicar al sector agrario. “Los tiempos cambian y las exigencias son completamente diferentes, nosotros tenemos que saber adaptarnos, con formación se abren mucho más las miras, se pueden aplicar en las explotaciones otro tipo de conocimientos que normalmente no están a nuestro alcance. Hay ideas muy novedosas e innovadoras que hay que conocer para ir aplicando en el trabajo”, asegura.
Eva es la quinta generación de agricultores y considera que en su trabajo no se ha encontrado con especiales dificultades como mujer aunque sí es consciente de los problemas con los que se encuentran otras jóvenes. “En mi caso ha sido todo como rodado, entré en ASAJA Toledo y luego he tenido esta oportunidad en ASAJA nacional, pero no es lo frecuente, no es lo común que una mujer esté en este tipo de puestos”; aunque también es optimista y cree que “aunque vamos poco a poco, cada día vamos escalando y va siendo más normal, que es lo que debería ser siempre”, señala.
Volcada en su explotación, ahora está acostumbrándose a las nuevas responsabilidades. “Saco el tiempo de donde no hay, afortunadamente tengo la ayuda de trabajadores pero es un poco complicado; ahora es algo más fácil con la situación de pandemia, tengo más horas ya que lo que no empleo en vida social lo empleo en trabajar”, asegura.