El Palacio de Galiana, construcción árabe realizada en el siglo XI, ha anunciado la apertura de sus instalaciones al conjunto de la ciudadanía con visitas culturales en las que se podrá recorrer las instalaciones del monumento, conocer su historia, evolución y restauración.
Y es que, esta obra arquitectónica es uno de los edificios patrimoniales toledanos declarados Bien de Interés Cultural, pero de propiedad privada, por lo que hasta el momento su apertura al público se limitaba a los miércoles con horario reducido.
Tal y como nos explica su actual propietaria, Sofía Palazuelo Barroso, desde ahora cualquier persona interesada podrá conocer de cerca el Palacio de Galiana en horario de mañana y tarde, de miércoles a domingo, y con una nueva modalidad de visitas: “se realizarán a través de una audioguía que se podrá descargar en el teléfono móvil una vez en el palacio”.
Este monumento árabe fue erigido en la rivera del Tajo de Toledo, frente a la Estación de Tren, siguiendo el modelo arquitectónico propio del Imperio y que puede verse en otras construcciones de la época como, por ejemplo, los Alcázares de Córdoba.
Diez siglos de restauración
“El edificio restaurado que ha llegado a nuestros días es lo que ha pervivido de la almunia o palacio de recreo construido por el rey de la Taifa de Toledo Al Mamun en el siglo XI”, explica Palazuelo quien nos recuerda que fue su bisabuela, la filósofa Carmen Marañón, quien puso en marcha una restauración basada en conservar la historia del complejo y dirigida por el arquitecto Fernando Chueca Goitia.
En 1960 Marañón adquirió el Palacio en un estado de abandono, mucho más distinto al que podemos encontrarnos en la actualidad, a los Condes de Teba los cuales lo habían heredado de su tía a la Emperatriz Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III.
Siguiendo el legado de su bisabuela, Palazuelo ha decidido dar un paso más allá de la mera conservación y convertirse en un ejemplo de democratización cultural. “Quiero compartir este monumento con los toledanos y seguir trabajando para que el palacio y los jardines sean sostenibles. La unión del Palacio de Galiana a la asociación de Castillos y Palacios de España pretende contribuir a poner en valor el sector de turismo cultural de patrimonio histórico español”.
Toledo recupera un elemento más de su historia
Este ejemplo del patrimonio toledano recibió el nombre de Galiana en el siglo XVI, tal y como nos explican desde la dirección del monumento. “Se le dio este nombre en memoria de los fabulosos palacios y jardines que habitaba Galiana, princesa árabe hija del rey Galafre y esposa de Carlomagno”.
Palazuelo asegura que con esta apertura busca crear “sinergias con los principales guías turísticos y empresas de turismo nacionales para que la apertura de Galiana sea un reclamo más en la oferta cultural que ya ofrece la ciudad de Toledo”.
Con su visita, el público podrá admirar un Palacio en pleno corazón de la península compuesto por un gran torreón mudéjar de planta rectangular construido en aparejo toledano de mampostería y ladrillo. Su piso bajo tiene un salón de recepciones con habitaciones a cada lado que repite modelos bizantinos: un cuadrado con cuatro columnas centrales que forman en altura nueve espacios abovedados.
Entre sus mayores tesoros se encuentran sus jardines “que rodean el monumento y son uno de los elementos más bellos”.
Las visitas culturales, diseñadas “de la mano de la asociación de Castillos y Palacios de España”, tienen un coste de 8,40 euros y es necesario realizar su reserva previa a través de su página web.