Un grupo de más de 70 familiares de personas mayores que viven en residencias de Toledo ha remitido un escrito al Defensor del Pueblo en el que muestran su "indignación ante las restricciones impuestas por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha" en estos centros socio-sanitarios.
"Incluso en centros libres de COVID-19 ha establecido el cierre de las salidas a personas sanas y vacunadas, que se encuentran encarceladas en lo que constituye su propio hogar. Creemos que esta medida, impuesta por decreto de la Junta de 10 de enero, que, de momento se ha prorrogado hasta el 17 de febrero, constituye un maltrato institucional contra los derechos humanos", exclaman los familiares sobre esta normativa que impide las salidas en residencias de personas mayores de una duración menor de 7 días.
Además, lamentan que con la instrucción publicada el pasado 2 de febrero solo se permiten dos visitas semanales a las personas mayores en las residencias -de dos horas de duración-, lo que a su parecer "supone una restricción intolerable al derecho de los residentes, muchos de ellos con grandes dependencias, a estar en contacto con sus seres queridos, con el consiguiente deterioro cognitivo que ello conlleva, habida cuenta, además, que estas medidas, más o menos relajadas, las llevan sufriendo desde hace casi dos años".
"Consideramos que en una comunidad como Castilla-La Mancha, donde no hay restricciones en aforos a ningún establecimiento, ni ninguna otra limitación a nuestros derechos y libertades, salvo las medidas de precaución conocidas de mascarilla y distancia de seguridad, no es de recibo que los mayores se hayan convertido en ciudadanos de segunda, cuando han sido el primer colectivo en ser vacunado con la pauta completa", exponen los familiares en su escrito.
Así, solicitan la ayuda del Defensor del Pueblo para que inste a la Administración autonómica a "desistir de las medidas que restringen las libertades y derechos de los residentes que, además, les están causando un daño mental irreversible en los últimos años de su vida".
"Exceso de rotaciones en la RSA San José"
También ha aludido a la salud mental de las personas mayores que viven en estos centros Cs Toledo, en concreto la de los usuarios de la Residencia Social Asistida (RSA) San José, sobre la que alerta del "exceso de rotaciones" y la "influencia negativa" que a su parecer genera esta situación en la salud emocional de los mayores.
Así lo ha manifestado el diputado provincial Julio Comendador, que ha registrado un escrito en el que pregunta a la Diputación si tiene intención de tomar medidas para disminuir las rotaciones de personal que se producen en la RSA y cómo pretende afrontar la situación laboral de los empleados, a fin de conseguir disminuir la interinidad, "en un ámbito muy sensible en el que se ha de tener en cuenta la relación emocional con las personas mayores, que llevan demasiado tiempo aisladas de sus familiares".
En este sentido, ha apuntado que "expertos en geriatría advierten que a los mayores les resulta muy beneficioso estar en contacto con personas conocidas, es esencial que mantengas hábitos de rutina, por lo cual el cambio continuo de cuidadores, más allá de lo razonable, es un efecto negativo más que influye en el deterioro cognitivo de las personas más vulnerables, que son quienes más han sufrido durante esta pandemia".
"En cualquier caso, si Sanidad ha establecido que solo puedan recibir dos visitas de familiares a la semana y los propios mayores tienen prohibida la salida de los centros donde residen, no parece de recibo que, en esas mismas dependencias se produzca un trasiego innecesario de trabajadores, con el consiguiente riesgo de introducir el virus con más facilidad", ha añadido el portavoz de Ciudadanos.
Para Comendador, "hay que buscar el equilibrio entre la salud de las personas mayores y el empleo estable, lo que redundará en unas mejores condiciones de trabajo y en un mejor cuidado en las personas que más lo necesitan, tanto a nivel físico como emocional, y que siguen constituyendo el único grupo sometido a restricciones a estas alturas". "La salud mental ha sido injustamente olvidada durante esta pandemia y hay que evitar que los problemas vayan a más, a fin de que la sociedad en general y especialmente nuestros mayores disfruten de una buena calidad de vida", ha agregado.