Saber de dónde vienen las visitas que recibe tu diario digital favorito es bastante sencillo. Sólo tienes que entrar en similarweb.com [https://www.similarweb.com/]. Si entras en esta web puedes ver de dónde proceden los mayores flujos de usuarios que tiene cualquier medio digital. En un pequeño rectángulo que hay en la página de inicio, tecleas el sitio web en cuestión y puedes ver de dónde proceden. Las sorpresas están aseguradas (descubrimientos como que en algún caso la mitad de las visitas vienen directamente de una web de una academia de preparación de oposiciones).
Para la ciudadanía, o para empresas e instituciones públicas que dedican recursos a financiar diarios digitales, que dedican mucho dinero a anunciarse en medios de comunicación de diferentes perfiles, el conocimiento de herramientas como la que acabo de señalar es de sumo interés. No es este un artículo para expresar una queja, para señalar a medios que son auténticos basureros. En mi opinión, el debate no es ese.
El abuso del clickbait, cuya traducción literal sería “cebo de clics”, es algo demasiado común. Esa práctica de poner titulares agresivos huecos por detrás está convirtiendo a algunos medios en auténticos agujeros negros. Esta práctica, como digo, sumada al “copia y pega”, hace que en la mayor parte de ocasiones la relevancia fruto de la cantidad poco tenga que ver con ese periodismo con sentido social y de calidad que busca historias memorables. Que apuesta por información de interés bien contada, que se apoya en la credibilidad de una marca. Un desaforado clickbait podría ser el camino que conduzca de manera irremediable al mal periodismo, pero derivar tráfico de webs dudosas para inflar los datos propios está en otro plano. Los datos que difunden cada mes auditoras de tráfico web como Comscore u OJDinteractiva tienen la cara B de las malas prácticas previas.
En un mundo contaminado de noticias falsas, la prioridad debería ser conservar alguna fuente de agua potable. Después, ir acabando con la contaminación, claro, pero mientras tanto necesitamos agua para poder subsistir. En el cuidado de estos manantiales de información contrastada, la buena política, la ciudadanía, o las empresas, estamos llamados a tomar conciencia de algunas prácticas que hacen un flaco favor al sector y a la democracia.