La continua presencia policial y militar, así como la ausencia total de turistas, caracterizan la imagen que estos días ofrece el Casco Histórico de Toledo cuyos residentes son prácticamente los únicos que transitan sus callejones y plazas.
Más allá de ciertos profesionales, la cuarentena ha sumido en la tranquilidad y el vacío a uno de los barrios más transitados de la capital regional.
Por el momento, la que es una de las ciudades más turísticas de España, continuará brindándonos este aspecto ya que el confinamiento para frenar los contagios del coronavirus se mantendrá previsiblemente hasta el próximo 11 de abril.