Al César lo que es del César, a Dios lo que es de Dios. Palabra de Jesús.
La Cospe no se entera, el nacional-catolicismo sigue igual como siempre.
Jesús, te secuestraron los poderosos, el nacional-catolicismo te utiliza. Banderas a media asta, honores militares en la procesión.
Mil novecientos ochenta y cinco años hace que te asesinaron en la cruz dos mil dieciocho años hace que naciste en un pesebre. Fuiste refugiado, perseguido por los poderosos, entregado por los del templo, escoltado por los militares romanos hasta el Gólgota.
Entre tú y un ladrón eligieron y salvaron al ladrón.
Jesús, no bajes otra vez a la tierra, serías otra vez refugiado, serías otro antisistema. Aquí se sigue eligiendo a ladrones. Los del templo, no todos pero muchos, te entregarían. No te presentarían armas, te harían saber el sabor de las porras y las balas de goma.
Jesús, no te mataron por ser Dios. Te mataron por pedir justicia, igualdad, libertad, por ponerte al lado del débil. No sé cómo te llamarían entonces los poderosos, no lo sé. Hoy te llamarían antisistema.
Hoy volverías a echar del templo a muchos fariseos, hipócritas. Hoy les dirías a muchos, que en vez de rodearte de oro fueran justos y no acapararan riquezas.
Jesús, como ves han pasado muchos años, pero esto sigue igual: pobres cada día más pobres, ricos cada día más ricos. Armamento a favor de la desigualdad, ministra profesional del recorte, aumentando presupuesto para cacharros de matar. Te pone banderas a media asta, mientras hacen políticas de desigualdad.
Malditos sean los y las que usan el nombre de Dios en vano.
Jesús, te siguen crucificando: en los refugiados, en los migrantes económicos,
en los pobres de este mundo. Con concertinas, empobreciendo al pueblo con la anulación de derechos.
Tú reino no es de este mundo, muchos de tus seguidores se apuntan a este reino del poder, al lado de los poderosos de este mundo.
Interpretando las palabras de Francisco, no todos los que más rezan, no todos los que dicen seguirte ni los que te organizan estos circos, están más cerca de ti.
Muchos de los que no creen sí están contigo, son los que hoy luchan para que no te sigan crucificando en todos los desposeídos de esta tierra.
Julio Ugena Carrasco