Fallece el trabajador del Museo del Greco que sufrió un infarto y no pudo usar el desfibrilador

Así lo ha confirmado el propio museo, que ha transmitido sus condolencias a la familia del trabajador, quien llevaba más de 30 años trabajando en este centro. El vigilante de sala no pudo utilizar este desfibrilador que no funcionó debido a su falta de mantenimiento, de la que es responsable la contrata de seguridad

El vigilante de sala del Museo del Greco que sufrió un infarto el pasado 30 de junio y que no pudo hacer uso del desfibrilador instalado en este centro ha fallecido. Así lo ha confirmado el propio museo en las redes sociales, donde ha transmitido sus condolencias a la familia de Cesáreo Hernández, quien llevaba más de 30 años trabajando en este centro ubicado en Toledo y que fue trasladado al complejo hospitalario de Toledo en ambulancia en el momento en que padeció el paro cardíaco.


El desfibrilador instalado en este museo de competencia estatal, de cuyo mantenimiento es responsable la empresa adjudicataria del contrato de seguridad, según apuntó el Ministerio de Cultura, estaba ubicado en la sala del control de seguridad, solo accesible para el personal de esta empresa. El motivo del fallo del aparato, según señaló la diputada de Unidas Podemos Eva García Sempere, quien preguntó la semana pasada en el Congreso de los Diputados por esta situación, "que no había sido revisado".

“El museo no es responsable del mantenimiento de este desfibrilador ni existía ningún tipo de señalización en las áreas públicas”, indicó el propio ministerio, que subrayó que en Castilla-La Mancha no es obligatorio que los museos dispongan de desfibriladores. No obstante, tras este suceso, la Subdirección General de Museos Estatales se comprometió a dotar a todos sus centros con equipos DEA (desfibrilador externo automático) homologados.

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